Derribando siete mitos del amor
Mucho de lo que pensamos y damos por sentado sobre las relaciones de pareja, está basado en mitos. Éstos son interpretaciones culturales de la vida cotidiana y no tienen mayor demostración que el popular “me han dicho que”. Sin embargo, tienen un poder asombroso a la hora de guiar nuestras creencias, al punto de que no somos conscientes de ellos y ni llegamos a cuestionarlos.
Algunos de éstos nacieron de la mitología griega y han inspirado a cientos de cuentos, libros y películas, que han construido un sin fin de frases hechas y resonados refranes, que se han alojado en nuestra forma de pensar. Sin embargo, además de que muchos no son ciertos, algunos de los problemas que podemos encontrar en cómo vivimos las relaciones, tienen su origen en que respondemos a ellos de forma automática.
¡Acabemos con 7 mitos del amor!
1. Mito del amor romántico. Ese comienzo tan especial de las parejas, no puede durar para siempre. La fantasía de que la relación debe ser perfecta y siempre con la misma intensidad del inicio, dista mucho de la realidad. Existen diferentes etapas, cada una con mucho que aprender y disfrutar. Estas expectativas irreales generan frustración y dificultan poder adaptarse a los cambios que naturalmente vive la relación.
2. Mito de la realización personal. Muchas veces consideramos de forma errónea, que la unión con una pareja, implica que debe satisfacer todos nuestros sueños y necesidades. La idea de que debe venir "un príncipe encantado" para salvarnos de una amarga vida, no se quedó en Disney. Sin darnos cuenta, podemos asignar a la relación de pareja, la "obligación" de llenar insatisfacciones que tenemos de otras áreas. Poner en el otro esa responsabilidad, es una carga que finalmente ninguno va a poder sostener, es injusto y traerá muchos problemas a la relación.
3. Mito de transformar a tu pareja. Es frecuente escuchar y con bastante certeza, que esas cosas que nos irritan de nuestra pareja, serán mágicamente transformadas en bondades. A veces hasta se convierte en un reto cambiar al otro. La fantasía de querer "salvar" a la pareja, viene de nuestros propios asuntos no resueltos y puede llevarnos a buscar compañeros muy poco compatibles, con la idea errada de querer convertirlos en otra persona. No sólo es un fracaso asegurado, ya que el otro acentuará esas características como un intento de evitar que le arrebaten su identidad. Además es injusto para la otra persona y ambos sufrirán en el intento.
4. Mito un matrimonio unido es mejor que un hogar roto. Muchas convenciones sociales nos han hecho pensar que la familia debe permanecer unida, a pesar del daño que pueda generar en el intento. El divorcio sólo rompe con el vínculo del matrimonio, pero no dejan de ser padres ni compañeros en ese proceso. Aunque a veces escuchamos que éstos se sacrifican por sus hijos, quedándose en una relación vacía, esto más bien puede generar más daños a los niños que la propia separación, que puede ser llevada a cabo constructivamente.
5. Mito de los opuestos se atraen. A pesar de que algunas diferencias pueden resultar estimulantes y enriquecedoras, se ha demostrado que si éstas sobrepasan a las semejanzas, y son realmente extremas en muchas actividades diarias, aumentará la insatisfacción en la pareja.
6. Mito de la guerra. Brinda la imagen del hombre creado para la guerra, fuerte y dominante. A quien se le despojó de su "debilidad" y se le asignó el popular "los hombres no lloran", por lo que se ha acostumbrado a esconder sus sentimientos incluso de sí mismo y ocultar a toda costa su vulnerabilidad. Pero ¡cómo echamos en falta todo esto en las relaciones!, y cuántas discusiones ha protagonizado esa "insensibilidad", dificultándole a los chicos poder expresar su sufrimiento y pedir ayuda. A su vez, esto ha diseñado a su compañera perfecta, la mujer pura y símbolo de dulzura. Lo cual aumenta las dificultades que pueden encontrar las chicas para expresar la ira y vivir la sexualidad sin culpa, favoreciendo que asuma una posición de sumisión en la relación. Esa inhibición impide la satisfacción plena de ambos y desvaloriza a la mujer.
7. Mitos familiares. Adicionalmente se encuentran mitos específicos que heredamos de nuestras familias. En función de cómo nos han enseñado a amar desde casa, entenderemos el amor y las relaciones. Pequeños ritos, comentarios y costumbres, ayudan a configurar la imagen que luego tendremos acerca de qué esperar y cómo actuar en una relación. Por ejemplo, cuando se le pega a un niño y se le dice que es por su bien, se le enseña que el amor lleva de la mano el castigo, por lo que en el futuro puede entender que pegar o sufrir por su pareja es una demostración de amor. Es común ver cómo, por ejemplo, viniendo de una de esas “buenas familias” donde se “niegan” los conflictos y diferencias entre los miembros para mantener esta fachada de “perfectas”, posteriormente tengan muchos problemas a la hora de expresar las emociones negativas con su pareja, repitiendo la misma dinámica.
A pesar de que estos mitos nos hayan acompañado durante siglos, aún estamos a tiempo de cambiar muchas de las cosas que “por costumbre” repetimos y nos generan consecuencias negativas. Éstos son sólo algunos, ¡comencemos a cuestionar nuestras creencias!
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