Cada reto es una bendición.
Porque es una gran oportunidad de poner en práctica
todo lo que hemos aprendido. Si no tuviéramos la
oportunidad de demostrarnos a nosotros
mismos qué tantas habilidades hemos adquirido,
no tendríamos el sentido del triunfo.
Cada nueva experiencia es un regalo de la vida
que nos permite valorar lo que tenemos y lo que
somos. Es el regalo de hacernos más fuertes,
más conscientes, más congruentes, más activos.
De esa manera pasamos por la vida dejando huella
en nuestra propia vida... en nuestra historia.
Es la manera de sentirnos más vivos.
A/D