Buenas y malas acciones No sigan imaginando simplemente que harán esto o aquello y que van a alcanzar esto o aquello, como para ir agotándose por el resto de sus vidas. No pueden plantar las semillas en un sitio y esperar que el árbol brote en otro lugar. No pueden plantar un tipo de semilla y esperar que brote un árbol diferente que no corresponda a ella. Sea cual fuere el nivel de vuestra inteligencia, habrán de continuar trabajando con los pensamientos puestos en el Señor. El resultado de todo buen trabajo no podrá ser sino bueno. Cualquiera haya sido el trabajo que realizaron en el pasado, Brahman, el Ser Supremo, unirá todo, lo bueno y lo malo, en una guirnalda que les colgará al cuello cuando nazcan. Nacerán con esta guirnalda de cosas buenas y malas y habrán de sufrir todas las consecuencias de ella. En este mundo, son nuestras propias acciones las responsables por todo lo bueno y lo malo que encontremos. La causa de vuestro nacimiento es vuestro propio karma. Ya sea que realicen buenas o malas acciones, todas ellas harán que nazcan de nuevo una y otra vez y experimenten las consecuencias de vuestro propio obrar. Nuestro deber, el código de conducta hindú, es el que pone su fe en las doctrinas de la ley de causa y efecto, del renacimiento y de las características de un Avatar. Entre todos los credos del mundo, el código de conducta hindú es el único que acepta estas tres doctrinas. En este contexto de la creencia en que la acción de uno determina que vuelva a nacer, puede que se pregunten qué conducta debería haber realizado Dios para llegar a nacer como ser humano. Así como para el nacimiento del hombre la responsabilidad recae en su accionar bueno o malo, deberá haber también buenas y malas circunstancias para que Dios asuma el nacimiento como ser humano. Hay aquí una importante diferencia que cabe subrayar. Si el hombre hace el bien o el mal, las consecuencias no se aplican sino a él mismo. Las causas para la llegada del Avatar son tanto las buenas obras realizadas por la gente buena, como las malas obras realizadas por la gente mala. Ambas se conjugan para el descenso de Dios en forma humana. Esto se evidencia en la historia del Avatar de Narasimha. Hay razones similares para cada Avatar. El Señor toma una forma humana debido al karma de otros. Asume esta forma por su propio libre albedrío, por voluntad propia. Bhagavan Sri Sathya Sai Baba Extraído del libro: Lluvias de Verano – Vol. 4. |