¿Qué es la rutina?, la rutina que nos acompaña a diario, que nos
somete a la desidia, que nos impide “ver” y que nos obliga a sentir que
el día no nos ha traído nada nuevo, no es más que el fruto de la NO
OBSERVACIÓN.
Duermo, creo que despierto, me levanto, me lavo, me preparo mi taza
de café, me marcho a trabajar, soporto un duro día de trabajo, lo acabo,
regreso al hogar, espero la hora de acostarme para volver a dormir y
reanudar un día más…, y entre medias de estas acciones diarias un cúmulo
de acciones que se repiten un día y otro, y otro.
Todo un mecanismo que bien pudiera ser equivalente al de cualquier
electrodoméstico, me encienden, me programan y trabajo en aquello que se
supone es mi funcionalidad.
La rutina no es más que una herramienta más que maneja nuestros
cuerpos sin permitir que intervengamos en nada de lo que ocurra de forma
consciente, todas nuestras acciones y reacciones están dirigidas a
ninguna parte, es el viaje programado para que nuestras vidas en algunos
casos estén vacías, y en otros, parezcan ilusoriamente estar llenas.
Si nos permitimos afirmar que la rutina es el fruto y resultado de la
NO OBSERVACIÓN, es porque si observáramos intensa y conscientemente
todas y cada una de nuestras acciones, nuestro entorno, el espacio,
veríamos que la sola actuación CONSCIENTE, eliminaría la rutina, dando
paso al verdadero despertar.
VIVIR, VER y SENTIR de forma CONSCIENTE, nos abrirá un campo de
OBSERVACIÓN totalmente desconocido y nuevo. Atrevamonos a descubrirlo.
Observa cada instante, la luz, el color, los sonidos, a tu compañero o compañeros de viaje, si sientes que algo se repite es porque no estás observando, sino que por el contrario estás basando tu visión en la costumbre, no te acostumbres a nada porque cegarás tu presente con la costumbre a las experiencias pasadas.
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Nati