“No podremos tener paz en la tierra si estamos divididos de manera nacionalista” Queremos
un orden externo en el mundo, en lo político, en lo religioso, en lo
económico, en lo social, en nuestras relaciones mutuas; queremos orden,
queremos cierta clase de paz, cierta clase de comprensión. Pero sólo si
psicológicamente, internamente, hay orden, ausencia de conflicto, de
contradicción, sólo si ese estado de conciencia es sereno, estable,
claro, podremos producir orden en el mundo. Lo que ahora intentamos
hacer es crear orden legislativamente. Sin orden interno, sin orden
dentro de la conciencia que se halla en confusión, en contradicción, sin
generar orden internamente, psicológicamente, no hay posibilidad alguna
que tengamos orden en lo externo. Y la crisis está ahí. Nosotros
pensamos que la crisis es nacional, económica, social, etc. La crisis no
está afuera, la crisis es realmente interna. Y estamos poco dispuestos a
encargarnos de eso. Tú dependes de alguien a quien le dices: Por
favor, ayúdame a librarme de mi soberbia. En nuestras relaciones de los
unos con los otros todos vemos nuestra soberbia; en nuestras relaciones
con los demás me observo a mí mismo. En esta observación descubro que
soy soberbio en nuestra relación. De manera que no dependo de ti para
que me señales mi soberbia. Ya soy consciente de ella. Nadie puede dar a
otro la intensidad, el sentimiento de la belleza; entonces, no puedo
contar con nadie. ¿Entiendes? Entonces, tengo que trabajar para
descubrir. Cuando descarto la tradición en la que he sido educado, o
sea, el depender de alguien; cuando he descartado eso, tengo que
trabajar en ello o estoy perdido. Una de dos: si descarto eso, ya tengo
el sentimiento de energía, de intensidad. Entonces, no dependo de nadie. ¿Por
qué los seres humanos, aún cuando poseen conocimientos extraordinarios,
no están dispuestos a cambiar? ¿Por qué? ¿Es que encuentran seguridad
en el hábito, en el patrón del pensamiento?
J. Krishnamurti
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