**EN ESTOS DIAS TODO NO SIGNIFICA NAVIDAD**
Estas dos ùltimas semanas de Diciembre, no solo significan
el advenimiento de las
celebraciones de Navidad y el Año Nuevo,
sino tambièn la letanìa de las
reuniones familiares, de oficina ò con amigos esporàdicos,
las visitas protocolares e indeseadas,
la ingesta de calorìas màs grande de todo el año, producto del
chocolate caliente, el panetòn y el pavo en todas sus formas,
màs el siempre presentealcohol, el enorme gasto
de la compra de regalos para propios y extraños,
las bienvenidas y despedida de gente querida, y no tan querida,
la participaciònen aglomeraciones en centros comerciales y
en el tràfico infernal de los que van
a ùltima hora a llenar el carro de paquetes y stress, los brindis
impensados con cualquiera a quien se le ocurra
levantar una copa y dentro
de esa voràgine, que nos desordena y hace salir
de nuestra rutina diaria.
Es un tiempo de reflexiòn, de balance e inventario
moral y personal,de evaluaciòn de nuestro propio desempeño,
de actos de contriciòn y propòsito de enmienda por incumplir.
Hoy leìa en un artìculo que decìa, paradòjicamente,
que Diciembreera considerado el mes del suicidio, porque,
para el que està pasando por una etapa difìcil,
no hay nada peor que perder la calma y extraviar la razòn.
Por eso yo digo que no hay nada màs tranquilo,
sosegado y gratificante que la RUTINA, y por lo tanto
pido que pasen ràpidamente estas semanas de desazòn que
combinan alegrìas con tristezas, que nos suben a un
roller coaster emocional. que nos hace pensar
en nuestra infancia y nos
hacen sentir que el futuro agobiante se nos viene encima, y
mi deseo es q` cuando el 26 veamos
los papeles de regalo arrugados y
tirados alrededor del àrbol de navidad, acompañados
del silenciode fin de fiesta y de los que
duermen las celebraciones,
nos acerquemos, figurativamente hablando, a la
ventana abierta del piso 20,
para respirar aire fresco y puro, apreciar una linda vista.
pero no para darle curso a cualquier idea nefasta que se
nos pase por nuestra atribulada mente.
Prepàremonos entonces para todos estos avatares
que aunque son algo molestosos los vivimos con una
muy especial felicidad. |