El castigo de la indiferencia
Somos humanos porque estamos en constante interacción con otras personas. Por eso nos resulta tan desconcertante y dañino recibir un trato indiferente. La indiferencia se manifiesta cuando una persona trata a otra como si no existiera, la ignora o limita sus conversaciones a respuestas simples.
A continuación enumeraremos algunos efectos dañinos que puede causar la indiferencia:
-Provoca una fuerte tensión mental. Si no sabemos lo que la otra persona piensa, si no podemos “leerla”, nuestra mente de todas maneras hará el esfuerzo por descifrar a la otra persona con la escasa o nula información disponible. A mediano y largo plazo, esta actitud provoca ansiedad, búsqueda de nuevas respuestas y estrés, lo cual se traduce en tensión mental.
-Genera confusión. La indiferencia rompe un mecanismo básico en la conciencia humana: el mecanismo de acción y reacción. Cada vez que actuamos de una cierta manera, esperamos que la otra persona reaccione en consecuencia. Si bien a veces esta reacción no es la que esperábamos, resulta muy difícil de comprender la ausencia total de ella. La comunicación se vuelve imposible y el intento por interactuar se hace forzado y desgastante.
-Da origen a una autoestima baja. Al no obtener ningún tipo de respuesta de esta persona, se corta cualquier retroalimentación que podamos tener. En las etapas de formación de la personalidad, esto puede repercutir gravemente en la autoimagen. Es probable que aquella persona que ha recibido indiferencia en estas etapas, llegue a creer que no vale la pena interactuar con ella, dando lugar a una fuerte inseguridad.
¿Cómo reaccionar frente a alguien que me trata con indiferencia?
Si bien nadie tiene la obligación de prestarnos atención, siempre aspiramos a establecer una relación de constante interacción con nuestros seres queridos: familia, amigos y pareja. En caso de recibir indiferencia por parte de alguien importante para ti, intenta hacérselo saber.
Trata de explicarle la situación desde un punto de vista objetivo y también apelando a tus propios sentimientos. Será necesario que le expliques cómo te hace sentir esa actitud suya y pedirle que reflexione.
Habrá personas que simplemente no podrán abandonar esa forma indiferente de tratar a los demás. Si se trata de alguien muy importante para ti, tendrás que esforzarte para buscar una interacción. Es importante que lo hagas poco a poco y de manera gradual, o corres el riesgo de generar un “efecto rebote” y aumentar la indiferencia hacia ti. Es altamente probable que personas así hayan sufrido un trato indiferente en la infancia o durante la adolescencia.
Si lo anterior no te da resultado y sientes que comienzas a sufrir los efectos dañinos de la indiferencia, lo más sano será alejarte de estas personas. Si sientes que las consecuencias perjudiciales ya se están “instalando” en ti, es urgente que renuncies a tener una relación cercana con esas personas y busques proximidad con otros, para quienes sí seas importante. Intégrate a grupos donde seas escuchado y se valore tu forma de ser.
Romper con una relación de indiferencia te dará una nueva perspectiva del mundo y potenciará tu desarrollo.
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