Ustedes deben pensar que Dios está presente en todo y deben respetar a todo el mundo. Si respetan a Dios, deben respetar a los demás. Nunca miren los errores de los otros. Primero traten de corregir los propios. Contemplen solamente lo bueno de los demás. Primero corríjanse. Esto es espiritualidad. El hombre alcanzará nobles alturas cuando vea los méritos en los otros y vea sus propios errores. La humanidad del hombre se reduce completamente cuando habla de sus propias grandezas y trata de tapar sus errores, encontrando errores en los demás.