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General: Recuerdo aquella noche, ha pasado tiempo; recuerdo su delicado cuerpo tendido en
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De: SILA4141 (Mensaje original) |
Enviado: 30/10/2014 20:55 |
Recuerdo aquella noche, ha pasado tiempo; recuerdo su delicado cuerpo tendido en el suelo; recuerdo su piel blanca, mas blanca que lo normal, aun mas blanca que esta hoja de papel; recuerdo su largo cabello negro, brillante, en parte debido a los débiles rayos de luz de luna que entraban por la ventana, pero mas que nada brillante por la sangre que lo humedecía; recuerdo su hermoso rostro encerrado en una expresión, casi imperceptible, de terror; recuerdo sus ojos azules, inertes, descubiertos, observando fijamente la figura de aquel que los había marchitado, aquel que les había arrancado su luz, luz que había convertido la mirada de su dueña en la mirada mas bella y encantadora, mirada que me cautivo y enamoro, pero que en ese momento se había convertido en una mirada fría y opaca, una mirada que me condenaba, provocando en cada centímetro de mi ser una terrible sensación de escalofrió, sensación hasta aquel momento desconocida por mi.
También recuerdo haber sentido su ultimo aliento cerca de mi cuello, su ultimo latido en mi pecho, su cuerpo cayendo en una horrible relajación, su miedo transformarse en una inusual calma, calma provocada por el desprendimiento de su alma mortal, calma que indicaba que su vida estaba por concluir en ese momento; aunque también recuerdo parte de su esencia impregnada en lo mas profundo de mi ser, quedándose dentro de mi.
Ahora me pregunto: ¿Que esperanza podría existir para alguien que no se le otorgo el don de amar? ¿Que consuelo podría ofrecerse a aquel que lo ha perdido todo? Aquel que ha perdido lo único que amaba, aquel que ha perdido una salvación para su alma; la respuesta es sencilla: No existe esperanza alguna para un ser creado por el deseo de Dios, para un ser cuyo único propósito es servir, para un ser castrado de todo sentimiento humano; no podría existir esperanza para un ángel, un ángel que conoció al ser mas sublime de toda la creación, un ángel que se enamoro perdidamente de el, de su forma de ser, de sentir, de expresar y de vivir; no, definitivamente no se puede ofrecer consuelo a un ángel enamorado que no sabia amar.
Decidí cortar mis alas por ella, decidí negar el destino que el creador tenía planeado para mí, decidí darle la espalda al todopoderoso solo para estar con ella, ¡Ah! Si tan solo hubiera sabido lo que nos esperaba, habría abandonado mi empeño de estar junto a ella, habría preferido pasar mil eternidades sin su amor en lugar de hacerle daño; y es que un ángel sabe muy poco de sentimientos, y cuando es convertido en humano, no encuentra la manera de expresarlos, no encuentra la manera de dar un beso, ¡Le es imposible! ahora lo se.
La noche que me convertí en humano fui a su casa y desde la ventana de su habitación la observe, se encontraba acostada sobre su cama durmiendo, tal vez soñando con nuestro amor, imaginando que éramos libres para poder amarnos. Por primera vez la vi con ojos mortales y me enamore aun mas de ella, la observe por un largo momento, embelesado, también imaginando y soñando despierto; tal vez sintió mi mirada, pues abrió súbitamente sus ojos, se levanto buscando a su alrededor aquella presencia que había perturbado su sueño y me reconoció, apresurada y sorprendida, fue a abrir los cerrojos de aquella enorme ventana para dejarme pasar y así lo hice, una vez dentro le platique lo sucedido, su rostro se ilumino como nunca, dio un salto de alegría y me regalo un abrazo seguido de un beso en los labios, yo intente corresponder a sus caricias y no se como paso, pero el beso se mancho de sangre, ¡Oh! Su dulce sangre, cuando la probé no pude detenerme, el deseo de beber mas fue lo único que me regia en ese momento, mas sangre, ¡Mas! ¡mas! ¡mas! Mordí su cuello y bebí, arrebatándole la vida, apenas si escuche sus gritos ahogados, lo que si escuche claramente fue una pregunta en un susurro proveniente de su voz agonizante: ¿Por que? Cuando escuche aquellas palabras me di cuenta de lo que estaba haciendo, la aleje de mi y su cuerpo sin vida cayo al piso, mire atónito mi crimen y lo único que hice fue caer arrodillado y llorar durante toda la noche, ¡Ah! esa noche aprendí mucho de los sentimientos humanos.
Cuando los primeros rayos de sol entraban a la habitación, note que la luz me lastimaba como si quemara mi piel, así que me oculte en las sombras hasta que de nuevo anocheciera, observando todo ese día el cuerpo sin vida de la única mujer que había amado y que yo mismo asesine. Al parecer su ausencia no fue notoria ya que nadie fue a buscarla hasta ya caída la noche, cuando escuche pasos que se aproximaban a la habitación salí por la ventana, huí y me refugie en este apartado y abandonado lugar. Fue así como la noche se convirtió en parte de la condena, condena por mi desobediencia y por mi crimen; la sed de sangre aumento y beber ese precioso líquido se convirtió en la única manera que tengo para sobrevivir. Han pasado ya mas de cien años desde aquella noche, a veces me gustaría verme en un espejo solo para saber que tan viejo estoy, pero no puedo. ¿Cuanto durará la condena? Creo que la eternidad tiene la respuesta. Mientras tanto esperare y recordare. |
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De: Mima |
Enviado: 30/10/2014 23:07 |
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De: Lalita2 |
Enviado: 31/10/2014 20:40 |
NO ABRAS LA VENTANA
Me desperté del susto con litros de sudor frío recorriéndome el cuerpo... ¿Qué había sido eso? ¿Cómo un sueño tan agradable se podía haber convertido en tan horrible pesadilla? Me levanté y antes de salir por la puerta eché un vistazo a mis dos hermanas pequeñas que dormían plácidamente en sus camas. Salí de la habitación y me dirigí a la cocina. Todavía estaba sudando. Entré en la cocina, encendí la luz y me fui derecho a la nevera. Saqué un cartón de leche y me puse a beberlo a morro sin siquiera sacar un vaso. Cuando bajé la cabeza me encontré de golpe con mi hermana Sara, la más peque de la familia, que me miró con ojos desorbitados y me dijo: - Hay un monstruo debajo de la ventana. Ven y dile que se vaya, Marcos, tengo miedo. -¿Así que hay un monstruo?-dije yo con ironía-.¿Y es muy grande? -¡¡No te burles Marcos, es verdad!!-dijo Fátima desde la puerta-. Y como no están papá ni mamá tendrás que protegernos tú. -¿Yo? Yo no soy lo demasiado fuerte. ¿Y si me come a mí? -¡Si que eres lo suficientemente fuerte! ¡Vamos Marcos! Yo soy más mayor que Sara y ya se diferenciar entre la realidad y la fantasía. ¡Ya tengo diez años! -¡Oh, perdona! A ver... Vamos a ver ese monstruo... Cuando entré en la habitación me acojoné realmente... La ventana estaba abierta, las cortinas roídas y había sangre en el suelo. Mis hermanas iban a gritar pero les tapé la boca, agarré el móvil y a mis hermanas y las arrastré hasta el cuarto de la lavadora. Cerré la puerta con llave después de inspeccionar cada esquina de la habitación y acomodé a mis hermanas en el suelo junto a mí. -¿Qué pasa Marcos...?-me dijo Sara. -Shhhhh....-dije mientras marcaba el número en el móvil-...¡Papá! ¡Papá! Hay alguien en la casa!...No papá no es broma te lo juro. La ventana de nuestra habitación estaba abierta y.... ¡No! ¡Yo no la abrí!....Pero en serio que hay alguien, papá....¿Me crees? ¡Jode..!¡Aleluya!.... Muy bien llamaré a la poli...Vale, vosotros ya venís para aquí...Vale, adiós. -Mar-marquitos... ¡Marcos!- me dijo Sara. -¡¡Shhhh...!! Ahora no Sara. Estoy llamando a la poli a ver si ellos nos sacan de aquí y pillan el que ha entrado. -Pero, Marcos... ¡Mira! -¿Qué?-dije alzando la vista. .... Los señores Gutiérrez apuraron el paso. Acababan de recibir una llamada de su hijo mayor diciendo que alguien había entrado en casa. Al llegar encontraron un grupo de vecinos y a la policía delante de ella. Los señores Gutiérrez corrieron hacia los agentes; esperaban lo peor. El jefe de policía se acercó a ellos tristemente y mirándolos dijo: -Lo siento...No llegamos a tiempo...La vecina oyó gritos y nos llamó. Ese hombre...ha matado...bueno, eso creemos, por las manchas de sangre que dejó...ha matado a sus dos hijos mayores, la pequeña se salvó por los pelos... -¡Mami!¡Papi!-dijo la niña corriendo hacia sus padres. Se abrazaron. -Sara... Mi niña. ¿Qué ha pasado? -¡Mami!- dijo entre lágrimas-. Ese señor malo... ese señor malo se llevó a Fati y a Marcos. Y luego me quiso comer, mami, pero la abuela no le dejo, mami. -¿L-la a-b-buela? -Si. La abuelita vino para protegerme y llevarse a Marcos y Sara al cielo. Estaba muy enfadada con el señor malo... Le dijo:”¡¡Para maldito!! ¡No se como me pude unir a ti, Arturo!”. -Ar-arturo... ¿Como mi padre? -¿Tu padre no se llamaba José Luis? -Ese era mi padrastro... Mi verdadero padre era un ex-convicto que nos pegaba a mi y a mi madre...Era un homicida, y mi madre presentó cargos contra él...Lo condenaron a muerte... Dijo que se vengaría, con lo que más queríamos... .... Una niebla empezó a rodear la casa... La señora Gutiérrez se quedó sola en medio de la nada....Y se despertó. Sola. Sola, en su cuarto. Sola, débil y envejecida. Pensando en sus niños muertos..en su marido... en su madre... todo por aquel pacto con aquel extraño ser...Todo por aquella mentira.
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De: Lalita2 |
Enviado: 31/10/2014 20:41 |
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De: kuki |
Enviado: 01/11/2014 06:25 |
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