Un informe emitido en Europa explica por qué el uso de unas vacunas genéticamente modificadas propuestas a la comunidad son éticamente cuestionables y no aconsejables por constituir un riesgo a la salud humana y el medio ambiente.
El gobierno de Noruega envió una valoración del tipo jurídico, social, de sostenibilidad y del tipo ético, rechazando el comercio de productos de esta naturaleza, al sumarse a la oposición manifestada por otros países de la Unión Europea, a través del Ministerio del Clima y Ambiente.
Las OGM u organismos genéticamente modificados son “microorganismos, plantas o animales cuyo material genético fue modificado mediante un gen o tecnología celular”, explicó la ministra Tine Sundtoft, el 26 de noviembre, fecha en que comunicó estar evaluando nuevos productos propuestos.
De acuerdo a la nueva legislación, si la Comisión Europea autoriza el comercio de un producto transgénico, los países miembros de la UE tienen que explicar por qué no quiere que se vendan en sus países.
La vacuna transgénica antirrabica Raboral V RG fue uno de los productos rechazados con anterioridad por Noruega y países europeos. A nivel jurídico el gobierno reclamó que representa un “riesgo de daños a las personas y al medio ambiente”.
Esta se prepara con el gen de un virus de la rabia en un virus de vaccinia, cuyo género, el Orthopoxviridae es de la familia donde están otros "tales como viruela, y varios poxvirus peligrosos y letales", dice el informe.
La vacuna se promueve para los animales salvajes y mascotas, con una aplicación manual o para esparcir en manera libre vía aérea.
A nivel de salud, “el virus vaccinia tiene una muy amplia gama de huéspedes (insectos, aves, roedores y la mayoría de los otros mamíferos), y por lo tanto se crea una verdadera oportunidad para la propagación de un virus modificado genéticamente, en los seres humanos y en los ecosistemas”. Este potencial riesgo humano está asociado al riesgo de la difusión y proliferación, destaca el informe.
Además sostiene que hay una deficiente investigación sobre los efectos a largo plazo.
- ¿Cuán estable es genéticamente el virus, a lo largo del tiempo?
- ¿Cuál es la capacidad del virus para que se recombine genéticamente o adquiera material genético de los virus de origen natural?
- Si los virus que existen en el ecosistema se pueden afectar
- La forma en que los insectos, pájaros o animales pueden actuar como vectores migratorios
- ¿Por cuánto tiempo el virus puede sobrevivir fuera de una célula viva bajo diferentes condiciones ambientales?
- Si el virus puede establecer infecciones duraderas, cínicamente persistentes o latentes
La decisión noruega incluso habla de una preocupación por el riesgo de complicaciones del tipo de meningitis, asociada justamente a la exposición del virus vaccinia.
En países donde no hay enfermedad de esta familia de virus, y no se requirió vacunación de este tipo de por décadas, el análisis advierte que “una proporción creciente de la población no es inmune a los virus de la vacuna”, que podría difundirse por la acción humana.
Cuando se vacunen las mascotas, la vacuna expone abiertamente el virus al ser humano, especialmente a los niños.
Otra preocupación es que “tampoco se examina la medida en que el virus vaccinia pueden hacer sus recombinaciones con otros orthopoxvirus estrechamente relacionados.
“La estabilidad genética viral de la vacuna a lo largo del tiempo no está bien documentada” sostiene el documento.
Además destaca que “de la literatura científica, sin embargo está bien documentado de que se produce una recombinación genética entre los animales de laboratorio y el poxvirus, y en la rápida propagación de este virus, a menudo ocurren alteraciones genéticas. Expertos de la industria en Noruega también apuntan al riesgo de recombinación y al aumento de la virulencia del virus de la vacuna, con consecuentes riesgos de salud tanto para los animales, las mascotas y el ganado salvaje”.
Otro factor de peligro expuesto, es que la vacunación de los animales salvajes y mascotas puede ocultar la incidencia de la enfermedad y por lo tanto impedir el diagnóstico, requerido en los planes de prevención de salud de un país.
De otro lado, advierte que la misma incertidumbre de las consecuencias de la vacuna a largo plazo, para la salud y para el medio ambiente dificulta una evaluación si la vacunación contribuye a un desarrollo sostenible.
“El riesgo de inconvenientes en el contexto de la vacuna no se considera que contribuya positivamente a la sociedad y la dirección sostenible, e implica que el permiso para la vacunación se considera éticamente cuestionable”, concluye el informe.
En un segundo caso, Noruega explicó por qué rechazó la vacuna genéticamente modificada contra la enfermedad de Aujeszky (ADV) o pseudorrabia (PRV) en cerdos, también se rechazó por motivos similares.
Esta es una enfermedad que también puede atacar a otras especies de ganado como vacas, ovejas, cabras, gallinas, gatos, perros y ratas. Es causada por el virus Herpes, virus suis 1.
Fue diagnosticada en Argentina en 1979, y está en la lista A de enfermedades infecciosas del ganado.
La vacuna contiene un virus ADV vivo modificado genéticamente. El propósito de la modificación genética se hizo para debilitar el virus de modo que proporciona el efecto inmunológico necesario sin causar enfermedad.
La modificación genética hace que la capacidad de causar daños en el sistema nervioso y el transporte de célula a célula se reduzcan.
Noruega destacó que Dinamarca rechazó la vacuna por falta de una prueba importante sobre las posibles consecuencias ecológicas y de salud adversas, y en conformidad con la legislación veterinaria al igual que el Reino Unido prohibió la vacuna.
La infección del virus se produce a menudo a través de las vías respiratorias, pero también puede tener lugar a través de las membranas mucosas. Puede ocurrir a través de la mosca doméstica como vector, por el consumo de carne infectada, a través de heridas en la piel, por vía natural o por transmisión de la madre al feto.
Expertos noruegos hicieron notar que se muestran “muy escépticos” con el hecho de que estén administrando la vacuna mediante inyección justo dentro de la piel, ya que hay gran riesgo de propagación del virus.
La incertidumbre relacionada con las consecuencias a largo plazo para la salud animal y el medio ambiente, hace difícil evaluar si este producto contribuirá al desarrollo sostenible, por lo que también fue declarado que éticamente no es justificable para aprobar su venta.
El nuevo estado jurídico sobre los organismos genéticamente modificados en Europa, indica que "en virtud de la Ley [las autoridades] todavía pueden prohibir o restringir las ventas, si a su juicio, implica un riesgo para la salud y el medio ambiente".
La Gran Época