MEDITACIONES ACERCA DE LOS AVATARES - IV

Prof. G. Venkataraman

La Historia de Krishna (continuación)

Krishna burla a los Demonios de Kamsa

         Un afectuoso Sai Ram y saludos desde Prasanthi Nilayam. Como les dijera la última vez, Kamsa, aterrado porque el octavo hijo de Devaki vivía aún, buscó todas las formas posibles para darle muerte a todos los recién nacidos en su reino, recurriendo a los demonios. Uno de éstos era una hembra llamada Putana, la cual, buscando bebés que matar, llegó a Gokulam.

        Allí llamó su atención el ver a una contínua fila de de gentes, en particular mujeres, que entraban y salían de la casa de Nanda. Investigando el asunto, descubrió que se debía a la presencia en ella de un muy encantador bebé. De inmediato, Putana asumió la forma de una bella jovencita (tenía el poder para asumir cualquier forma que quisiera), entró a la casa de Nanda y le pidió a Yasoda que le pasara al Krishna bebé para acariciarlo. Yasoda accedió gustosa y, teniendo algo que hacer entró, sintiendo que el bebé no corría peligro con la visitante.

        Lo que había planeado Putana era alimentar a Krishna, no con leche, sino con un veneno letal; mas Krishna, tranquilamente fue bebiendo el veneno y también succionó la vida de Putana. Cuando Putana cayó muerta, se revirtió a su grostesca forma natural. Poco después de éso, volvió Yasoda y se desmayó cuando vió el cadáver de una enorme demonio y a su bebé jugando tranquilamente junto a él. Toda la aldea quedó espantada con el evento y especialmente con la muerte de la demonio, mas nadie pudo asociar a Krishna con su destrucción. Cuando Yasoda recobró el conocimiento, corrió al altar para ofrecer sus agradecimientos a Narayana por haber salvado a su niño.

        La muerte de Putana fue una derrota para Kamsa, aunque no estaba dispuesto a renunciar. Fue despachada a Gokulam una constante procesión de demonios para actuar como verdugos, mas, a medida que llegaban, los ejecutados eran ellos. En cada caso, Krishna manejaba tan adecuadamente las cosas que a los aldeanos, incluyendo a Yasoda, ¡se les llevaba a creer que una invisible Mano Divina estaba protegiendo al bebé!

        Entretanto en Mathura, Vasudeva quien sabía el secreto acerca de los niños que crecían en Gokulam, pensaba constantemente en ellos. Preocupado por que debían llevarse a cabo todos los ritos para protección de los niños habían de celebrarse también en su caso, llamó a su sacerdote de familia, Garga y le pidió que visitara la casa de Nanda, y como si pasara por azar, llevara a cabo todas las ceremonias debidas. Garga visitó a Nanda como se le había indicado, y en seguida Nanda le solicitó que bautizara formalmente a los dos niños. Garga lo hizo de inmediato y bauizó como Balarama al hijo de Rohini y como Krishna al de Yasoda. Luego le dijo a Nanda; "En un nacimiento previo, este Krishna de ustedes nació como un hijo de tu pariente Vasudeva (pariente de un nacimiento anterior también). Por esa razón tu hijo será conocido también como Vaasudeva, aunque por el momento te aconsejaría mantenerlo en secreto, ¡para que no se le ocurra alguna cosa a Kamsa!"

Las Travesuras de Infancia del Señor Krishna

        Si las maravillas como bebé de Krishna eran un motivo de asombro, Sus Leelas infantiles eran motivo de deleite para muchos y un 'dolor de cabeza' para otros. El robar mantequilla de las casas de varias Gopis o pastoras de ganado, por supuesto en compañía de otros chicos, se convirtió en un ritual diario y no tenían fin las quejas que recibía Yasoda constantemente. (La mantequilla fresca se conoce como Navaneetam; de ahí que entre Sus amigos, Krishna era también conocido como Navaneeta Krishna).

        Un día en que estaban jugando los niños en el patio, Balarama corrió excitado donde Yasoda y dijo, "¡Tía, Krishna está comiendo barro a puñados!" Perpleja, molesta y preocupada, Yasoda llegó apresuradamente donde estaba Krishna y le preguntó si en verdad estaba comiendo barro como decían. Krishna, abriendo unos grandes e inocentes ojos, sacudió la cabeza como negándolo. No creyéndole, Yasoda Le ordenó que abriera la boca para asegurarse. Obedientemente, Krishna abrió la boca y ¿qué fue lo que viera Yasoda? ¡El Universo entero, incluyéndola a ella misma y a su querido Krishna! Atónita, murmuró para sí misma, "Es real ésto o es todo parte del Maya del Señor?"

        Incidentalmente, podría agregar que, hablando en Prasanthi Nilayam un par de días antes del Cumpleaños, en 1994, el Sr. P.V. Narasimha Rao, entonces primer Ministro de la India, ¡describió los notables cambios en la aldea de Puttaparthi, citado esas mismas palabras de Yasoda!

        Para volver a la historia, la visión de Yasoda desapareció y pronto ella volvió a su rol de una feliz aunque atormentada madre, en tanto que Krishna volvía a ser el hijo travieso aunque adorable.

         En otra ocasión, Krishna se portaba especialmente "difícil" y Yasoda llegó a exasperarse al máximo. Queriendo mantenerlo controlado, le ató una cuerda a la cintura y lo 'ancló' a un pesado mortero de piedra. Sintiéndose segura, Yasoda siguió con sus quehaceres. Al comienzo, Krishna pasó el tiempo observando a los pájaros y a los monos en el patio, pero comenzó a aburrirse. Comenzó a gatear, arrastrando tras de Sí, sin esfuerzo, el pesado mortero de piedra que Yasoda eligiera como ancla. En el patio había dos grandes árboles que habían crecido muy cerca el uno del otro. Krishna pasó entre ellos y el mortero quedó atascado. Cuando Krishna siguió tirando, los árboles se quebraron y cayeron al suelo. Instantáneamente se transformaron en dos seres. Cayendo a los pies de Krishna, dijeron, "Oh Señor, somos los hijos de Kubera, la deidad de la riqueza. Nos convertimos en árboles como resultado de una maldición, mas por Tu Gracia, hemos alcanzado la redención." Diciendo así, se desvanecieron. Todo sucedió debido a la cuerda atada a Su cintura (por supuesto que había sido Su voluntad que sucediera así) y es por este motivo que se haga referencia a Krishna a veces como Damodara.

Krishna se cambia al bello Brindavan

        Los habitantes de Gokulam se comenzaron a preocupar porque los percances Le sucedían a Krishna en una secuencia sin fin. Cierto que por la Gracia de Dios no le había ocurrido nada malo, pero a lo mejor había algo perverso en el lugar mismo. Entonces, ¿no sería mejor mudarse a algún otro lugar, como el bello Brindavan, cobijado bajo la Montaña Govardhan (Govardhanagiri) y cercano al río Yamuna? Y fue así que Krishna y Sus amigos Gopala (pastores de ganado) se encontraron muy pronto correteando en Brindavan y sus alrededores.

        Para entonces, Krishna era algo mayor y solía unirse a los otros muchachos de la aldea para llevar a diario a las vacas a pastar. Kamsa, perturbado como siempre por la idea que su enemigo mortal estaba en alguna parte, continuaba mandando agentes a merodear. Uno de estos demonios, llamado Vatsa, se disfrazó como ternero y se mezcló con el hato de vacas y terneros que eran llevados por los pastores, esperando una oportunidad para atacar a Krishna. Mas Krishna pudo ver fácilmente a través del disfraz y pronto dió cuenta de Vatsa. Otro demonio llamado Baka, corrió el mismo destino, y a continuación de Baka vino Agha, quien era hermano de Putana y de Baka. Agha asumió la forma de una gigantesca pitón y se quedó a la espera de Krishna, con su inmensa boca abierta. Los Gopalas que andaban por las cercanías, confundieron la boca con una caverna y entraron a explorar. Las vacas y terneros siguieron a los muchachos, pero Krishna se quedó afuera, observando silenciosamente lo que sucedía. Justo cuando la pitón estaba por cerrar la boca, Krishna entró también y permitió dejarse atrapar junto a los demás. Cuando vió que la boca se cerraba, empezó a hacerse cada vez más grande. Agha hizo lo posible por escupir a Krishna, mas Krishna se quedó ahí hasta que el demonio se asfixió y murió.

        La mayoría de los chicos tenía alrededor de cinco años (la cual era aproximadamente también la edad de Krishna para entonces) cuando se produjo este incidente. Aunque jóvenes, podían haberse asombrado ante el constante despliegue de los extraordinarios poderes de Krishna. Sin embargo, mediante Su velo de Yogamaya (ilusión), Krishna les hacía olvidar pronto estos impresionantes incidentes, ¡después de los cuales, Él no era sino uno más entre ellos!

Brahma pone a prueba a Krishna

         Entratanto, Brahma el Creador, observaba todos estos eventos desde el cielo. No sabía quien era Krishna realmente y decidió poner a prueba el límite de Sus poderes. Brahma descendió entonces, mientras Krishna dormitaba bajo un árbol, y reunió a todos los chicos, a las vacas y sus terneros y los ocultó a todos en una caverna. Cuando Krishna despertó, se encontró solo. Ejercitando Su visión yógica, entendió de inmediato el juego de Brahma y, riéndose para Sí Mismo, decidió darle una lección a Brahma.

        Por lo tanto, con un mero movimiento de Su Mano creó una réplica exacta de todos los niños, vacas y terneros desaparecidos, y retornó al anochecer a la aldea con este grupo duplicado. Al llegar a la aldea, el grupo se dispersó de la manera habitual, yéndose los niños y los animales a sus respectivos hogares. Ningún aldeano se percató que se trataba de duplicados., pero si notaron que sentían un amor inusual por ellos - cosa que no había de sorprender, puesto que estos niños y animales no eran otra cosa que una proyección directa de Krishna Mismo. Como parte de Su Divino Leela, el Uno se había convertido en muchos.

        Por casi un año, esta réplica de vacas, terneros y niños estuvo acompañando a Balarama y a Krishna cada día hasta los pastizales, y regresanto a la puesta de sol - nadie sospechaba que hubiera algo diferente. Entretanto, Brahma, observando las cosas, estaba perplejo. Había ocultado cuidadosamente a los niños y los rebaños y he aquí que Krishna salía con ellos todos los días. ¿Cómo podía ser? Repentínamente se le ocurrió que había sido Krishna el que se había duplicado a Sí Mismo en varias formas, y que Él no era otro que la Suprema Realidad Cósmica, simulando ser un niño pastor de reses.

        Avergonzado y arrepentido, Brahma se postró ante Krishna y rogó ser perdonado. Los chicos y los animales que había escondido, fueron liberados, por lo cual Krishna hizo desaparecer Sus proyecciones. Al retirarse, Brahma se dijó a sí mismo, "¡Cuán afortunados son estos Gopalas teniendo al Señor constantemente en medio de ellos, para moverse con Él en iguales términos, para jugar con Él, para comer con Él y compartir sus experiencias con Él! Pero ni se imaginan quien es realmente su compañero." Y el Señor continúa llevando a cabo el mismo truco, ¡porque cuán fácilmente nos olvidamos de quién es Swami realmente!

Danzando sobre la cabeza de la Serpiente Kaliya

        Una vez, mientras pastaban los animales, algunos de los muchachos sintieron sed y fueron hacia un lago cercano a beber agua; Krishna no fue con ellos. Lamentablemente, las aguas del lago habían sido envenenadas por una inmensa y mortífera serpiente llamada Kaliya, que vivía en él. Tan pronto como los chicos bebieron el agua, cayeron muertos. Después de un tiempo, al ver que los muchachos que habían ido a beber no retornaban, Krishna salió en su búsqueda junto a los demás compañeros y pronto llegaron a donde había un montón de cadáveres junto al lago. De inmediato se dio cuenta de lo sucedido y, entró enojado al lago.

        Tan pronto lo hizo, Kaliya Le atacó con fiereza y al verlo, los compañeros sobrevivientes de Krishna, se lamentaron y lloraron a voz en cuello. La visión que tenían era indescriptiblemente pavorosa, puesto que su amado Krishna estaba siendo superado por la mortal Kaliya.

        Por supuesto que todo era parte del drama, y Krishna solamente quería dar la impresión que la serpiente Lo estaba superando. Después de hacer por unos momentos como que estaba luchando, Krishna cambió las cosas y, de pronto, estaba danzando sobre la caperuza extendida de la serpiente dominada. (Swami ha explicado el significado simbólico - la serpiente de cinco caperuzas, representa a los cinco sentidos. Cuando los sentidos están descontrolados, su efecto es venenoso, mas cuando se rinden al Señor, se vuelven mansos).

El Mimado de las Gopis

        Desde el momento mismo de Su nacimiento, Krishna era el mimado de las Gopis de la aldea, primero como encantador bebé y más adelante como el travieso bromista que a menudo se robaba la mantequilla. Es mucho lo que se ha escrito sobre la relación de Krishna con las Gopis, mucho de ello son interpretaciones románticas (a veces sensualmente exageradas). Dicha literatura podría tender a dar la impresión que Krishna era algo parecido a lo que llamamos hoy un 'playboy'. Nada puede estar más lejos de la realidad, y Swami ha condenado severamente tales erróneas descripciones.

        Como señala, hay dos cosas que van en contra de esta imagen romántica. En primer lugar, Krishna tenía escasamente cinco o seis años de edad entonces y, por ende, es patentemente absurdo atribuirle motivaciones románticas a Sus relaciones con las Gopis. En segundo término, y esta es una consideración aún más importante, Krishna era el Señor Descendido a la tierra, y ciertamente, ¡uno no se esperaría que el Amo de los sentidos anduviera flirteando por ahí o actuando como un Casanova! Por obvios que sean estos puntos, es extraño que no hayan sido subrayados expresamente antes de los comentarios de Swami.

Curando la Ceguera Espiritual

        En otro momento, una vez más llevando a pastar a las vacas, los niños sintieron hambre y, siguiendo el consejo de Krishna fueron a pedir algo que comer donde un grupo de Brahmines. Los Brahmines que estaban en medio de un importante ritual no aceptaron la interferencia y ahuyentaron a los muchachos. Hambrientos y enojados volvieron donde Krishna para que les diera otra solución. Krishna sonrió y dijo, "Vayan de nuevo al ashram de los Brahmines, pero esta vez pídanle de comer a las mujeres de los que celebran los Yajnas (Yajna-patnis)." Y cuando los Gopalas fueron donde las mujeres y les pidieron de comer en el nombre de Krishna, ¡qué diferencia se produjo! De inmediato recogieron toda la comida especial preparada para la ofrenda sacrificial y corrieron con ella hacia donde estaba Krishna.

        Estas mujeres no era versadas en los Vedas ni en la celebración de los rituales védicos, mas sus corazones estaban llenos de amor por Krishna. Sabían quien era Él, y viéndole derramaban lágrimas de alegría - y Krishna las recompensó con un glorioso Darshan. Más adelante, cuando los Brahmines oyeron lo del Divino Darshan que habían recibido sus mujeres pero que ellos se habían perdido, se arrepintieron de su necedad. Esta historia encierra una moraleja que es 'el amor por el Señor es más importante que la mera erudición o la adhesión a los rituales'; esto último puede, como en este caso, llevar a la "ceguera" espiritual.

Dándole una lección a Indra

         Una vez, cuando tenía como siete años, Krishna vio que todos en Brindavan se preparaban para un gran Yajna. Curioso, le preguntó a Nanda sobre el por qué de tanta excitación. Nanda le explicó que la aldea se estaba preparando para celebrar un Yajna para propiciar a Indra, el Rey de los ángeles. Con un aire inocente, Krishna preguntó, "Padre, ¿no es verdad que el Reino de los Cielos le corresponde a aquel que hace mil sacrificios? Entonces, ¿no habrá alguien que confiera esta Dignidad Real?"

        Cuando Nanda respondió afirmativamente, Krishna preguntó, "En ese caso, Padre, ¿por qué no adoramos a ese Dios Último en lugar de a un mero subalterno Suyo?" Profundamente alarmado, Nanda dijo, "Chhhh Krishna, no digas esas cosas en voz alta! Si Indra escucha, estaríamos todos en problemas." Pero Krishna no quiso callar y continuó insistiendo en que debía ser adorado sólo aquel Supremo Único.

        Indra, quien no sabía quién era realmente Krishna (un faux pas en el que Brahma había incurrido antes) lo tomó por un mozalbete mimado y decidió enseñar a los aldeanos una adecuada lección por no enseñarle a sus hijos a respetar al Rey del Cielo. Llamando a Varuna (el dios de las aguas), Indra le ordenó desatar un diluvio, y fue así que comenzó a llover con una furia sin precedentes. Todos quedaron petrificados y Nanda reprochó a Krishna el haber despertado la furia de los dioses.

        Krishna sólo sonrió como diciendo, "¡Por qué temer siendo que Yo estoy aquí!" y levantando como si no fuera más que un guijarro, la montaña Govardhan, sosteniéndola sobre la mojada aldea a guisa de un gigantesco paraguas. Frustrado en sus designios, Indra se dio cuenta que Krishna no era un mero mozalbete,

sino el Uno Cósmico en forma humana. Profundamente arrepentido, cayó a los Pies de Krishna buscando Su

perdón.

Se acerca el Fin de Kamsa

        El momento para el fin de Kamsa se acercaba con rapidez, y como para poner el movimiento las ruedas, el Sabio Narada le informó a Kamsa que el octavo hijo de Devaki estaba realmente creciendo en Brindavan en el hogar de Nanda y le explicó como se había manejado el escenario para la transferencia de Krishna. Con esta información en mano, Kamsa ideó nuevos pasos para atrapar a Krishna; esta vez no escatimaría esfuerzos, pero antes, Krishna había de ser atraído a Mathura. Para su propósito, Kamsa organizó un gran festival y envió a su lugarteniente Akrura especialmente para invitar a Nanda y a su familia.

        Cuando el carro de Akrura llevando a Krishna y a los demás estaba por salir de Brindavan hacia Mathura, las Gopis que se habían reunido ahí, se dieron cuenta que Krishna no regresaría y esto fue un tremendo golpe. Lloraron, gimieron, suplicaron y echaron mano a todos los medios para detenerle, mas el astuto tramposo partió tranquilamente puesto que Le esperaba una tarea - Kamsa había de morir, y sus padres (Vasudeva y Devaki) habían de ser liberados.

        Cuando Krishna y Balarama llegaron al estadio especial creado para desarrollar los eventos deportivos, ya estaba lleno de gentes. En ese momento arribó Kamsa y fue a tomar asiento en medio de los vítores de sus secuaces. A una señal suya, se puso en marcha el perverso plan para eliminar a Krishna. Un elefante loco llamado Kuvalayapida fue soltado frente a Krishna, pero el chico de ocho años lo dominó rápidamente, dejando atónito a todo el público.

        Un mal comienzo para Kamsa, el cual se puso furioso e intentó métodos aún más malvados para acabar con Krishna; no obstante, uno tras otro fueron fracasando. Habiendo llevado a Kamsa hasta el paroxismo de la ira, Krishna lo atacó finalmente de manera directa y le dio muerte.

        Desaparecido Kamsa, se terminó el reino del terror que predominaba en Mathura. Mientras el público mostraba su regocijo y danzaba en las calles, Krishna y Balarama se apresuraron a liberar a Vasudeva y a Devaki de su cautiverio, y finalmente los atormentados padres pudieron reunirse con su Divino vástago. Aunque Krishna le había revelado Su Divinidad a Vasudeva y Devaki al nacer, ¡se aseguró ahora que ambos cayeran bajo el hechizo de Su Maya, para que pudieran disfrutarlo como su hijo! Fue así que Vasudeva, procupado acerca de la educación de Krishna, les hizo ingresar a ambos, a Él y a Balarama, al Gurukula del Sabio Sandipani, en donde los hermanos se destacaron como estudiantes modelo.

El Señor se reune con Su 'Familia'

         Completando la charada de recibir educación, Krishna regresó donde Sus padres en Mathura en donde, finalmente, supo de Sus parientes. Descubrió que Su padre tenía una hermana llamada Kunti la que tenía tres hijos llamados Yudhishtra, Bhima y Arjuna. Más adelante daré más detalles acerca de Kunti y sus hijos, ya que es de importancia para nuestra narración.

        Para seguir con mi historia, pronto se dió una oportunidad para Krishna de encontrarse con Kunti, debido a un eclipse total de sol. En tales ocasiones, las gentes piadosas siempre se reunían en algún punto sagrado y luego se daban un baño purificador al terminar el evento. Krishna y Balarama fueron con sus padres a un lugar llamado Samantapanchaka, cerca del Kurukshetra que se haría famoso más tarde. En el sagrado punto se hallaban reunidos hombres y mujeres, sabios y reyes, los ricos y los pobres y los ancianos y los jóvenes. Nanda y Yasoda también estaban allí y se produjo una emotiva reunión entre Krishna y Sus padres adoptivos.

        Entretanto, Kunti divisó a Vasudeva y se quejó amargamente ante su hermano por haberla ignorado por tanto tiempo, ante lo cual Vasudeva hubo de narrar la triste historia de haber estado en prisión casi todo ese tiempo. Los sabios que habían ido, se regocijaron con la presencia de Krishna. Se apresurarin en postrarse ante Sus Pies de Loto, pero Él los contuvo con una traviesa sonrisa, y cual un niño común, se postró ante ellos pidiendo sus bendiciones, con gran embarazo para los santos.

        Divisando a los sabios, Vasudeva se aproximó y les preguntó acerca de la mejor senda a seguir para poder lograr la purificación. Con profundo sentimiento, le dijeron, "La constante e incesante adoración de Narayana es la senda a seguir. No sólo es la mejor, sino también la más fácil." Un encantado Vasudeva se volvió hacia Krishna y dijo, "¿Oíste eso? ¡Qué maravilloso consejo! También tu debes acordarte de seguirlo." Con una expresión supremamente obediente, Krishna replicó, "Sí, por supuesto padre, siermpre recordaré que la constante adoración de Narayana es la única senda."

Esto es todo por ahora, entretanto, por favor regocíjense por que seamos tan afortunados como para tener a ese mismo Krishna entre nosotros justo ahora. Todos nosotros debemos emplear todos los medios a mano para hacer el mejor uso de esta incomparable oportunidad, no sólo para elevarnos espiritualmente, sino también para experimentar verdadera dicha siendo uno con el Señor en cuerpo, mente y alma. Jai Sai Ram.

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Traducción de Herta Pfeifer

Santiago, junio 2008

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