Los
Avatara Purushas (divinos advenimientos) a diferencia de los mortales
comunes. no tienen méritos ni deméritos acumulados de nacimientos
anteriores. No tienen balance alguno que deban pagar en un
nacimiento. Lo Suyo es un Leela (juego divino), un nacimiento asumido.
La bondad de los buenos y la maldad de los malos proveen razones para
un Avatar del Señor. Como resultado del advenimiento del Señor, los
buenos se sentirán felices, y los malos sufrirán. El Avatar, no
obstante, no siente alegría ni pesar, aunque esté inserto en el cuerpo
que ha asumido. El Avatar no está constituido por los cinco elementos;
es chinmaya y no mrinmaya – espiritual y no material; nunca podrá ser
alterado por el egoísmo o el sentido de 'mío' y 'tuyo'; no es afectado
por la ilusión engañosa que nace de la ignorancia. Aunque los hombres
puedan confundir a un Avatar con sólo un ser humano, eso no afecta Su
naturaleza; un Avatar viene para una tarea y está siempre seguro de
cumplirla.
- Geeta Vahini, Ch 8.
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