Desde que era pequeño siempre tenia miedo de irme a acostar porque creía que había alguien debajo de mi cama. Cansado de esto, un día fui a ver a un psiquiatra y le expliqué:
“Tengo problemas. Cada vez que voy a acostarme creo que hay alguien debajo de mi cama. Tengo miedo. ¿Me estaré volviendo loco?"
"Déjame eso a mi y en doce meses te curo. Ven a verme tres veces a la semana y te curare todos esos miedos"
'Y ¿cuanto me cobra doctor?"
"Barato. Ochenta dólares la visita"
"Bueno, un poco caro pero si me cura, vale la pena"
Seis meses después, me encontré con el doctor en el cine. "¡Hey! Usted dejo de venir a mi consulta después de la tercera vez. ¿Por qué no regreso?" me pregunto.
"Verá, doctor, ochenta dólares por consulta tres veces a la semana por doce meses es bastante dinero. Encontré un camarero en el bar que me curó en una sola sesión por diez dólares! Estaba tan contento con el dinero que ahorre, que compré un coche nuevo!"
"No me diga" dijo el psiquiatra algo molesto. "Y se puede saber como un camarero que solo sabe de servir copas lo curo por diez dólares?"
"Me dijo que cortara las patas de la cama! Ahora ya no puede haber nadie ahí abajo!"
A VECES LOS GRANDES PROBLEMAS SE RESUELVEN CON PEQUEÑAS SOLUCIONES