Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
Prashanti Nilayam 15/01/70
Hislop, acepta mis bendiciones. Las cartas que has enviado han sido todas recibidas y las he leído todas, pero no pude enviarte contestación inmediata. Muchos miles de devotos se habían reunido durante Dasara, el Cumpleaños y la Conferencia Nacional India de los dirigentes de las Organizaciones Sai, y así, no pude ni siquiera disponer de un momento de descanso. Además, como ya se inició la construcción del Colegio, he estado en Bangalore como por un mes. Kasturi estaba en Prashanti Nilayam, y las cartas para ti tenían que ser traducidas y mecanografiadas, por lo que el retraso se alargó. Esto es lo que sucedió. Pero no por esto pienses que te he olvidado. Nunca habré de olvidarte. Dondequiera que tú estés, eres mío. Dondequiera que Yo esté, soy tuyo. El lazo entre los dos es átmico (Alma y alma), no depende del tiempo, del espacio ni de los caprichos de los cuerpos físicos.
Hislop, llamo tu atención hacia los acontecimientos en algunos hogares, sobre los cuales escribiste. La disciplina y el empeño espiritual no deben dirigirse a la ostentación; deben orientarse a la práctica. Uno tiene que ganarse la experiencia del progreso espiritual mediante la práctica. Después, esa experiencia ha de compartirse sólo con las personas más cercanas a uno, aquellas que tienen un sincero y dedicado interés sobre tales experiencias. No me gusta la publicidad de tales asuntos en los periódicos, anunciándolos a quien sea, como si fueran baratijas que se venden en el mercado.
La dulzura del espíritu no es un platillo que puede servirse sobre el mostrador. No puede ser adquirido en una tienda; ninguna empresa puede proveerlo a sus clientes. Su naturaleza es la de la Iluminación Divina; tiene que ser evocada, desde sí mismo, para sí mismo. Hablar públicamente de la experiencia de esta iluminación es caer en un pasatiempo mezquino.
Existen algunas personas que se dedican al sadhana, al estudio y a escuchar discursos por satisfacción mental pasajera o incluso por entretenimiento. Ellos piensan que ese poquito es suficiente esfuerzo. Pero la tarea no ha terminado para éstos… El alimento tiene que ser cocinado, tiene que ser consumido y tiene que ser digerido y asimilado. El cuerpo puede desarrollar fortaleza sólo cuando estos tres pasos son realizados, uno después del otro. Similarmente, lo que es escuchado debe ser reflexionado, lo que es reflexionado debe ser puesto en práctica. Es sólo cuando se llevan a cabo estos tres que el Atmananda (Bienaventuranza Atmica, la Bienaventuranza de la comprensión de la Realidad) puede ser alcanzada.
Si, en vez de esto, lo que se logra es muy poco y lo que se publica sobre uno mismo es mucho más, uno se convierte en blanco de burla. Aquél que pone en práctica un solo punto de la disciplina espiritual obtiene mucho más beneficio que el que predica sobre cien artículos. Una semilla sembrada en la tierra germina, crece en árbol y rinde fruto. Sin embargo, si es depositada sobre la superficie, no germina. Así también, la fe implantada en la profundidad del corazón se expresará a sí misma como un árbol, es decir, dará fruto: experiencia espiritual. Pero si la fe sólo está en la superficie, será disipada en la publicidad y en el ridículo que provoca. Sólo a los bienes que no tienen demanda se les hace mucha propaganda. Para el puro y para el santo, ¿qué necesidad hay de publicidad? La publicad de las experiencias espirituales es un mal hábito, muy contrario a la actitud espiritual.
Yo no necesito nombre y fama. Son cosas muy detestables. No hagan propaganda sin antes llenar el corazón con amor. Vivan y actúen en el espíritu de completa fraternidad, con amor y consideración para todos, y demuestren que han conocido la Verdad fundamental por medio de la manifestación espontánea de esa genuina experiencia. Cualquier otro método tan sólo fomentará escepticismo y ateísmo.
Aquellos que buscan lograr la firmeza de la fe deben primero adquirir la fortaleza para soportar la angustia y el pesar, el insulto y la calumnia. No deben caer de un punto de autocontrol (Yoga) a un ataque de excesos (Bhoga) para terminar en un período de enfermedad (Roga). El autocontrol debe persistir como autocontrol hasta el final. El yogui debe continuar como yogui hasta el final de la vida. La alteración de júbilo y pesar debe ayudar a fortalecer la fe y tornarla inconmovible. Sólo eso puede evidenciar una verdadera devoción.
Cuando hay viento, una bola de hierro y una hoja seca, ambas, permanecen inmóviles, de manera similar sobre la tierra. Sería erróneo el concluir que son, por lo tanto, de la misma naturaleza. Dejen tan sólo que el viento sople un poco fuerte: la hoja se levantará y volará lejos; la bola de hierro no será afectada. Tal es la naturaleza de los falsos y los verdaderos devotos. Cuando no hay dolor o pesar, ambos, el falso y el verdadero, son parecidos; cuando el dolor o la discordia se presentan, la falsa devoción se retira. La devoción que busca publicidad no es la verdadera y firme devoción. Sólo la devoción que es confirmada en y a través de la práctica puede ser la fuente de la Bienaventuranza perdurable.
Las experiencias pueden ser comunicadas entre nosotros mismos o a nosotros mismos, o incluso a aquellos que muestren deleite en escucharlas y estén deseosos de compartirlas; pero si se anuncian en público a quienquiera que pueda escuchar, éstas pueden no se percibidas en su verdad, pueden incluso ser malinterpretadas y ridiculizadas. Aquellos que no tienen hambre no serán impresionados, aun cuando se coloque delante de ellos una variedad de deliciosos platillos.
Cuando la Divinidad es buscada, uno siempre debe comportarse con un sentimiento de amor, carente de la más mínima traza de odio, envidia e ira. El sadhana debe ser primero dirigido hacia la eliminación de estas cualidades. Cuando las relaciones humanas son aceptadas como la base de la actividad, uno inevitablemente es atraído hacia el cenagal de separatividad y distinciones. Cuando uno cultiva la visión interna, uno alcaza la convicción de la igualdad básica de todo. Observa los troncos de los árboles (no las ramas, tallos, flores y hojas), y te convencerás de la igualdad de todos los árboles. Similarmente, cuando uno observa únicamente la posición y los niveles, el puesto y la autoridad, únicamente diferencias y distinciones impactarán a la mente. Pero, en cada uno, como la base misma de la existencia, existe una y única Alma, el Atma. Eso es lo que ha de conocerse y realizarse.
El hombre obtiene del interior de sí mismo todo el júbilo y paz que necesita y no de fuentes externas a él. Así, la mejor disciplina espiritual es fortalecer la visión interna.
¡Mi querido Hislop! No se dejen arrastrar por otros empeños; continúen con el sadhana, inalterados por aquellos. Yo, Swami, estoy contigo, al lado tuyo, frente a ti, detrás de ti, en tu hogar; Mi Amor, Mi Compasión, Mi Gracia, siempre están contigo, nunca estarás sin ellos. Experimentarás la Bienaventuranza del Atma, la Realidad, muy pronto.
Dale mis infinitas bendiciones a tu griha-lakshmi (la Diosa del Hogar, que confiere paz y prosperidad sobre el hogar), la señora Hislop. Que entre ambos se derrame la concordia mutua, la paz y la alegría; que logren la gloriosa consumación de su sadhana: la realización de la Realidad.
Bendiciones para la Familia Sai. Desechen la maldad, odio, envidia y ostentación; desarrollen amor y tolerancia, avancen en el sadhana por estos medios. Primero obtengan Ananda (Bienaventuranza espiritual), y después busquen transmitirla a aquellos que la buscan, entre la gente. Cuando el tanque está vacío, ¿cómo pueden las tuberías dar agua? Llenen los tanques con agua potable pura; sólo entonces podrán dar agua al sediento.
Con Bendiciones
Baba
gentileza Gustavo Schettini