La juventud no es una edad, es un clima del corazón,
es voluntad, es imaginación, es pasión.
Los años marchitan la piel;
renunciar al ideal, marchita el alma.
Joven es aquel que se sorprende y se maravilla,
que pregunta como el niño insaciable,
y después desafía los acontecimientos,
y encuentra alegría en el juego de la vida.
Serás tan joven, como tu fe
tan viejo, como tu duda
tan joven, como tu confianza en ti mismo
tan joven, como tu esperanza
tan viejo, como tu abatimiento.
Permanecerás joven
mientras permanezcas receptivo,
receptivo a cuanto es bello, bueno y grande,
receptivo a los mensajes de la naturaleza,
del hombre y del infinito.