EL VALOR DE LO INUTEL

Lo inútil es todo aquello de lo que, aparentemente, no podemos sacar partido. Sin embargo, hay mucho más de lo que a simple vista parece.

Cuando una tarde nos aburrimos sin nada que hacer y sin ganas de hacer nada, entonces nos “tiramos” en el sofá sin más pretensión que dejar pasar el tiempo. Nos dejamos llevar por nuestras ensoñaciones para, al cabo del tiempo, darnos cuenta de que preferimos estar concentrados en algo que llenar nuestra cabeza con pensamientos negativos. Gracias a lo “inútil” del sofá he reaccionado.

Alguna vez he oído el comentario de que sólo se aburren los tontos y, a parte de resultarme ofensivo, como si los inteligentes siempre encontraran algo que hacer, he pensado que el aburrimiento también es un sentimiento natural.

Parece que, en esta sociedad, siempre tenemos que hacer algo para conseguir algo, un objetivo que nos marcamos y que queremos alcanzar, aunque sea tener la casa limpia o hacer la compra. ¿Habéis probado a salir a la calle sin rumbo fijo, sin saber por dónde te va a apetecer pasear y con la sensación de ir por dónde te lleve el cuerpo?

Estar sentados en un banco mirando en silencio la gente pasar o contemplando el paisaje. Estar a solas en una habitación dejando que la mirada vague por donde quiera. PARAR es algo, aparentemente, inútil pero necesario.

Es tomarse el momento para observar al tiempo mismo pasar, sintiéndote a ti el protagonista de tu vida no el que siente que la vida pasa por ti sin darte cuenta. No tener que llenar el tiempo con nada más que dejar conscientemente que transcurra, dejándote sentir como si eso fuera lo más importante ahora.

Parar está muy unido a reposar. Enlenteces el ritmo, vas más despacio y dejas que las cosas se coloquen en su sitio cuando se tengan que colocar, no cuando tú lo quieras. Cuántas veces dejando lo que te altera un tiempo quieto, sin pensar en ello, puedes luego verlo con otra perspectiva que no te la daban tus continuos análisis de la situación.

Incluso de esos enfados “inútiles” de los que te dices:” ¿para qué me habré enzarzado en esa discusión”? puedes aprender algo de lo que no te habías dado cuenta: que todavía te “toca” lo que creías superado en ti. Nada es inútil y todo te puede ayudar a ser más consciente de ti.

Del aburrimiento también se aprende: a estar menos en la cabeza y más en el cuerpo, a dejarte sentir como estés y a tener derecho a ello.