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Salud: "Los pensamientos curan más que los medicamentos"
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De: Marti2 (Mensaje original) |
Enviado: 03/10/2014 03:44 |
"Los pensamientos curan más que los medicamentos"
Entrevista a Bruce Lipton, quien reclama una nueva medicina, la
que tenga en cuenta la ENERGIA por su capacidad para curar.
Reclama una nueva medicina,
la que tenga en cuenta la ENERGIA, por su capacidad de curar, mucho más
eficaz que los medicamentos. Bruce Lipton (Estados Unidos, 1944) ha
conseguido aunar ciencia y espíritu. No es poco mérito el suyo si
tenemos en cuenta lo "alérgicos" que son los científicos a los temas
trascendentales. Es doctor en
Biología Celular y fue pionero en la investigación con células madre.
Sus estudios sobre la membrana celular y las modificaciones de las
células según el entorno sentaron las bases de la nueva epigenética. Sus
descubrimientos (que iban en contra de la opinión científica
establecida de que la vida es controlada por los genes) y el estudio de la física cuántica le han llevado a criticar duramente la medicina convencional. Es autor de libros como La biología de la creencia y La biología de la transformación.
Usted asegura que la medicina convencional va por muy mal camino. ¿Tan peligrosos son los medicamentos que nos recetan?
Nos dan medicamentos para la enfermedad, pero esto causa muchos problemas en el cuerpo. Porque esta medicina basada en la farmacología no entiende cómo está interrelacionada toda la bioquímica
del organismo. Cuando tomo una pastilla química y la introduzco en mi
cuerpo, no solo afecta a aquel lugar donde tengo el problema, sino que
afecta a muchas otras cosas a la vez. Son los llamados “efectos
secundarios”. Pero, en realidad, no son secundarios sino directos. No
entienden que el efecto de las drogas no solo crea un efecto sino
múltiples. Según las estadísticas en EEUU, ¡los fármacos
matan allí a más de 300.000 personas cada año! Y esas personas son
muchas más que las que mueren por tomar drogas ilegales. Hay algo que no
funciona en la ciencia médica. Hace algunas cosas bien, como la
traumatología, pero está matando a mucha más gente de la que ayuda.
Tienen que aprender cómo funcionan las células.
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¿Y qué ha descubierto sobre las células pero que no tiene en cuenta la medicina?
Yo ya trabajaba con ellas en los años 60. Fui un pionero porque en esa
época había muy poca gente trabajando en ello. Y un experimento que hice
cambió la idea que tenía del mundo. Puse una célula madre en un plato
petri y, como cada diez horas se divide en dos, al cabo de dos semanas,
tenía miles de células, todas idénticas. Luego tomé algunas de ellas,
las coloqué en otro plato y cambié el entorno celular (son más como
peces porque viven en un entorno fluido).
Cambié la química en ese plato y ahí formaron músculo. Después, tomé
otras del primer plato y las puse en un entorno diferente, y se formó
hueso, y otras se convirtieron en grasa al volver a cambiar el entorno.
Entonces, la pregunta es muy sencilla, ¿qué controla el destino
de las células? Todas eran idénticas, lo único que era diferente era el
entorno. Cuando tomo células sanas y las coloco en un entorno nocivo,
la células enferman y mueren. Si un médico las mirara, diría: “¿Qué medicina hay que darles?” ¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable
y las células sanan. Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de
células, por tanto, la célula es el ser viviente y la persona es una
comunidad. ¡El humano es un plato petri cubierto de piel! |
La industria farmacéutica no quiere que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula?
¿Cuál es el entorno de la célula que hay que cuidar?
Dentro de mí hay 50 trillones de células y el entorno celular
para nosotros es la sangre, por ello la composición de la sangre cambia
el destino de la célula. ¿Y qué controla la sangre? Pues el sistema
nervioso, que crea una química diferente según el sistema exterior. La
célula y el ser humano son la misma cosa. Por ello, si pongo al ser
humano en un entorno nocivo, igual que la célula, también enferma. Si lo
trasladas a un entorno sano, entonces sana. Por tanto, la medicina
culpa a las células por la enfermedad y trata de cambiar la química de
las células, pero ese no es el problema, el problema es el entorno. Y si
cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia la química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el entorno.
En un entorno sano, ¿nos curamos automáticamente? ¿Así de fácil?
No es tan fácil, porque la mente interpreta. Puede suceder que
estemos en un entorno muy sano y que la mente lo lea como un entorno
negativo o perjudicial. Entonces crea una química que hará a mi cuerpo
enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este
tiene una mente que hace una interpretación y la célula lee el entorno
directamente. Si metes un programa con errores en la mente, entonces la química que genera no está en armonía con la vida.
Y esto nos sirve para entender cómo funciona un placebo. Cambio mi
creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una píldora porque creo
que esto me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora
podría ser de azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis
creencias. Y a eso lo llamamos pensamientos positivos y efecto placebo.
¿Está diciendo que el efecto placebo –creer que algo nos sanará–
es más curativo que un medicamento? Pero no hay casi investigaciones
sobre eso.
Sí, tienes razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera
de hacer energía sin tener que depender del petróleo? Pero seguimos
dependiendo del petróleo porque no interesa el cambio a los que
controlan la energía. Lo mismo pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y ¿poder sanar sin fármacos es bueno o malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula? Si fuera así, las farmacéuticas intentarían vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos,
la industria que los produce no gana dinero. Deberíamos poder decir que
la ciencia está separada de la industria farmacéutica, pero no es así,
porque con el dinero de esta se paga el desarrollo de la ciencia, y ese
dinero solo va esos estudios que dicen que las drogas funcionan. El
dinero controla la ciencia.
Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.
He hablado de que la mente controla: si piensa de una manera, se
va en una dirección y, si piensa de otra, se va en otra. Por ejemplo,
cierro los ojos, los abro y veo a alguien a quien amo. Entonces mi
cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo puedo sentir en mi cuerpo,
puedo sentir el amor, y esa química trae salud a las células. Por eso,
quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los ojos y veo algo
que me asusta, segrego hormonas del estrés. Y estas hacen dos cosas. La
primera es que frenan el crecimiento del cuerpo. Porque si me está
persiguiendo un león, necesito toda la energía para poder escaparme, y
mi organismo apaga todo lo que no sea imprescindible para correr más
rápido, así que se paraliza todo lo que tiene que ver con el
crecimiento. La gente no lo sabe, pero tienes que crecer todos los días,
porque, si no, te mueres. Cada día cientos de billones de células
mueren y tienes que ir produciendo nuevas. Cada tres días, el sistema
digestivo renueva sus células, pero si se intefiere con ese crecimiento,
entonces no puedo estar sano porque estoy perdiendo demasiadas células
al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea
problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las del
cáncer. La segunda consecuencia de las hormonas del estrés es que se
cierra todo aquello que usa energía, y el sistema inmunitario usa
muchísima energía: cuando estás enfermo, te sientes muy cansado porque
tu energía la está usando el sistema inmunitario.
Si pones al ser humano en un entorno nocivo, igual que la
célula, enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana
Eso significa que el estrés nos hace enfermar, ¿no?
Las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina
usa este efecto en algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran
un corazón, mi sistema inmunitario lo rechazaría. En esos casos, los
médicos dan hormonas del estrés y eso impide que funcione el sistema
inmunitario. Es tan claro que suprime el sistema inmunitario que lo
usamos como un medicamento. Cuando la persona está bajo estrés, afecta
de dos maneras: la primera es que deja de haber crecimiento y la segunda
es que se apaga el sistema inmunitario. De esta forma, virus nocivos
pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho estrés, te enfermas.
Y debo decir que, si tomamos una muestra de sangre de cada persona,
descubrimos que todos tenemos células cancerígenas. Las tenemos siempre,
pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden crecer. Una
vez que se apaga el sistema inmunitario, proliferan. Es como el catarro:
no tienes que coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos
oportunistas. El 90 por ciento de la gente que va al médico es debido al
estrés, y también el cáncer funciona igual.
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De: Marti2 |
Enviado: 03/10/2014 03:46 |
Explíquenos qué es la medicina cuántica o medicina de la energía.
Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es
cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células.
La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No
reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas.
Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice
que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible. Si miras
dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones. ¿Y qué hay
dentro? Energía. La ciencia más reciente indica que el cuerpo responde a
la física cuántica, no a la newtoniania. La medicina dice que quiere
cambiar la química del organismo con drogas y la nueva medicina dice que
hay que cambiar la energía. Y esta nueva medicina, la cuántica, es
mucho más poderosa, porque responde primero el campo energético que el
físico.
La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química
Si todo es energía, ¿los pensamientos también? ¿Cómo influyen en nuestra salud?
La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los
pensamientos son más poderosos que la química. Así que esto es peor para
las empresas farmacéuticas porque no lo pueden vender. Por tanto, no
les interesa una conexión entre la mente y el cuerpo. Pero es cierto que
las propias creencias se convierten en un campo energético, una
transmisión, y esta se transforma en una señal que es capaz de cambiar
el organismo. Y así es como funcionaba la sanación antes del desarrollo
de la medicina. La gente sanaba con los chamanes, con las manos... pero
eso no puede vender y por eso la medicina no quiere ir por ese camino. Y
es la razón por la que yo cambié mi carrera. Estaba enseñando en la
universidad que hay que seguir con drogas y sabía que eso no era verdad.
La medicina lo conoce, pero no habla de ello. Sabe que el pensamiento
positivo, el placebo, puede sanar, y también que el pensamiento negativo
puede matar. Uno se llama placebo y el otro nocevo. En realidad, no es
que sea positivo o negativo, es la manera de pensar. Si el médico te
dice que tienes cáncer, aunque no tengas cáncer, si lo crees, crearás la
química que generará cáncer. Por tanto, el problema no es tanto el
entorno real sino el que tú interpretas.
Y eso enlaza con la física cuántica.
Totalmente. Por eso no funciona la medicina, porque no reconoce
la ciencia cuántica. No mira hacia ahí porque el dinero está en otro
lado.
Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el
poder es el subconsciente, ¿por eso es tan difícil cambiar hábitos de
pensamiento?
Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente
consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo.
Pero no lo podemos controlar.
Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se
recibe en los primeros seis años de vida. Eso que aprendiste en esos
años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida. Por tanto,
hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de
adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno
que vivimos en los primeros seis años de vida.
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Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño
Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes
negativas, y así se 'programa' su subconsciente. ¡Qué gran
responsabilidad para los padres!
La gente, cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable
si tú no sabes que el subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros
padres, ni nuestros abuelos ni bisabuelos. Ahora bien, cuando lo
entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí
eres responsable. Está demostrado que si un niño adoptado vive en su
familia casos de cáncer, en su madurez puede padecer cáncer aunque su
genética sea diferente. Sería algo así como conducir un coche: si te
enseñaron a conducir mal y has automatizado esa forma de conducir, pues
lo más probable es que tengas accidentes. Si te enseñaron a maltratar tu
cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo
conductor es la mente. El futuro es una mejor educación para los niños,
incluso en la etapa prenatal.
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¿Podemos reprogramar el subconsciente para estar más sanos o ser más felices con nuestra vida?
Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y
pueden estar haciéndote daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa
a otra cosa. Al cambiar estos programas erróneos en el subconsciente,
puedes recrear toda tu vida. Hay varias maneras de hacerlo. Se piensa
que, cuando la mente consciente registra algo, la subconsciente también
filtra esa informacion, pero no es así. La mente consciente es creativa y
la subconsciente trata de todos los hábitos. Si le enseñas al
subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente,
pero no al revés. Por ello, la manera de reprogramar es repetir y
repetir hasta que se crea un hábito. Si leo un libro de autoayuda, mi
mente consciente dice: “Sé todo lo que hay en el libro y lo aplico”,
pero la subconsciente no se entera de nada. Entonces, piensas: “¿Por que
sé tanto y todavía mi cuerpo no funciona?”. Los pensamientos positivos,
el conocimiento... solo funcionan el 5% del tiempo, pero el 95% son los
hábitos que tengo desde mi niñez. Y esa es la razón por la que los
pensamientos positivos no son suficientes. Ayudan, pero no ves muchos
resultados. Todo sigue igual hasta que no cambias el subconsciente.
Técnicas de psicología basadas en la energía como la hipnosis o el
Psych-K son una manera de cambiar el subconsciente, es como un
aprendizaje rápido.
Con su investigación, ha aunado ciencia y creencia, un binomio que evita
la mayoría de los científicos. ¿Usted cree en la eternidad?
Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto
vista biológico. Si tomo mis células y las traslado a tu cuerpo, no soy
yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una
especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son
autorreceptores. Tú tienes diferentes autorreceptores a los míos. Pero
los receptores reciben las señales del entorno. Si corto esos
receptores, la célula no tiene ninguna identidad, porque no le viene de
dentro sino de fuera. Para explicarlo de forma gráfica, diría que el
cuerpo es como un televisor: mis antenas captan y reproducen el programa
televisivo de Bruce. Esos receptores recogen esa transmisión. Si estoy
viendo la tele y se estropea el tubo de la imagen, ha muerto el
televisor, pero sigue la transmisión. Así que tomo otra, la enciendo,
conecto el canal y vuelvo a ver el programa de Bruce, pero en otra tele,
o lo que es lo mismo, en otro ser. Si ese ser tiene los mismos
receptores que tienes tú, volverás a estar trasmitiendo lo mismo, pero
en otro cuerpo. Esto explica la reencarnación y quiere decir que el
cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión siempre está ahí.
¿Eso le hizo creer que tenemos espíritu?
Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la
célula, me cambió la vida entera. La pregunta que me planteé es: ¿por
qué esa duplicidad?, ¿por qué tener un espíritu y un cuerpo? Y la
respuesta vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿a qué
sabe el chocolate? Solo con la parte espiritual, ¿cómo vivir una puesta
de sol? ¿Qué se siente cuando se está enamorado? Todas esas sensaciones
vienen de las células del cuerpo, que pueden oler, sentir, tener
experiencias. Recoge todo eso, lo transmite al cerebro. Se convierte en
vibraciones y lo transmite a la fuente del ser. Si se muere mi cuerpo,
mi fuente de ser y mi espíritu tienen la memoria hasta que tenga otro
cuerpo. La lección más importante es que estar vivo es un regalo, una
alegría por todo lo que podemos sentir. Cuando hagamos eso, todo el
mundo estará sano.
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De: Marti2 |
Enviado: 03/10/2014 03:47 |
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