El bien supremo es como el agua.
El agua es buena, pues beneficia a las diez mil cosas
y, sin embargo, no compite con ellas.
Mora en lugares que la masa humana detesta,
Y por lo tanto está próxima al Camino.
Lo idóneo para vivir es la tierra;
Lo idóneo para la mente es la hondura;
Lo idóneo para dar es ser como el Cielo;
Lo idóneo para hablar es la sinceridad;
Lo idóneo para gobernar es el orden;
Lo idóneo para resolver asuntos es la habilidad;
Lo idóneo para la actividad es hacer las cosas a tiempo.
Sólo quien no compite no cae en falta.
Lao-Tse