Las caricias son unas de las formas de intercambio del organismo con el ambiente, que nos provee además de estímulos sociales y de energía. Berne dijo: "Si no te acarician se secará tu espina dorsal." Se basó en las investigaciones de Spitz Ribble y Bowlly. El ser humano necesita ser estimulado, sin ello pasamos a ser un objeto en vez de un sujeto con derechos y necesidades. Es evidente que los estímulos, provocan respuestas gratificantes desde el nacimiento, en un proceso receptivo. Las caricias dan vida reforzando nuestro yo. Podemos llamar caricias a un cálido apretón de manos, un beso, un abrazo afectuoso, un "te quiero", "te recuerdo con mucho cariño" o un "contá conmigo". También acompañar en el dolor a quienes nos necesitan, no ser indiferente ante el problema del otro. No retardar la comunicación y el contacto afectivo. No es lo que has hecho sino lo que has dejado de hacer, lo que más afectara tu vida.
La carta que no escribiste. Las palabras o caricias que dejaste de dar. La flor que pudiste haber regalado. La piedra que pudiste haber quitado del camino ante un obstáculo. El consejo alentador que no diste por estar demasiado ocupado. El tono amistoso con que tendrías que haber hablado.
Estos pequeños actos de cariño o caricias que tan fácilmente pasan para ti desapercibidos y que no brindaste, pueden afectar en un futuro tus sentimientos. Porque quizás no puedas pasar nuevamente por ese camino.
"Lo urgente no deja tiempo para lo importante", decía Confucio.
A/D
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