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General: NO TENGAS MIEDO
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De: SILA4141 (Mensaje original) |
Enviado: 30/10/2014 21:35 |
NO TENGAS MIEDO
Sé que pronto vendrán. Puedo escuchar sus pasos afuera. Escribo en este diario donde escribió mi amigo, no sé para qué, tal vez para alejar el miedo que siento, tal vez para que alguien más sepa lo que pasó, para evitar que alguien vuelva a repetir lo que ocurrió en esta casa. Les dije a mis amigos que la idea era mala, pero no me escucharon. Hacía mucho frío, y estaba asustado. En verdad nunca había pasado peor noche. Sabía que ese día acabaría todo. En realidad, más bien era un día común y corriente. Lo que no era común y corriente, era lo que mis amigos y yo íbamos a hacer: Resucitar a un muerto. Era una situación desesperada, porque sólo él podría decirnos donde estaba la piedra. Y no era una piedra normal. No valía nada tampoco, pero era lo único que nos podría salvar. La piedra la habíamos encontrado hacía muy poco, en el bosque, al parecer era una piedra corriente, pero nuestro amigo, al que queríamos revivir, le llamó la atención. Y la buscábamos por un motivo muy sencillo, solo la piedra podría salvarnos de lo que estaba por venir. Lo descubrimos en el diario de nuestro difunto amigo. No sabíamos de qué murió, pero lo supimos tan pronto como leímos su diario. De su diario, también sacamos la fórmula para revivirlo.
Juvencio (el nombre de mi amigo) había recogido la piedra en el bosque sin decirnos nada, Pero lo que nosotros no sabíamos, es que nuestro amigo podía hacer muchas cosas con esa piedra. No sabíamos que Juvencio era un consumado necromante. Ni que había usado la piedra para contener la energía de los muertos. Pero lo supimos todo al leer su diario. Y para desgracia de él, y de paso también nuestra, los muertos no querían que se manipulara su energía por mucho tiempo, ni siquiera por poco. Así que ellos se vengaron de Juvencio, pero querían su energía de regreso, y sólo podíamos hacerlo, si destruíamos la piedra.
Hacer el ritual para revivir a Juvencio no fue fácil, pero finalmente logramos revivirlo, y más importante aún, logramos hacer que nos dijera lo que necesitábamos saber, reveló la ubicación de la piedra. Había algo con que no contábamos, que Juvencio, también estaba muerto, y que a los muertos no les gusta dar problemas, así que en cuanto dimos por terminado el conjuro, saltó sobre el cuello del pobre Luis. Tuvimos que luchar muy duro para detener al cadáver de Juvencio, pero finalmente lo conseguimos y terminamos el conjuro para que pudiera descansar. Así que tomamos el diario de Juvencio y uno de mis amigos lo llevó consigo y dijo que él usaría el diario y la piedra para terminar con lo que Juvencio había terminado. Las instrucciones eran claras, solo tenían que destruir la piedra.
- ¿Para qué quieres el diario? – Le pregunté. - Pues, solo por si algo pasa. Los demás fueron con él para apoyarlo, no entendí en qué, pero yo me quedé a levantar el sitio donde habíamos hecho el conjuro. Para mis amigos, todo terminó ese día, y después supe por qué. Quisieron usar la piedra para su propio beneficio. Sólo quedaba yo para detener la cadena de asesinatos y tenía dos opciones, ser la última víctima o enfrentar a los muertos que Juvencio había liberado. Ninguna de las opciones me parecía atractiva, pero era mejor enfrentarlos que quedarme con los brazos cruzados esperando que me mataran. Fue por eso que vine aquí, por el diario. No me fue difícil encontrarlo, aquí entre los cadáveres despedazados de mis amigos. El diario estaba intacto para mi fortuna y comencé a leerlo. Hablaba de cómo Juvencio había comenzado a jugar con cosas sencillas, como la ouija y todas esas cosas. Pero también contaba, como un día se perdió en un bosque y llegó a un cementerio. En el cementerio había visto una tumba abierta y fue allí donde encontró el libro, un libro viejo y mohoso, libro que llevara consigo y según las instrucciones del mismo, hizo una copia por su propia mano. Aprendió muchas cosas del libro, un libro donde las fórmulas realmente eran efectivas, y Juvencio estaba maravillado después de haber probado todo tipo de patrañas. Incluso había una fórmula que permitía hacer que un muerto te revelara aquello que quisieras saber. Fue así como me enteré de todos los daños que Juvencio había causado a otros. Como había usado la energía de los muertos en si propio beneficio y en detrimento de los demás. También supe que los muertos intentaban cobrarse venganza por el daño que él había hecho. Por fortuna para mí, en el diario también decía como resolver el problema. Después de leer el diario, comencé a buscar la piedra y no me fue difícil, ya que la habían dejado dentro del círculo mágico. Como ya dije, era una piedra común y corriente. Ya sólo faltaba destruirla. Había llevado conmigo el martillo sospechando que mis amigos no la hubieran destruido, así que simplemente coloqué la piedra en el suelo y la rompí. Nada extraordinario ocurrió, y decidí que era tiempo de limpiar el lugar y olvidarme de una vez por todas de la masacre que había ocurrido allí. Pero algo llamó mi atención, un ruido en el exterior de la casa. No, no era en el exterior, era en el pasillo… Mi descuido hizo que olvidara seguir leyendo el diario, y no me percaté de qué pasaba cuando la piedra era destruida, estaba tan desesperado cuando supimos que Juvencio había muerto, que en cuanto vimos en el diario como detener a los muertos, simplemente cerramos el diario y no reparamos en lo que vendría después de que la piedra fuera destruida. Así que volví a ver el diario. El mensaje era claro. Una vez rota la piedra y la energía de los muertos liberada, ellos vuelven al sitio donde está la piedra, vuelven a buscar su energía perdida. “No tengas miedo” decía el diario “No tengas miedo porque no te harán nada. Si les temes, se darán cuenta y pensarán que les debes algo” “No tengas miedo”.
Ahora sé que pronto vendrán. Puedo escuchar sus pasos afuera. No sé si pueda salir bien librado, sé muy bien que no les he hecho nada, y aunque el diario dice que no les tema, no sé como resultarán las cosas una vez que la puerta haya sido abierta y ellos hayan entrado… No tengas miedo. La puerta se mueve, estoy temblando… |
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De: Mima |
Enviado: 30/10/2014 23:19 |
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De: GILDA08 |
Enviado: 31/10/2014 01:19 |
GRACIAS POR ESTAR Y COMPARTIR.
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De: Lalita2 |
Enviado: 31/10/2014 21:42 |
![http://crfreeridedownhill.files.wordpress.com/2009/09/happyhalloween_jack.jpg](http://crfreeridedownhill.files.wordpress.com/2009/09/happyhalloween_jack.jpg)
NO LO LEAS
Era una fría y oscura tarde de invierno, estaba un poco mareado. Así que decidí acostarme, no eran más de las seis, pero así lo hice. Me encontraba en una larga y oscura sala en la cual abundaban los libros de magia negra y brujería, en ese instante se me vinieron las débiles palabras de mi abuelo Mauricio antes de morir: “no lo leas”, yo no le encontraba sentido a esas pocas palabras, así que decidí explorar la gran sala. A medida que avanzaba una débil brisa me producía escalofríos, seguía caminando hasta llegar a un camino sin salida y adornada con una estatua de marfil, era muy raro ya que en el suelo había dibujado un tablero de la famosa ouija y en la parte posterior habían dibujado unas palabras escritas en latín o eso era lo que yo pensaba, comencé a leerlas aunque me costaba mucho trabajo…fue entonces cuando escuchaba unas voces de fondo que me decían: Pedro despierta, ¡¡¡¡Pedro quieres despertarte de una vezzzz….!!!! De repente di un sobresalto y mi madre y yo nos pegamos un chocazo en la cabeza y a ambos nos salió un gran “chichón”. Decidí ir esa noche a la discoteca para despejarme un poco con mi amiga Carmen y le conté el extraño sueño, ella no paraba de reírse, en cambio yo no le veía la gracia pues tenía el presentimiento de que algo no muy bueno iba a ocurrir. No paraba de pesar en las dichosas palabras de mi abuelo así que decidí preguntarle a mi padre la causa del fallecimiento de mi abuelo, se quedó muy pensativo durante varios segundos y me dijo que eso ya me lo iría contando con el paso de los años, pero yo le dije que quería saberlo en ese mismo instante, pues una cosa muy extraña relacionada con sus últimas palabras me estaba ocurriendo y me preguntó que era y de nuevo expliqué mi sueño y se dio la vuelta sin decirme palabra en el resto de la mañana. Al día siguiente, me enteré de que mi abuela había muerto en un accidente de tráfico cuando se dirigía a mi casa… fue entonces cuando mi padre me explicó la causa del fallecimiento de mi querido abuelo: Había muerto 12 horas más tarde de hacer la ouija pero la causa no se llegó a saber aunque mi padre me dijo también: “no lo leas” y desde entonces mi padre piensa que fue porque él había leído algo que no tenía que haber leído. Yo también lo pensé y en ese mismo instante vi una sombra pasar a mi lado, el miedo me invadió de repente, no podía moverme, quería seguir a la sombra pero algo en mi interior me decía que no lo hiciera, me armé de valor y la seguí, salió de mi casa y me llevó a un lugar en el cual yo nunca había estado, otra sombra pasó por mi lado y sentí un gran escalofrío como el que sentí en aquel sueño tan extraño…la sombra entró en una casa totalmente deshabitada, yo tenía más miedo que antes y sin saber por qué me desmayé y mi cabeza pegó un porrazo contra el duro asfalto de la carretera… Hacía mucho frío, allí estaba mi abuelo, corrí hacía él pero era imposible alcanzarlo, a medida que corría, su cuerpo se alejaba más y más… y sólo escuché unas palabras que me dijeron: no te comuniques con mi mundo, es muy peligroso, ya lo entendía, todo encajaba, mi abuelo se encontraba encima de un misterioso tablero que era el de la ouija y éste me quería decir que no jugará con esas cosas. Me encontraba tendido en el jardín de la misma todo había sido un sueño y vi que algo turbio estaba asomado a la ventana de la última planta de la casa. Me armé de valor y decidí entrar…me encontraba en la famosa sala y todo estaba ahora lleno de extrañas sombras que se movían con una gran lentitud…estando ya encima del tablero donde pude distinguir las extrañas palabras que mi abuelo me dijo que no leyera, pero no le eché cuenta y las leí, sentía como si mi alma no pudiera con mi cuerpo, estaba muy cansado, sentía como si me rajaran todo el cuerpo, como si me quitaran la vida, y así fue, allí estaba mi abuelo, riéndose a carcajadas, yo no lo entendía pero fue cuando él gritó las mismas palabras que estaban escritas sobre el tablero: “Si vous estez que reler la paser no pooyiez de la vier”, ahora si que lo entendía todo mi abuelo sabía que más tarde o más temprano las leería(pues el ser humano es así de curioso y estúpido) así que dijo que no lo leyéramos para hacer que pareciera que era muy inocente y que quería salvarnos, pero allí estaba yo muerto sin poder hacer nada y mis últimas palabras fueron: “no lo leas”, esperando a que otro tonto lo leyera para reencarnarme en su propio cuerpo…. “…el mayor error de todos fue que la leyenda dice que será castigado todo aquel que lo leyera, así que desafortunados ya sabéis lo que os espera…”.
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De: Lalita2 |
Enviado: 31/10/2014 21:43 |
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