"La felicidad es algo por completo diferente del placer; averigüemos
qué implica el placer y si es posible vivir en un mundo que no
contenga placer sino un sentido extraordinario de felicidad, de
bienaventuranza.
Todos estamos ocupados, de un modo u otro en la persecución del
placer, ya sea éste intelectual, sensual o cultural....la estructura
de la sociedad es el placer...
en consecuencia es importante investigar atentamente esta cuestión
del placer...
Comprender el placer no es negarlo. No lo estamos condenando, no
decimos que está bien o está mal, pero si vamos en pos de él,
hagámoslo con los ojos abiertos, sabiendo que una mente que todo el
tiempo busca el placer, debe inevitablemente encontrar su sombra, el
dolor. No pueden separarse, aunque corramos tras el placer y tratemos
de evitar el dolor...
Percibo algo que me atrae, lo miro con intenso deleite y, mientras lo
observo no hay observador sino tan solo belleza, pura como el amor.
Por un instante "yo" estoy ausente, con todos mis problemas, mis
ansiedades y desdichas; únicamente existe esa maravilla.
Puedo mirarla con júbilo y al instante olvidarla; de otro modo interviene
la mente y entonces empieza el problema...el pensamiento comienza a
comparar, a juzgar y dice "debo tener eso mañana". El pensamiento
alimenta una experiencia que ha producido deleite durante un segundo...
si puede mirarla sin desear que la experiencia se repita, entonces no
habrá dolor ni miedo y, por consiguiente habrá un júbilo
extraordinario.
El esfuerzo por repetir y perpetuar el placer, lo convierte en dolor...
la exigencia de repetición origina el dolor porque lo que se repite no
fue lo mismo que fue ayer...al no conseguir repetir esa misma
intensidad de placer uno se siente dolorido y desilusionado.
Surge el miedo de no obtener lo que se desea o de perder lo que se
posee...
Si Ud comprende que donde hay búsqueda de placer tiene que haber
dolor, viva de ese modo si así lo desea, pero no se limite a dejarse
deslizar en él. Si quiere terminar con el placer, lo cual implica
terminar con el dolor...
entonces conocerá una felicidad extraordinaria en la vida; no se puede
pensar acerca de la felicidad, la felicidad es algo inmediato, si la piensa
se convierte en placer.
La vida en el presente es percepción instantánea de la belleza y el
gran deleite que ello implica, sin que uno busque obtener placer de
ello".