UNA CONMOVEDORA HISTORIA DE ENTREGA

Por Ivan Bavcevic, Croacia

El Sr. Ivan Bavcevic es el Coordindor de la Juventud Sai para Europa del Sur.

Después de graduarse con distinción del American College of Management and Technology de Dubrovnic, Croacia, sirvió como jefe de personal de la oficina de Su Alteza Real, la Archiduquesa de Austria.

Ha trabajado también como profesor asistente en la Institución en que estudiara y

actualmente dirige una empresa involcurada en desarrollo profesional y

consultoría de empresas.

A continuación, la transcripción de su charla en la Divina Presencia,

el 27 de julio de 2007, segunda jornada de la

Conferencia Mundial de la Juventud.

        Queridas hermanas y hermanos, amado Amigo, Maestro y Señor, mi bienamado y único Yo Mismo, me siento agradecido y bendecido por la oportunidad de dirigirme a esta Santa asamblea en la presencia de nuestro bienamado Bhagavan Baba, y a Él le ruego pensar y hablar a través de este cuerpo, ahora y siempre.

        Pensé que me iba a sentir nervioso hablando frente a miles de personas, mas entonces recordé que no puedo sentir nervios frente a mi propio yo mismo, ni siquiera estando diseminado en miles de formas.

        Resulta difícil llegar a comprender con nuestras mentes lo que significa estar parado aquí en este sacratísimo lugar. Mas eso es exactamente lo que no es necesario. Nuestra alma sabe de la grandeza de esta ocasión y eso es suficiente. No hay necesidad de comprender con nuestras mentes, ya que la mente nos llevará sólo a limitadas y pequeñas conclusiones, y nos alejará de la Verdad.

Toda Vida lleva a la Rendición

        Cuando pensé acerca de qué compartir con ustedes hoy, me dí cuenta que no podía sino hablar de mi experiencia personal. Podía haber compartido con ustedes el conocimiento que he acumulado de libros y de otros, pero todos ustedes también pueden leer y escuchar por sí mismos. Lo que es más importante es el cómo implementar las enseñanzas en este cuerpo y en esta vida; aquello que he realizado de las experiencias y eventos de la vida y a cuales entendimientos he llegado. Porque la vida sirve como una herramienta para experimentar diferentes aspectos de nuestra Divinidad y la Divinidad está presente en cada cosa, cada ser, cada situación, cada experiencia y cada momento que encontramos. Me dí cuenta que todos los eventos llevan a la práctica de la entrega a Dios.

        Si miro hacia atrás a mi temprana infancia, hacia momentos que puedo recordar, percibo una mano invisible guiando mi vida. No me crié en una familia religiosa o espiritual, en especial puesto que era un país comunista, pero mis amados padres siempre supieron que había algo que era más grande que nosotros. No lo llamaban Dios, pero sabían que existía algún tipo de energía, algún ser, alguna conciencia que lo saturaba todo, y nos decían a mi hermana y a mí que podíamos elegir una forma en qué creer cuando creciéramos. Aunque nunca fueron a la iglesia o a rezar, nos enseñaron que siempre dijéramos la verdad, a amar y respetar a otros, a tolerar las diferencias y a perdonar, le estoy agradecido a Swami por ellos, porque sólo Dios le puede dar a uno tan maravillosos padres y maravillosa niñez. Mi padre, un hombre no religioso, solía decirme al menos dos veces por semana: "Hijo, recuerda que eres Dios y vive siempre tu vida como uno." Me estaba diciendo la mayor de todas las verdades desde la más tierna infancia, aunque en ese tiempo yo no me diera cuenta. No me sentía cómodo pensando que 'Yo soy Dios'. Pensaba que él no debía ponerme a la altura de las 'estrellas' de ese modo.

La Invisible Mano de Sai

        Es así que cuando miro hacia mi niñez, de los padres y abuelos que tuve, del nacimiento al jardín infantil, de la escuela elemental a la superior, y en todas las buenas cosas que sucedieron, puedo ver que la mano invisible que lo ordenaba todo, era definitivamente la mano de nuestro muy amante Señor Sathya Sai Baba. Mientras escribía la charla, recordé que pasé una gran parte de los primeros diez años de mi vida con mis abuelos. En el idioma croata, el término para abuela es 'Baba'. Era un nombre al que yo llamaba al menos unas 20 veces por día: Baba, tengo hambre; Baba, ¿dónde estás?; Baba, ¿puedo comer helado?; Baba, salgamos; Baba, veamos TV, etc. En cierto modo, Swami se aseguró que yo recurriera a Su Nombre desde los primeros años de mi vida, sin siquiera saberlo.

        La primera vez que vi Su imagen fue en 1985, en la TV de Yugoslavia, cuando pasaron un documental sobre un hombre santo de la India, 'quien podía materializar un polvo desde un jarrón de metal, por un largo rato', (el Vibhuti Abhishekam que Swami solía llevar a cabo en los años setenta). En casa quedábamos todos sorprendidos por lo que Él podía hacer y, en ese momento deseé poder verle hacerlo en persona. Nunca pensé que Él Mismo haría que se realizara ese deseo y que yo viajaría a la India 15 años más tarde. Nuestro amado Swami jamás permite que algún anhelo sincero, algún deseo inocente y honesto pase desapercibido y quede insatisfecho. Porque, Él es el Realizador de nuestros sueños y el Dador de todas las Mercedes.

La Divina Afirmación de Jesús

        No fue sino hasta el 3er grado de la enseñanza superior que comencé a leer la Biblia Católica, y una noche le pregunté a Dios si Él realmente existía. Esa noche soñé que Jesús nos salvaba a un amigo y a mí de unos criminales. No creí que el sueño fuese cierto, de modo que a la noche siguiente hice la misma pregunta y Jesús nuevamente llegó a mi sueño y dijo que me protegería y que yo estaría a salvo con Él. A partir de ese momento creí que Dios era verdadero.

        Entonces, un buen día, leí en la Biblia una historia acerca de José, un hijo de Jacob, que le era muy querido a su padre y cuyos hermanos le iban a abandonar en el desierto para morir, aunque le vendieron a una caravana como esclavo, porque estaban muy celosos de él. La caravana le llevó a Egipto en donde era esclavo y vivía en terribles condiciones. Mas José tenía una gran fe en Dios y era muy amado por Él, y poseía el don de predecir muchas cosas y también de interpretar los sueños de otros. Predijo muchas cosas hasta que el Faraón se dio cuenta que podía ayudarle de muchas maneras al país. Un día, José predijo que iba a haber 7 años de excelentes cosechas, seguidos por otros 7 años de sequía. El faraón le puso a cargo del abastecimiento de alimentos para todo el Reino de Egipto. Cuando llegó la sequía, tenían provisiones suficientes, mientras los países circundantes comenzaban a padecer de hambre. Jacob, quien vivía con sus hijos en Israel, envió a sus hijos a solicitar alimentos en Egipto, ya que morirían de no conseguirlos.

        Cuando los hermanos llegaron a Egipto, fue José quien los recibió. Cuando se dieron cuenta que se trataba de su hermano menor, sintieron tanto vergüenza como temor. Él les dijo que no temieran, ya que había sido Dios Mismo quien le había hecho pasar por tantas penurias con el objeto de poder salvar a Israel y a su familia del hambre. Puesto que, si ellos no le hubieran vendido a esa caravana, nunca habría llegado a ser el encargado del aprovisionamiento de alimentos en Egipto ni a ser capaz de ayudar a su familia.

"Todo es Perfecto"

        Esta historia me llevó a creer firmemente en la voluntad de Dios y en Su Plan, y en saber en todo momento que sucediera lo que sucediera, siempre sería para mi mayor bien. Desde entonces, intento aceptar cualquier cosa que me suceda como la mejor posible, la cosa perfecta. Incluso aunque, en un principio, no parezca tener sentido, estoy convencido que lo cobrará en la próxima hora, o el próximo día, o en un mes o en algunos años.

        Ya no me preocupo y no me pregunto por qué algo me sucede. En realidad, soy yo el que ha atraído ese evento sobre mí, para comenzar. Todo lo que Le ruego a Dios es por la fortaleza para aceptar las cosas y los eventos que Él me envía y para darme cuenta que es así como deben ser. Todo es perfecto, como ha de ser. Este es el primer paso en la senda hacia la entrega. De modo que, simplemente, dénle las gracias a Dios y siéntanse agradecidos por todo lo que suceda, ya que, de seguro, es lo mejor para ustedes.

        Esto me hace recordar mís días de estudiante, cuando me inscribí en una universidad privada en Croacia. En Croacia la educación universitaria es gratuita, mas si uno ingresa a una institución privada, ha de desembolsar mucho dinero. Toda mi familia reunió dinero y pude matricularme en el primer año. No obstante, para el segundo año no teníamos dinero. Mis padres me preguntaron si me preocupaba el hecho que no pudiéramos costear mis estudios y les dije que no estaba en absoluto preocupado. Dije, "En primer lugar, no fui yo quien me puso en esta universidad. Dios me puso aquí y Él va a pagarla." Un mes más tarde recibí una beca inesperada y pude continuar mis estudios.

        Si miro 7 u 8 años atrás, cuando Swami estaba presente en mi vida sin que yo tuviera conciencia de ello, puedo constatar que era una persona bastante temerosa, a menudo nerviosa y enfadada, a menudo taciturna y solitaria, a veces ofensiva y descortés, sintiendo que algo importante me faltaba. Ese 'algo importante' entró a mi vida hacia fines de 1999 y resultó ser mucho mayor de lo que alguna vez pude pensar. Nuestro Bienamado Señor se aseguró que yo entrara al nuevo milenio con Él en mi mente y mi vida. En ese momento recordé muchas situaciones de mi vida en que era obvio que Su mano lo había puesto todo perfectamente en orden y oportunidad. Hay incontables eventos que mostraban la constante presencia de Swami y Su preocupación por mi vida, y no sería posible hablar de todo ello ahora, ya que van desde admisiones a colegios y universidades, a salvar mi cuerpo sin un rasguño en mortales accidentes automovilísticos, a conseguir excelentes empleos con personas renombradas y con la realeza europea.

        Cuando fui contratado el 2002 para trabajar como ejecutivo para Su Alteza Real la Archiduquesa de Austria, llegué al lugar en que estábamos abriendo nuestra nueva oficia. No había nadía, como tampoco muebles ni equipamiento. Abrí un estante y, en la puerta, vi una foto de Swami vestido de amarillo. Nadie sabía como había llegado ahí esa foto. Swami siempre se asegura de mostrar Su omnipresencia y su injerencia en nuestras vidas.

Ahondando la Rendición

         Queridas hermanas y hermanos en Sai, me gustaría compartir con ustedes algunos de los cambios en mi vida desde el año pasado. En 2006 me dí cuenta que, pese a que sentía que me estaba entregando al Señor y creía en Su voluntad, todavía confiaba en la seguridad y la comodidad terrenales. Si miraba honestamente en mi mente y hábitos, descubría que pensaba : "Si todo lo demás fracasa y muestra ser erróneo, sigo teniendo un empleo muy bien pagado, una buena carrera, una casa donde vivir y estoy seguro." Observé que este concepto mental me estaba apartando de una rendición, una entrega más profunda. Decidí dejar el empleo soñado y el sueldo seguro y, con la ayuda de Dios, abrir mi propia empresa que se levantaría sobre valores humanos y administración dhármica, y que se dedicaría a la consultoría, sobre como manejar mejores negocios

        Cuando deben ganarse el pan cada mes, cosa que no está garantizada, es mejor que se entreguen a Dios. Le dije a Swami : "Este año, 2006, está terminando y siento que es el final de una gran parte de mi vida.

Estoy pronto a formar parte de Tu Sagrada Misión y a abandonar mis mezquinos hábitos y conceptos mundanos. Estoy dispuesto a entrar al 2007 con un nuevo espíritu de dedicación y de compromiso Contigo." Cuando le dicen "si" a Swami, entonces rechazan el derecho a ser como cualquier otro. Y cuando dan ese primer paso hacia Él, Él da cientos hacia ustedes.

        No pasaron muchos días después de mis palabras para Swami, cuendo recibí un correo electrónico del Sr. Reddy, el Director de la Fundación Mundial Sri Sathya Sai, diciéndome que Swami me había benignamente aprobado para ser miembro del Comité de Planificación para esta Conferencia Mundial de la Juventud. ¡Podrán imaginarse mi alegría, mis lágrimas y mi absoluta felicidad con esta noticia! Pensé que estaba soñando. Y sabía que no era únicamente un honor, sino una enorme responsabilidad. Cuando "trabajan" para el Señor del Universo entonces se vuelven sumamente cuidadosos en todo lo que piensan, dicen y hacen. Y cada día se convierte en un nuevo desafío.

        Sentí en verdad que había estado creciendo en mi entrega a Swami. Cuando miro hacia atrás, a los años anteriores, cuando pensaba que le había confiado mi vida a Dios, me dí cuenta que no me había entregado, comparado con lo que realizo ahora. En realidad, desde diciembre pasado, descubri que, cada día, aumenta mi nivel de entrega. No hay límite respecto a cuanto uno puede estar entregado hasta que ella o él no se fundan finalmente con el infinito ser de Dios.

        El entregarse no significa esperar que todo sea allanado. Por el contrario, Dios nos pone por delante muchas y cada vez más desafiantes situaciones como para que progresemos por nuestra senda espiritual. Mas en la entrega, uno no se preocupa, puesto que no está solo. Sabe que Swami vela por uno, porque uno le es más caro que lo más caro y que Él está ahí para uno en todo momento. Imaginen lo grandioso que es nuestro Señor cuando es capaz de dedicarle cada momento a cada uno de nosotros individualmente. A todos los billones de gentes y de otros seres, Él le dedica cada segundo a cada uno de nosotros individual y personalmente. Nada ni nadie es dejado de lado.

El Cielo es Ahora Mismo

        No puedo sino sugerir que cada uno de nosotros mire sinceramente dentro de sí y vea qué es lo que aún queda por ser transformado y entregado a Dios. Un hombre santo dijo que podría parecer un proceso el que le lleve a uno al cambio, mas al final es un momento instantáneo que lleva a la transformación. No podemos saber cuando se producirá ese instante, pero podemos comenzar a vivir nuestras vidas como si ya hubiera sucedido. Al vivir la meta, al caminar el habla y al hablar el pensamiento verdadero, podemos usar nuestro poder creativo para crear el Cielo en la Tierra en esta vida, en este día, en este minuto. Y si miran a su alrededor, verán que ya están en el Cielo, ahora mismo.

        Quisiera recordarnos a todos nosotros cuan afortunados somos al estar aquí. Hemos aguardado por cientos de vidas para nacer para servir en la Misión de este Avatar. Esa oportunidad ha llegado ahora. El Avatar Mismo nos ha invitado acá en Su nombre para comenzar a llevar Su Misión de Amor hacia este mundo, no con palabras, sino con nuestro propio ejemplo. Nuestra vida debiera convertirse en la Misión misma, convertirse en el Amor mismo. Para eso es que estamos acá. Debiéramos preguntarnos cada día : "¿Todo lo que hago en la Organización Sai, en el trabajo, en casa, y en público hace que mi corazón sea más amante y más abierto?" Si tuviera más Amor como resultado de todas las actividades, entonces lo estoy haciendo bien. Si no tuviera más Amor, si no fuera más Amor, entonces todo lo que hago será en vano. Porque el Amor es la meta, la fuente y el medio.

Viviendo una Nueva Visión

         Después de estos tres días de Conferencia debiéramos no sólo regresar a casa diciendo cuan bien lo pasamos, que buena comida nos servimos y a que tipo de debates asistimos. Sino que debiéramos realmente captar el significado y lograr una transformación dentro de nosotros. Cuando retornemos a casa todos esperarán de nosotros el ser los líderes de la nueva Era.

        Mas podemos liderar únicamente con nuestro Amor, nuestro Carácter y nuestro Ejemplo Personal. Esta es la mayor de las oportunidades que pueda tener un alma y no debiera ser desperdiciada. Nuestros herederos contarán historias acerca de este gran momento y no podrán entender como algunas personas fueran incapaces de aprovecharlo y reconocer su grandiosidad.

        Permitámonos ahora difundir este paraíso allende los muros del Ashram, llevándolo en nuestros corazones, nuestras mentes, nuestros labios y nuestras manos prontas a ayudar. El paraíso y su paz pueden ser difundidos únicamente a través de nuestro propio ser y nuestra presencia misma en este mundo. De esta manera podemos experimentar nuestra innata Divinidad y demostrarle a Swami que merecemos ser llamados Encarnaciones del Amor Divino - Dioses caminando en la Tierra.

        Le estoy agradecido a Swami por esta Vida, por todas las vidas, por la oportunidad de hablar aquí hoy y rogar por que nos mantengamos siempre conscientes de Él. Quiera el Amor guiarnos. ¡Jay Sai Ram!

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Publicación original en H2H

Traducción de Herta Pfeifer

Santiago, septiembre 2008