La
caída del aeroplano que acabó con la vida del candidato presidencial
Eduardo Campos, quien ocupaba un tercer lugar frente a la Presidenta
actual, Dilma Roussef, ha producido daños severos en las oportunidades
de reelección. La sucesora de campos en la tarjeta, la antigua líder del
Partido Verde, Marina Silva –una títere de George Soros– ,
ahora se ubica en una muy buena posición para defenestrar a Rousseff de
celebrase una segunda vuelta en las elecciones presidenciales.
La derrota de Rousseff señalaría una victoria para las actividades
encubiertas de la administración Obama para borrar de la escena a
presidentes progresistas a lo largo de América Latina.
Una revisión de la historia luego de la Segunda Guerra Mundial revela
que de todas las formas que han empleado los servicios de inteligencia
para eliminar amenazas políticas y económicas, el asesinato por derribo
de aeroplanos alcanza un segundo lugar, un poco más arriba de accidentes
automovilísticos y envenenamiento, y por poco, debajo del empleo de
armas de fuego y municiones, como los modus operandi preferidos de la
Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Los asesinatos aéreos del secretario general de las Naciones Unidas,
Dag Hammarskjold, el presidente ruandés Juvenal Habyarimana, el
presidente de Burundi Cyprien Ntaryamira, el primer ministro portugués
Francisco Sá Carneiro, el presidente paquistaní Mohamed Zia Ul-Haq, el
posible primer ministro indio Sanjay Gandhi, el presidente del sindicato
automotriz norteamericano Walter Reuther, el senador por Texas John
Tower y el senador por Minnesota Paul Wellston, todos llevan las marcas
del involucramiento de una o más agencias de inteligencia
estadounidenses, acabando con carreras políticas que amenazaban las
bases de Norteamérica Imperial.
América Latina, en particular, ha estado plagada de "accidentes
aéreos", como en los que fueron asesinados dos líderes determinados en
apartarse de la influencia política norteamericana, el presidente Jaime
Roldos Aguilera de Ecuador y el presidente Omar Torrijos de Panamá.
Ambos líderes murieron en 1981, Roldos unos cuantos meses antes que
Torrijos. John Perkins, autor del libro Confesiones de un sicario económico
y antiguo miembro de la comunidad de inteligencia estadounidense,
señaló a los Estados Unidos de estar involucrado en ambos asesinatos.
El historial de Estados Unidos en el involucramiento en asesinatos
aéreos hace que la caída de la avioneta Cessna 560XLS Citation el pasado
13 de agosto en Santos, Brasil, en la que falleció el candidato
(pro-negocios) del Partido Socialista de Brasil (PS) Eduardo Campos, sus
ayudantes y la tripulación, hace que todo resulte aún más sospechoso.
La sincronía de la caída en el marco de una campaña electoral que
aseguraba una victoria holgada para Rousseff ha levantado preguntas
significativas entre los investigadores brasileños y la opinión pública
en general.
Desde su presentación en 1996, el modelo Cessna 560XLS Citation había
disfrutado de un récord de seguridad perfecto. La repentina muerte de
Campos provocó un vuelco en la campaña presidencial favoreciando la
agenda a largo plazo de los Estados Unidos y la CIA en Latinoamérica.
Comienzan a surgir preguntas incómodas sobre quiénes eran los
propietarios del aeroplano portador del número de cola PR-AFA. El
expediente turbio de matrícula de vuelo y de los propietarios, junto a
la ausencia de las grabaciones de voz de la cabina gracias a una falla
aparente en el grabador de la cabina del avioneta, tiene a muchos
brasileños preguntándose si el avión fue objeto de sabotaje por parte de
los Estados Unidos. En vez de tener la grabación de las conversaciones
de la tripulación del vuelo de Campos, la grabadora solamente cuenta con
el registro de vuelos anteriores.
El aeroplano hacía la ruta de vuelo desde el Aeropuerto Santos
Dumont, en Río de Janeiro, en dirección a Guaruja cuando se estrelló en
una zona residencial en Santos.
La avioneta era operada por AF Andrade Enterprises and Holdings,
compañía radicada en Riberão Preto en el estado de Sao Paulo, pero se
trataba de una aeronave alquilada a Cessna Finance Export Corporation,
una división de Textron, importante contratista de defensa e
inteligencia de los Estados Unidos. Cessna es una división de Textron.
La falla en la grabadora de la cabina fue fabricada por otra
contratista de defensa e inteligencia norteamericana, L-3
Communications. El negocio de AF Andrade se centra en una destilería. Un
portavoz de AF Andrade dijo que la avioneta de 9 millones de dólares no
había sido inspeccionada, haciendo énfasis en que tenía un récord
perfecto de mantenimiento.
Sin embargo, el portavoz de AF Andrade no pudo especificar quién era
el propietario del avión, pero admitió que, siendo un avión alquilado,
estaba a la venta y fue adquirido recientemente por un grupo de
"importadores y dueños de fábricas" de Pernambuco. Campos fue gobernador
de Pernambuco.
La sincronía de la caída en el marco de una campaña
electoral que aseguraba una victoria holgada para Rousseff ha levantado
preguntas significativas entre los investigadores
Los compradores resultaron ser un consorcio que incluye a
Bandeirantes Tires, Ltd. La empresa cauchera dijo que las negociaciones
para transferir el título de propiedad estaban en proceso cuando el
avión se estrelló y que la Cessna Finance Export Corporation no había
aprobado todavía los derechos de alquiler definitivos. Observadores
brasileños creen que el Cessna caído era un "avión fantasma", con dueños
borrosos con el propósito de cubrir el uso del avioneta en operaciones
encubiertas de la CIA.
Similares aviones de propiedad y de matrícula difusa fueron empleados
por la CIA para la entrega de musulmanes secuestardos para ser
interrogados y encarcelados en las prisiones secretas norteamericanas en
todo el mundo.
La Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB, por sus siglas
en inglés) de Estados Unidos envió un equipo a Brasil para investigar el
siniestro. No obstante, el desempeño de la NTSB en tales accidentes
como el TWA 800 y el vuelo 587 de American Airlines si algo señalan es
que la NTSB sobresale en el encubrimiento de acciones criminales.
Campos fue sustituido en la contienda por Silva, una niña mimada del
gran financista y director del globalizado movimiento de la "sociedad
civil" George Soros. Silva, partidaria pro-israelí de la iglesia
pentecostal Asamblea de Dios, es mucho más pro-negocios y
pro-norteamericana que Rousseff, del Partido de los Trabajadores, más
inclinado hacia la izquierda. Recientemente, Rousseff, junto a los otros
líderes del BRICS, crearon un nuevo banco de desarrollo que desafía la
supremacía del Banco Mundial, tutelado por Estado Unidos. La creación
del banco enfureció a Washington y a Wall Street.
Silva, quien podría estar disfrutando más que un voto por simpatía,
salía como ganadora en encuestas recientes frente a Rousseff. La
presidenta brasileña es vista por Washington como una adversaria,
especialmente luego de que Edward Snowden revelara detalles de la
gigantesca vigilancia de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus
siglas en inglés) a la presidenta de Brasil.
Si Rousseff es forzada a una segunda vuelta con Silva bien sea como
primera o segunda opción en la primera ronda, Aecio Neves, del
conservador Partido Socialdemócrata de Brasil (PSDB) apoyaría a Silva de
alcanzar el tercer lugar. La aritmética política podría pasar a ser un
problema para Rousseff, quien podría haber planeado hacia la victoria si
no fuera por la llegada de Silva a encabezar la tarjeta electoral del
PS. El compañero de fórmula de Silva es Beto Albuquerque, cuyas
credenciales de "sociedad civil" en la protección de los consumidores y
de Derechos Humanos indican una formación hecha a la medida de Soros.
Las actuales encuestas para la primera ronda del 5 de octubre colocan
a Roussef con un 36%, a Silva con un 21% y a Neves con un 20%. De
cualquier forma, con Neves fuera de la carrera para la segunda ronda del
26 de octubre, algunas encuestas señalan a Silva derrotando a Rousseff
47% a 43%, mientras que otras pronostican una victoria de Silva contra
Rousseff por un impactante 9% de diferencia. Por supuesto, las encuestas
de opinión no son independientes sino artilugios de las corporaciones y
de las agencias de inteligencia occidentales empleadas para influir en
la opinión pública y organizar la "programación predictiva" de
poblaciones enteras.
El resultado favorable para Silva como resultado del posible
asesinato aéreo de Campos y su equipo ofrece demasiadas sospechas sobre
el papel de la CIA en el siniestro, especialmente luego de que huellas
de la CIA fueron descubiertas en los asesinatos de Torrijos y Roldos en
1981. Justo el pasado febrero, el helicóptero presidencial que
habitualmente usa el presidente ecuatoriano Rafael Correa, un fuerte
opositor a las políticas de Washington y aliado de Roussef, se estrelló
en las montañas cuando volaba de Guayaquil a Quito. El piloto personal
de Correa falleció en el siniestro. Correa, que asistía a un mitin de
campaña al momento de la caída, enfatizó que no estaba en su agenda el
estar en el vuelo del helicoptero Dhruv de fabricación india. De
cualquier manera, la sospecha de un sabotaje perpetrado por la CIA para
el pueblo ecuatoriano no es una opción descartable.
Silva está siendo promocionada como la candidata de la "Tercera Vía"
en Brasil. La Tercera Vía es un movimiento internacional del que se
valen políticos corporativos, muchos de ellos financiados por Soros,
para infiltrarse y tomar a los partidos históricos pro-obreros,
socialistas y progresistas. Los políticos más notables de la Tercera Vía
incluyen a Bill Clinton, Tony Blair, Gerhard Schroeder de Alemania, al
canadiense Justin Trudeau, al presidente francés François Hollande, al
también primer ministro francés Manuel Valls, al actual primer ministro
italiano Matteo Renzi y al ex primer ministro Romano Prodi, a Jose
Socrates de Portugal, a Ehud Barak de Israel y a figuras de los partidos
socialistas, verde y socialdemócrata de Brasil, incluyendo a Silva,
Neves, Eduardo Campos y al ex presidente Fernando Henrique Cardoso.
Esto no excluye que resulte ventajoso asesinar a un "tercerviísta"
para promover a otro, no existe problema alguno en eliminar a alguien
como Campos para darle paso a una figura política más popular (y
controlable) como Silva, especialmente cuando los intereses de Israel y
Wall Street están en juego.
El Cessna que transportaba al primer ministro portugués Sá Carneiro,
que se estreyó cuando volaba a un mitin de su campaña re-electoral en
Porto, destruyó los pronósticos a futuro de la izquierdista Alianza
Democrática debido a que los dos seguidores de Sá Carneiro que lo
sustituirían carecían del carisma necesario. Eventualmente, Maro Soares,
hombre de la Tercera Vía y socialista nominal pro-OTAN se convertiría
en el Primer Ministro portugués, preparando el camino de Portugal por la
Tercera Vía, volviéndola sumisa a la Unión Europea y a la
globalización.
El embajador de Estados Unidos para Portugal al momento de la muerte
de Sá Carneiro era el oficial de la CIA Frank Carlucci, cuyo rastro se
encuentra presente en el asesinato del primer ministro del Congo,
Patricio Lumumba, en 1961. Carlucci fue director adjunto de la CIA y
consejero de seguridad nacional de la Secretaría de Defensa en el
gobierno de Ronald Reagan. Es también director emérito del Grupo
Carlyle, vinculado a la CIA. La sospechosa muerte de Campos en Brasil
parece ser una copia exacta de la rápida eliminación de Sá Carneiro,
teniendo a Rousseff como principal objetivo de la acción y a Silva y a
sus apoyos globalistas como los únicos beneficiarios.
Wayne Madsen es un periodista de investigación norteamericano
radicado en Washington, especialista en temas de seguridad e
inteligencia. Su artículo fue tomado de la web Strategic Culture Foundation. La traducción para Misión Verdad la realizó Diego Sequera.