Primero pensó que su marido iba a curarse de su enfermedad si ella rezaba lo suficiente. Después, cuando él entró en coma, no avisó a nadie porque creía que una luz divina iba a devolverle la consciencia. Y por último, cuando su pareja murió, se quedó seis meses esperando a que resucitara, porque era lo único que le pedía a Dios.
Esa fue la cadena de pensamientos que tuvo Kaling Wald, una mujer muy religiosa, y residente en la ciudad de Hamilton (en Ontario, Canadá), que acaba de ser juzgada por no prestar ayuda médica a su marido Peter, que era diabético y que falleció por complicaciones en una herida del pie.
Imagen de la furgoneta de Peter Wald (Google Maps)
En un principio, el fiscal pidió para ella cinco años de cárcel por un delito de negligencia por no haber llevado a su marido a un hospital y por mantener en su casa un cadáver. Pero finalmente el juez solo la ha condenado a una pena de 18 meses de libertad vigilada a cambio de que acuda a terapia psicológica.
Según la sentencia, dictada el pasado lunes 1 de diciembre, la mujer confesó a la policía que no había llamado al médico cuando el pie de su marido se infectó porque creía ciegamente que Dios iba a interceder por él y curarlo.
Pasaron los días y el estado de Peter lejos de mejorar, empeoró: el hombre entró en coma a principios de marzo y dos semanas después falleció. Desde entonces, Kling mantuvo su cuerpo en casa.
Según explicó a las autoridades, ella y sus cinco hijos, con edades comprendidas entre los 11 y los 22 años y devotos cristianos como ella, creyeron que una intervención divina iba a hacer que el cabeza de familia volviera a la vida. Por eso no pararon de rezar durante seis meses, esperando el momento.
Según la sentencia, Wald selló la habitación del cadáver para impedir que los olores impregnaran el resto de la casa, y prohibió a los niños entrar en la estancia.
Nadie fuera de la familia sospechó nada hasta que la Policía fue a visitar la casa a desahuciarles, ya que desde que el padre murió, no habían pagado la hipoteca. Fue entonces cuando el sheriff de la localidad descubrió el cuerpo, en avanzado estado de descomposición y cubierto tan solo por dos sábanas blanca y un gorro.
La policía también interrogó a los hijos de la pareja, que aseguraron creer a pies juntillas en la posibilidad de que su padre pudiera resucitar, según informa CT News.