Los ojos del alma no son más que aquellos que usamos cuando hablamos con el corazón y cuando perdidos por ese amor sereno se nos brota un te quiero de nuestros labios sinceros.
Es también cuando confiamos más allá de la verdad y cuando no nos importa la realidad pues cuando miramos con el alma es cuando parecemos vivir en otra ciudad.
Es bonito mirar con los ojos del alma pues al hacerlo, no miramos defectos sino bellas cualidades, no buscamos mentir sino decir inmensas verdades, no buscamos lastimar sino dar un consejo no buscamos adular sino expresar con palabras lo que nuestra alma vé, no reprochamos pero nos aceptamos tal y como somos porque simplemente vivimos, soñamos y amamos.