EDICIÓN ESPECIAL EDITORIAL
¡PREMASWARUPULARA!
El ser humano siempre quiere ser amado; nadie quiere ser odiado, porque el amor es la verdadera naturaleza del hombre, no el odio. Nos sentimos dichosos cuando recibimos amor, y nos sentimos desdichados cuando somos odiados. En nuestros tiempos, Dios descendió a la Tierra en la forma humana de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba, y le mostró al ser humano el camino del amor, para permitirle que se dé cuenta de su auténtica identidad, y experimente la bienaventuranza. Bhagavan declaró: “El Amor mismo encarnó en la Tierra, para enseñar a la humanidad la verdad del Amor Divino”. Por lo tanto, el ser humano debe vivir su vida a la luz de esta verdad, y hacer que su vida sea divina. Bhagavan practicó lo que predicó. Su vida entera es una saga de amor. Dio amor a millones de personas. Su amor trascendió todas las barreras de casta, credo, raza, religión, nacionalidad e idioma. Él amó a todos – ricos y pobres, eruditos y masas analfabetas, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, y personas de todos los ámbitos de la vida y todos los estratos sociales. A todos les dio el amor de mil madres. Su amor fue puro, incondicional y desinteresado; en Su amor no había el menor asomo de egoísmo.
El egoísmo destruye la pureza del amor. El amor puro hace divino al ser humano. Por el contrario, el hombre pierde su humanidad cuando pierde el amor. De hecho, se deshumaniza cuando predica y practica el odio. El amor es la más poderosa fuerza unificadora; une a la gente de todas las culturas, credos y nacionalidades. El ser humano puede traer el Cielo a la Tierra si sigue el camino del amor puro y desinteresado demostrado por Bhagavan. Por el contrario, creará el infierno si predica y practica el odio, el egoísmo y la codicia. “Privado de Prema, el mundo se convertiría en un caldero de sufrimientos”, previno Bhagavan al ser humano. Por lo tanto, el ser humano debe usar su discernimiento para seguir el camino ejemplificado por Bhagavan, y hacer de este mundo un paraíso de dicha, en el que todos den y reciban amor puro, y nadie practique ni predique el odio. Para los devotos de Bhagavan, el mejor tributo a Bhagavan en ocasión de Aradhana Mahotsavam sería el rededicarse a sí mismos al camino de amor que Él ha mostrado.
En cada Discurso, Bhagavan se dirigió a Sus devotos como Premaswarupulara (encarnaciones del amor), no una sino muchas veces. Bhagavan dio Su primer Discurso durante los festejos de Dasara, en el día de Vijaya Dasami de 1953. Nos bendijo con Su último Discurso el 22 de noviembre de 2010. Durante esos 57 años, Bhagavan pronunció miles de Discursos, en los cuales miles de veces llamó Premaswarupulara a Sus devotos. Obviamente, Él quiso que llegáramos a ser encarnaciones del amor, como Él. ¿Lo somos?
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