En el último año, unos 8,8 millones de niños y niñas, menores de 5 años, murieron en todo el mundo.
Aunque esta cifra supone una impresionante reducción respecto a la
mortalidad de décadas pasadas, no se puede bajar la guardia, porque son
muertes por causas evitables:
- Algunas son provocadas por enfermedades prevenibles,
como la neumonía, la diarrea y el paludismo. Otras se producen por
causas indirectas, también evitables, incluidos los efectos de los
conflictos armados y el VIH/SIDA.
- La malnutrición, una higiene deficiente y la falta de acceso al agua potable y saneamiento adecuado contribuyen a más de la mitad de estos fallecimientos.
- Se estima que dos terceras partes de las muertes neonatales y de niños y niñas de corta edad se podrían evitar.
(Fuente: Unicef)
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