¿Cómo cambia nuestra mente cuando nos hacemos mayores?
El envejecimiento forma parte de nuestra vida. Todos inevitablemente vamos envejeciendo. Nuestro cuerpo y nuestra mente ya no son las mismas; pero tomarse esta etapa de la vida con optimismo y como una parte de la vida llena de alicientes es una tarea interesante para la que todos debemos prepararnos.
¿Cuáles son los cambios cognitivos más importantes en el envejecimiento y que beneficios podemos sacar de ellos?
- Hay una pérdida significativa de las funciones intelectuales. Pero a cambio podemos seguir realizando actividades intelectuales porque tenemos más tiempo y podemos ayudar a que esta idea no nos sea tan dolorosa. Leer un libro, escribir por placer o ver programas de carácter cultural pueden ayudarnos.
- Hay una pérdida de las destrezas y obligaciones por desuso pero también adquirimos otras por uso. Por ejemplo ciertas habilidades que utilizábamos en nuestro trabajo como llevar las cuentas o manejar el ordenador como lo hacíamos en el trabajo ya no serán igual pero igual queremos sorprender a nuestros nietos con nuestras comidas y adquirimos una habilidad especial para estas que antes no teníamos simplemente por el tiempo.
- Se pierde velocidad para procesar información. Pero hemos ganado en experiencia, ¿No? Quizás los más jóvenes sean más rápidos haciendo operaciones de cálculo pero nosotros con la experiencia podemos saber minimizar el número de cuentas para alcanzar el resultado a la misma velocidad o incluso más rápido.
- Perdemos capacidad para recordar pero nuestra memoria implícita (es aquella en la que las experiencias previas nos ayudan a ejecutar una tarea con éxito) y nuestras habilidades verbales quedan prácticamente intactas.
Además somos más maduros, más estables emocionalmente… y es que hemos aprendido mucho de la vida. Esta nos ha enseñado mucho a lo largo de los años y debemos aprovecharlo.
Ya hemos dejado atrás nuestra etapa laboral, la crianza de los niños… todo un alivio si sabemos invertir nuestro tiempo. Es una estupenda oportunidad para viajar, realizar nuestras actividades y aficiones favoritas o disfrutar más de la familia y los nietos.
Así es que cada etapa de la vida tiene sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas y el envejecimiento además de algunos achaques de más, las arruguitas o el aumento de peso, es una etapa que puede traernos momentos muy buenos en nuestra vida.
Y es que en la sociedad en la que vivimos en la que la juventud es un valor, somos muchas las personas que de un modo u otro no llevamos bien el envejecimiento; y lo cierto es que “nada es verdad ni es mentira todo depende del color del cristal con que se mira…”
Evidentemente no podemos generalizar y cada caso es distinto pero lo que si podemos afirmar es que si intentamos ver el lado positivo de esta nueva etapa de la vida aprovechando el tiempo y a madurez de la que ahora gozamos, podremos disfrutar tanto o más que cuando éramos jóvenes.
Te animamos a que veas el envejecimiento bajo otro prisma y que ayudes también a tus mayores a ver la vida de otra manera, te sentirás mejor y les harás sentirse mejor.
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