Prof. Anil Kumar
" SATYOPANISHAD "
Instrucciones Directas de lo Divino
Capítulo II - TENDENCIAS EN LA SOCIEDAD (d)
AK: Swami, muchos hablan de cultura. ¿Cuál es el valor de la cultura
Bhagavan: La cultura es muy importante, porque de ella dependen tu vida y su valor. La cultura es un estilo de vida. Les permite experimentar la divinidad en su vida y realizar la unidad en la diversidad. Sin cultura una persona se convierte en un demonio. Rebaja su importancia y por último se arruina, y vale lo mismo para el hombre o la mujer.
Saben que el agua de mar es salina o salada. La vida humana es como un vasto mar. La gracia de Dios es como la luz del sol que cae sobre el mar. Debido al calor del sol, el agua del mar se evapora. Este es el vapor de la dicha que se condensa como nubes para caer a la tierra como lluvia. Es la lluvia del amor. El agua del mar es salada pero el agua de lluvia es dulce. ¿Por qué? En dónde reside la diferencia? El agua de mar es refinada por la luz del sol.
Así también, nuestra vida ha de ser culta y refinada. De este modo será mayor el valor de la vida. Un pedazo de fierro que vale menos de una rupia, puede manufacturarse en un bello y caro reloj una vez procesado y refinado. Esto se debe a la cultura que ha recibido. Una roca que siga siendo la misma, es seguro que será dejada de lado. Mas, una vez que caiga en manos de un escultor, que sea martillada y cincelada hasta ser transformada en un bello ídolo de Krishna; comienza a recibir respeto y adoración. ¿Por qué? Es sólo la cultura lo que marca la diferencia. Una roca, pisoteda antes por todos, ocupa ahora, en la forma de un ídolo, un lugar en el altar de un templo y es adorada a diario. Este es el valor que confiere la cultura.
Sin cultura, uno desarrolla una insensata visión de la vida que encuentra diversidad en la unidad. Por ejemplo, piensen en una aguja. Ella va uniendo pedazos de tela para configurar una vestimenta. La aguja representa la cultura. Las tijeras por su parte, cortan la tela en pedazos. Esta es la condición en la ausencia de cultura.
AK: Swami, ¿se ha acercado más a Dios la gente en este mundo moderno?
Bhagavan: El mundo moderno es completamente superficial y artificial. Externamente todos se dicen 'hola, hola' unos a otros. Todos dicen 'gracias' por cualquier nimiedad. Todo esto es una cortesía rutinaria y mecánica, y esas palabras no significan nada. Uno no encuentra más que absoluto egoísmo por doquier.
La ciencia moderna le ha permitido al hombre llegar a la luna. Mas el hombre se ha olvidado visitar la casa de su vecino. Sí, puede llegar hasta chandra, la luna, pero no puede ver a Ramachandra (Dios) en su corazón. El hombre moderno puede nadar en el agua como un pez y volar como un pájaro, pero no puede caminar dos kilómetros con los pies en el suelo. Con su ojo físico, que no alcanza a dos pulgadas de tamaño, es capaz de ver una galaxia a miles de años luz de él, mas es incapaz de verse a sí mismo. Ojos y orejas están tan cerca entre sí, ¡pero no se pueden ver!
Dios se reclina en el ksirasagara, el 'océano de leche' localizado en su Corazón, mas hoy en día vemos que el 'Corazón' se ha convertido en un ksarasagara, 'océano de veneno'. ¿Cómo esperan que realice la Divinidad?
Incluso después de haberse convertido en un país muy rico, Francia perdió la Gran Guerra. ¿Por qué? Se debió a sus jóvenes desenfrenados y a los vicios de la época. Esta tendencia está aumentando hoy entre la gente. El hombre está viviendo y trabajando para satisfacer sus asalu, bajos deseos, mas debiera vivir para los asayalu, ideales. Sólo las gentes con altos ideales pueden acercarse entre sí espiritualmente.
AK: Swami, ¿cómo podemos surgir en la vida?
Bhagavan: Deben trabajar por ello. Puede que sea difícil, aunque es deseable lograrlo. De hecho, todos debieran esforzarse por surgir en la vida, es por eso que se dice, "Apunta a lo alto. Apuntar bajo es un crimen." Uno debe viajar en la dirección correcta y llegar a la meta. Este es el propósito de cada nacimiento humano. El hombre ha de realizar que es esencialmente divino. Uno ha de alcanzar la Divinidad. Mas esto no es tan fácil ni simple como parece. Después de todo, una caída es fácil y también rápida.
Toma este ejemplo. Cuando vienen a Kodai Kanal en un bus, avanzando montaña arriba, el vehículo hace muchísimo ruido. Los camiones también rechinan y hacen ruido subiendo la pendiente. No obstante, el mismo bus o camión encuentra fácil el camino de bajada. ¡Este es también el caso de la vida humana! Tienen que luchar y trabajar árduamente para surgir en la vida. Mas el caer desde una altura y arruinársela es fácil, simple y rápido.
Toma otro ejemplo. Cuando disparas una flecha, mientras más atrás la lleves tensando la cuerda, más lejos llegará cuando la sueltes. De manera similar, si trabajas más, tu éxito será igualmente mayor. Un cohete, cuando es disparado, da un sacudón atrás y luego es liberado hacia el espacio hacia el cual se eleva dejando una estela llameante. Así también en la vida, el esfuerzo que inviertas decidirá la tasa de tu éxito.
AK: Swami, por favor dínos, ¿cómo se alcanza grandeza en la vida?
Bhagavan: Nunca permitas que esta clase de ideas se te meta en la cabeza. Estás equivocado si piensas que has alcanzado algo muy especial y único llegando a ser grande. No es en absoluto cierto. El llegar a ser grande en la vida no debiera ser tu objetivo.
Hay varias grandes personas en la sociedad. No creo que sea importante ni que sea primordial. La bondad es superior a la grandeza. En lugar de apuntar a ser grandes, intenten ser buenos. Es muchísimo más importante ser un hombre bueno que ser un hombre grande. ¿Cuál es la diferencia entre ambos? Un hombre grande ve al hombre en Dios, en tanto que un hombre bueno ve a Dios en el hombre. Ravana, como se le retrata en el Ramayana, era indudablemente un gran hombre. Consideraba a Rama, el Señor, como un simple hombre.
Rama, empero, era un hombre bueno ideal. Veía la divinidad en un pájaro como Jatayu, en las ardillas e incluso en demonios como Vibhishana. Incluso mujeres como Sabari, analfabetos como Guha o también los santos, le parecían a Rama ser reflejos Suyos. De modo que Rama era bueno. Deberías intentar ser reputado como un buen hombre y no un gran hombre.
AK: Swami ¿cómo sería un gobierno ideal?
Bhagavan: En un gobierno ideal, todos acatan voluntariamente las normas y regulaciones del Estado. Todos/as cumplen con sus responsabilidades. Un 'gobierno de Dios' es superior al 'simple gobierno'. Mas, hoy en día vemos que las gentes salen a reivindicar sus derechos, olvidándose de sus deberes.
No se le debiera dejar espacio alguno a la pereza. Todos los empleados y funcionarios debieran trabajar con la mayor sinceridad, justificando los sueldos que reciben cada mes. Lo contrario equivale a engañar o a traicionar tanto a sus congéneres como al gobierno. La gente debiera cultivar el samarasyam - la integración, samagrata - la coordinación, samaikyata - la unidad y saubhrdtrata - la fraternidad.
Mira este pedazo de tela. Es una tela muy fuerte, porque los hilos están estrechamente entretejidos. Mas si separas los hilos, la podrías cortar con los dedos. Todos debieran saber que la fuerza radica en la unidad. La India pudo lograr su independencia, mas no así la unidad. Son libres de caminar blandiendo un bastón, siempre que no lleguen a pegarle en la nariz a otro peatón y que su libertad no le reste independencia a otros.
Hay que seguir los fundamentos aplicables a todos. El individuo es menos importante que la comunidad o la sociedad. Siempre será mejor que se las arreglen para aprender aquellas cosas que se necesiten para la sociedad. La educación debiera ayudarles a mejorar la comunidad.
AK: Swami, ¿qué es lo esencial para nosotros ahora?
Bhagavan: Si poseen amor, eso basta. Todo se les dará por añadidura. El servicio, el sacrificio, la humildad, la devoción, la disciplina etc. están contenidos en el amor. Es únicamente el amor el que impulsa y fomenta todas las virtudes. En donde haya amor, no habrá ego, ni odio, ni celos ni otras de estas bajas y viles cualidades animales.
Había una señora en Paris. Llevaba su vida con el poco dinero de que disponía. Un día vió a unos mendigos, de los que viven en las calles, acurrucados y tiritando de frío. Se sintió profundamente conmovida. Comenzó a llevar cada día un par de cobertores consigo para dárselos a esos pobres, necesitados y abandonados. Esto comenzó a ser observado por algunas personas y, finalmente, llegó a saberse en el gobierno. Decidieron condecorarla. Un grupo de jóvenes llegó a felicitarla. Ella expresó que no se sentía feliz, puesto que no le podía ayudar a todos, siendo que Dios Todopoderoso cuidaba siempre de todos. Agregó que la hacía sentirse avergonzada y frustrada el no poder llegar a todos con su ayuda.
Te contaré otra historia. Había un soldado que perdiera ambas piernas en una guerra y tenía que moverse con ayuda de muletas. Como su tiempo de servicio había sido relativamente corto, no se le consideranba para todos los beneficios de una pensión de retiro. El Mayor de su unidad le entregó algo de dinero y le pidió que volviera.
El soldado, camino a casa, tuvo que detenerse en una aldea y guarecerse bajo la columnata de un templo (choultry) ya que llovía torrencialmente. Su poco dinero se le había acabado. A la mañana siguiente, pasó casualmente por allí una colegiala, vio al soldado y le hizo preguntas. La chica se conmovió profundamente por su situación. A partir de entonces, empezó a ir a la escuela una hora antes cada día, recolectar algunas frutas por el camino, venderlas y comprar así unos chapatis para el soldado.
Después de un par de semanas, pasó casualmente el Mayor por el mismo camino y divisó al soldado. Se sorprendió al verlo y que habiendo pasado tanto tiempo no hubiera llegado aún a su casa. Se enteró entonces que se debía a la carencia de dinero. El Mayor también supo como había sobrevivido el soldado todo ese tiempo.
Entretanto, llegó la muchacha trayéndole los chapatis al soldado. El Mayor la siguió hasta su casa. Al verle, los padres pensaron que su hija podía haber hecho algo malo y que él venía a investigar.
Cuando estaban por castigarla, intervino el Mayor y les dijo, "¡En verdad ustedes son muy afortunados! ¿Cuántos de nosotros podemos decir que tenemos hijos con tal magnanimidad, amor, preocupación por los necesitados y espíritu de servicio?" Estaba por darle a los padres unas monedas de oro, cuando ellos dijeron, "¡Señor! No las queremos. Podemos vivir con el dinero que logramos ganar. ¿Quién podría guardar en casa estas monedas de oro? ¡Por favor, señor, váyase!" El Mayor se sintió feliz y siguió viaje a su ciudad natal. Allí encontró un novio apropiado para esta muchacha y él mismo se preocupó de su matrimonio. Esta es la verdadera riqueza del amor. 'La expansión del amor es vida. La contracción del amor es muerte.'
-- Fin del Capítulo II --
(continuará ...)
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Fuente: H2H
Traducción de Herta Pfeifer
Santiago, agosto 2008