23 de Enero de 1982
El Señor Sridara es la encarnación del amor, Él vive en el amor, el amor
es su divina forma, su amor penetra por doquier en el Universo. El amor
es el "Tharaka mantra"; Dios no puede ser comprendido sin este supremo
amor. ¿Cómo pueden ustedes tener buenos pensamientos sin comprender este
amor que es Dios?
Si algo se oxida, pueden limpiarlo, si la semilla tiene una cubierta,
pueden quitarla. Pueden eliminar la ignorancia de un individuo normal,
¡pero no es posible corregir a un tonto!
Todos ustedes han sido traídos aquí hoy por los lazos del amor. Sólo el
amor ata una persona a otra y una cosa a otra; el mundo entero está
lleno de amor; la vida sin amor no puede llamarse vida.
En el amor existen tres niveles: el primero es el mejor y más alto. Los
hombres de este nivel tienen una fe y una creencia completa en que Dios,
que es la encarnación de la bienaventuranza eterna, está presente en
todos los seres sin excepción. Ellos sienten que Iswara está presente en
todas partes, en todas las cosas, en forma de amor. Para tales
personas, el sentimiento será: "Sin odio hacia nadie". Ellos sólo miran
amor en cada ser, no ven ninguna diferencia entre su "propia" gente y
los demás. Las personas llenas de tal amor supremo experimentarán paz y
bienaventuranza.
Los del segundo nivel se preocupan sólo de su propio bienestar y el de
sus hijos y parientes, por su comodidad y su felicidad. No se preocupan
por otros, ni por sus méritos ni por sus errores. Estas personas pueden
denominarse de nivel medio.
Existen otras que no se sienten felices si ven felices a otras personas;
de hecho se vuelven celosas ante su felicidad, están buscando siempre
señalar errores y criticando a otros; no pueden tolerar que otras
personas sean felices; por eso arruinan toda muestra de amor en ellas.
De la misma manera en que un cuervo se siente celoso cuando canta bien
un cuco, estas personas se sienten celosas ante los atributos de los
demás. Así como el cuervo ridiculiza al cisne, estas personas
ridiculizan a la gente buena. Están en el nivel más bajo del amor.
Aunque el amor está presente en estos tres tipos de personas, ellas
gozan, experimentan y usan este amor de diferente manera. En cada árbol
de la vida, el amor está presente en la forma de dulce jugo en su fruta,
pero ésta se halla cubierta por una cáscara llamada deseo. De aquí que
no estemos conscientes del dulce jugo que hay en la fruta. Sólo esas
personas que quitan la cáscara del deseo y arrojan lejos las duras
semillas de la ira y los celos pueden gozar el dulce jugo del fruto del
amor. Cuando arrojan las semillas de los gustos y aversiones y desechan
la cáscara del deseo, pueden gozar del Amor Divino, que es la dulzura
misma. Las Upanishads dicen que esta dulzura es Brahman. Con la mira de
experimentar esta bienaventuranza, prescriben nueve tipos de devoción
(bhakti). Bhakti se describe en el lenguaje común con muchos sentidos,
pero los Vedas dicen que hay tres tipos de devoción (bhakti): bhoutika,
ekanta y ananya. Se les ha descrito de diferentes maneras y también se
han escrito varios comentarios sobre ellos.
Sravana (escuchar), manana (reflexionar en lo que se ha aprendido) y
nidhidhyasana (practicar lo que se ha predicado y aprendido), los
rituales relacionados con yajna (ofrenda o sacrificio), la visita de
lugares sagrados en peregrinación y varios tipos de servicio como la
caridad (dana y dharma) están clasificados como bhoutika bhakti. Japa
(repetición del Nombre del Señor), tapas (austeridades) y sandhya son
ritos que están relacionados con el primer tipo de bhakti. La
construcción de templos, la consagración de imágenes, la adoración en
los templos y los rituales relacionados con ellos son sólo bhoutika
bhakti. Todos ellos se relacionan con lo físico. Aun cuando estén
inmersos en la meditación y experimenten visiones de tales imágenes, se
les tiene que clasificar en este primer tipo, puesto que todas estas
experiencias surgen del cuerpo, la mente y el intelecto, que son
transitorios y cuya naturaleza no es permanente. Este cuerpo tiene que
perecer y por eso las experiencias que surjan de él también
desaparecerán con él. Sin embargo, este tipo de bhakti es necesario en
la primera etapa.
Siguiendo este sendero podemos marchar lentamente hacia el segundo paso o
ekanta bhakti. Muchas personas piensan que ekanta bhakti alude a la
dedicación a una imagen o forma y a experimentar visiones mentales de
esa única forma exclusivamente en privado. Esto no es correcto. Ekanta
bhakties un estado sutil que se adquiere con el control efectivo de la
mente y experimentando nuestro propio ser. No es correcto pensar que el
control de la mente significa sostenerla firmemente sin vagabundeos. El
correcto significado de ekanta es la capacidad de limpiar la mente de
pensamientos impuros; ése es un sadhana que ha de ser practicado en una
atmósfera aislada, en un lugar tranquilo, libre de ruido y disturbios de
cualquier clase. El mejor momento para esta práctica es de tres a cinco
de la mañana, la hora o período llamado Brahmamuhurta. Al haber
seleccionado el tiempo, cerrando la puerta, sin estar con nadie,
sentarse, permanecer quietos y ajustar el ritmo de inhalación y
exhalación. Es importante que el ritmo al inhalar y exhalar sea el
mismo. Con la práctica gradual, el número de respiraciones por minuto
debe reducirse de diez u ocho a una o dos. Pueden tomarse su propio
tiempo; avancen gradualmente en el proceso de reducción del número de
inhalaciones y exhalaciones. Debido al flujo de pensamientos, la
respiración también se ve afectada y perturbada. Controlar el aliento de
esta manera y dirigirlo en la forma apropiada es una disciplina muy
efectiva. La punta de la lengua debe tocar la línea de los dientes.
Cuando se mantiene en esta posición, los pensamientos disminuyen y uno
puede concentrarse en el control de la respiración. Si controlan el
flujo de pensamientos y se alejan de los pensamientos del cuerpo y del
mundo que los rodea, pasan al nivel en que la mente queda sin
pensamientos ni deseo, y entonces puede concentrarse en Dios.
En el estado de ekanta bhakti, la mente se disuelve y queda en un estado
de quietud. Dios está en todas partes y en cada uno de nosotros; cuando
la mente está libre de toda impureza, las personas que se hallan en
ekanta bhakti experimentan sólo la presencia de Dios. Si ustedes toman
un pequeño recipiente con muy poca agua y lo colocan al sol, pueden ver
el reflejo del astro en el agua. Aunque la cantidad es muy pequeña,
debido a que el agua está quieta y clara pueden ver el reflejo. Por otro
lado, si tratan de verlo en una vasta extensión del océano, no ven el
reflejo porque el agua está siempre moviéndose en olas; no pueden ver el
reflejo del sol en un pozo con agua lodosa ni aun en el sagrado río
Ganges, porque siempre está fluyendo, aunque el agua esté pura y su
lecho sea arenoso. De modo similar, Dios no se reflejará en una mente
llena de gustos, aversiones y deseos, ni en una mente perturbada con
pensamientos impuros. Si ustedes desean realizar la presencia de Dios en
todos los seres, deben reconocer la importancia de la pureza y la
firmeza de la mente. Cuando la mente sea pura y esté quieta, la
Divinidad resplandecerá en todas partes.
Para experimentar la Divinidad en esta forma solamente ekanfa bhakti les
ayudará. En cualquier otro camino pueden experimentar visiones de
diferentes tipos; no son más que alucinaciones. Sin cualidades virtuosas
no podrán controlar su mente; ¿cómo pueden construir una casa sin
ladrillos ni cemento? Para adquirir pureza y firmeza de mente, es
esencial una práctica esforzada. Ekanta bhakti no se obtiene aislándose
en un cuarto y adorando una figura con devoción. Esto sólo puede
llamarse ekaki bhakti; después de todo, la figura es sólo un objeto
creado. Experimenten su ser interno y no un objeto creado; deben tener
la visión de la Divinidad primordial cuyo reflejo es su Alma. Adorar una
figura es necesario en la primera etapa, ¡pero no se queden toda su
vida en el primer paso!
Mediante la instrucción y la práctica continua de ekanta bhakti, serán
capaces de conocer el Alma que hay dentro de ustedes. El Alma está en
ustedes, pero no pueden verla por la impureza y las olas de gustos y
disgustos que se alzan alrededor. Cuando remueven estas impurezas, la
mente queda en un estado puro. En este nivel, si vuelven sus ojos hacia
dentro, tendrán la visión de la Divinidad. Éste es el ekanta bhakti al
que se refieren los libros. Ekanta bhakti aparece como algo simple, no
lo es. Ekanta bhakti se realiza sólo cuando dirigen su visión hacia
adentro, lejos de los objetos sensoriales, y experimentan la pura Alma.
Ekanta bhakti es visión interna, mientras que bhoutika bhakti es visión
externa.
Después de obtener bhoufika y ekanta bhakti, ananya bhakti será fácil de
adquirir. Tenemos la sensación de que ananya bhakti consiste en
rendirse ante Dios diciendo: "No tengo otro salvador que tú". Pensamos
que simplemente declarando: "Tú eres madre, tú eres padre, tú eres amigo
y tú eres mi salvador, ¡Dios de dioses!", nos hemos rendido y estamos
practicando ananya bhakti. Esto es sólo devoción verbal, el verdadero
ananya bhakti viene de la profunda investigación de la realidad del ser
interno.
La experiencia que ustedes tienen en el estado de vigilia y las cosas
que ven en los sueños y en el estado de sueño profundo se vuelven
ilusorias y transitorias cuando investigan en ellas profundamente;
después de tal investigación, ananya bhakti los llevará a la conclusión
de que todo lo que ven en los tres estados es ilusorio. Hallarán que el
"yo" que está presente en los tres estados es sólo el Alma y que no hay
diferencia entre esta Alma y el Paramatma (Dios eterno inmanifestado).
Si el pensamiento del cuerpo no está allí, la dualidad tampoco estará
allí donde no existe ningún pensamiento de una segunda cosa, eso es
ananya; para alcanzar este estado tienen que pasar por el estado de
ekanta bhakti.
Ustedes vieron ayer en la obra representada por los niños Bal Vikas
(Educación Espiritual Sai), cómo un pandit describía las joyas que usaba
y la flauta que tocaba Krishna. Un ladrón que escuchaba esto quiso
hacerse de las joyas del muchacho y preguntó dónde vivía. El pandit le
dio los detalles de la ubicación en la ribera del Jamuna, con toda su
belleza; le dio esta información por su conocimiento de los libros, pero
el ladrón le creyó, fue al lugar indicado y vio a Krishna. El pandit no
pudo ver a Krishna mientras que el ladrón sí, porque el pandit tenía
sólo conocimiento libresco y no una creencia real. Panda significa
discernimiento. Quien tiene discernimiento es pandit (sabio). Este
discernimiento es de dos tipos: uno es mundano y el otro es espiritual.
El primero se puede entender con experimentos e instrumentos, pero en el
campo de adhyafma ese discernimiento no dará resultado. Deben tener fe y
amor; sin fe ni amor puro, cualquier argumento, cualquier investigación
que puedan hacer, no dará resultados. Si se está perdido en dudas nunca
se podrá obtener éxito, ni aun en muchas vidas. Ananya bhakti puede
describirse como "fe sin cuestionamiento". El rey Parikshit tenía que
entregar su vida en un período de siete días. En ese momento, Suka, el
gran rishi desapegado del mundo, llegó para hablarle acerca de Dios.
Cuando tan gran sabio describió la devoción de las gopis como el más
alto nivel de bhakti, ustedes pueden ver cuán grande era la devoción de
ellas. Era ananya bhakti en el más alto grado. Parikshit preguntó a Suka
Maharishi cómo obtuvieron ananya bhakti las gopis y cómo experimentaron
la Divinidad. Suka le replicó con otra pregunta: la de que si él
pensaba que Krishna era un pastor; si así era, no tenía sentido
enseñarle nada. Él le dijo que sólo le enseñaría el Vedanta y el
Bhagavata a alguien que tuviera absoluta fe en Dios; sólo aquéllos que
están ansiosos por aprender, que tienen fe en que deben aprenderlo que
se les enseña, que tienen fe para experimentar la Divinidad, sólo a
ellos se les puede enseñar.
Los miembros de las Organizaciones Sathya Sai deben seguir el sendero
correcto y elevarse espiritualmente al nivel de ananya bhakti. El mundo
hoy en día está en un caos, la situación puede mejorar sólo a través de
los creyentes en la Divinidad. Ellos deben volverse encarnaciones del
amor, y con su sadhana, reforzado por la paciencia, la compasión y la
tolerancia, desempeñar su labor de servicio a la sociedad y contribuir
al mejoramiento del mundo. Dios está presente en ustedes y mira con
miles de ojos lo que hacen; aun si nadie mira, Dios está observando sus
acciones siempre; hagan todo con esta conciencia.
Madrás
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