Gadafi durante una conferencia en Italia (AP)Las sospechas siempre habían estado ahí, pero ahora, más de dos años después de su muerte, el canal británico BBC4 ha revelado los excesos sexuales de Muamar el Gadafi, asesinado en octubre de 2011 y cuya muerte puso fin de forma casi definitiva a la guerra en Libia.
Y es que en los más de 40 años que duró su imperio del terror, el dictador abusó de cientos, miles incluso de mujeres jóvenes, normalmente vírgenes, a las que solía captar en la universidad. Su modus operandi era sencillo y casi siempre el mismo.
Gadafi daba conferencias e invitaba a mujeres que le gustaban. Una vez que acababan las charlas, las elegía con una simple palmada en la cabeza y sus miembros de seguridad las secuestraban. Así de fácil y así de duro porque lo que les esperaba a estas chicas, algunas de tan solo 14 años, era ser violadas por el tirano primero y luego por parte de su séquito, ya fueran sus hijos o los acólitos más cercanos del régimen.
El dictador lo tenía todo preparado. En el caso de la universidad tenía una habitación con cama doble, lámparas, alfombras y un jacuzzi en el baño. El cuarto contiguo estaba preparado con utensilios ginecológicos. En el primero cometía sus excesos, en el segundo borraba las pruebas,practicaba abortos y comprobaba que las mujeres no tenían enfermedades de transmisión sexual.
Mismo operativo en sus palacios para no dejar nada a su suerte. Las chicas eran obligadas a ver porno “para educarlas”. Las que tenían suerte terminaban convirtiéndose en esclavas sexuales del régimen, las que no, eran abandonadas en aparcamientos de coches tras ser brutalmente violadas. Su destino era la muerte.
Pero no solo eran mujeres las que formaban parte de las violentas orgías de Gadafi. Los hombres también eran reclutados y enviados al harén del placer del dictador, donde eran violados. Se les denominaba “grupo de servicios”.
Unas prácticas que el Consejo de Transición Libio trató de ocultar por todos los medios tras la muerte del tirano, ya que creían que estas revelaciones horrorizarían a los países occidentales y llenarían de vergüenza al país libio, tal y como ha ocurrido.
Ahora Libia intenta dejar atrás los abusos de Gadafi durante cuatro décadas, aunque las heridas de cientos de familias que perdieron a sus hijas por el camino, aún tardarán mucho tiempo en cicatrizar.
Fuentes: Daily Mail/El Mundo/Gaceta Trotamundos