Los osos polares han ido adaptándose a los cambios ambientales.
Un oso híbrido producto del cruce de oso polar y oso pardo es producto del cambio climático.
En
los últimos años el deshielo del Ártico durante el verano está poniendo
en contacto a especies que antes pocas veces se veían obligadas a
compartir la misma zona. El oso polar, animal estandarte de este cambio
ambiental es, también, uno de los más afectados, al ver comprometido su
hábitat. Sin embargo, ahora un curioso fenómeno reproductivo podría
causar que en algunos años desaparezca.
Actualmente,
se calcula que la población total de osos polares es de alrededor de 20
mil ejemplares. No obstante, el número podría reducirse rápidamente.
Si, de acuerdo a lo que se predice, la temperatura sigue aumentando
prácticamente el Ursus maritimus podría desaparecer en la zona sur de su
territorio dentro de aproximadamente 40 años, según dio a conocer un
artículo de Global Change Biology.
Sin
embargo, los diversos efectos en la vida de estos animales debido al
cambio climático están ocurriendo ya. En primer lugar, el período de
ayuno se prolonga debido a que el mar se congela más tardíamente y, en
consecuencia, se acorta también el inicio de su temporada de caza de
focas. Por otra parte, el hambre también lleva a los osos polares a que
se aventuren cada vez más a poblados, donde a veces se producen
incidentes con víctimas humanas, publicó el servicio de radiodifusión
internacional alemán Deutsche Welle.
No
obstante, algo que también ocurre recientemente en estas expediciones
tierra adentro, es que los osos polares se topen también con osos pardos
o grizzlys, encuentros que son producto de la falta de áreas heladas y
que ya han dado origen a cruces.
Desde
la perspectiva evolutiva, el oso polar es un animal derivado
originalmente del oso pardo, que se especializó y adaptó a la vida en el
hielo, lo que lo convierte en un oso más joven. Por lo tanto, su cruce
podría llevar deshacer el camino recorrido.
Pero,
a pesar de que para muchos este fenómeno sea sinónimo de involución,
hay expertos en el tema que no consideran que esto sea necesariamente
negativo. Tal es el caso de Michael Böer, director del zoológico de Osnabrück,
quien recalca que “es algo normal en la naturaleza, algo que puede
ocurrir debido a determinadas modificaciones del ecosistema”. En pocas
palabras, la hibridación también ha hecho avanzar la evolución.
“Suponemos
que estamos al inicio de un proceso en el cual, en el curso de cientos o
miles de años, el material genético del oso polar podría reintegrarse
al material genético del oso pardo”, agrega Böer. Y explica que por lo
tanto, es posible que en un período muy corto en términos geológicos y
zoológicos, ya no existan más osos polares.
Sin
embargo, los osos polares no son los únicos que han sucumbido a estos
encuentros que antes eran imposibles. Los efectos del derretimiento del
hielo en la fauna del Ártico fueron objeto también de un estudio
publicado en 2010 en la revista Nature en el que dice que
aproximadamente 34 especies hasta ahora separadas geográficamente por
los hielos corren peligro de cruzarse.
De
las 22 especies involucradas en la investigación, 14 se encuentran en
la lista de especies amenazadas o en peligro de extinción en su país de
origen. Así mismo, 12 casos de hibridación se registraron entre
individuos de diferente especie y la mitad de ellos eran además de
distinto género. Entre los animales hibridados también hay ballenas,
marsopas o focas.