Aum Sri Sai Ram
Divino Discurso de
BHAGAVAN SRI SATHYA SAI BABA
en el Sai Kulwant Hall de Prashanti Nilayam,
el día 01 de Enero de 2009, en ocasión de Año Nuevo
¡CONOZCANSE A SI MISMOS!
¡ENTONCES LO CONOCERAN TODO!
“El sol aparece sereno y apacible. Los días se han cortado y sopla un viento fresco. Los campos están maduros y llenos de doradas cosechas. Las caléndulas florecen como guirnaldas de perlas en las riberas de los ríos. Los campesinos se regocijan y van cantando. El dulce festival de Sankranti ha llegado en el mes de Pushya (Enero), llenando los graneros de nuestras casas con el recién cosechado grano.” (Canción Telugú)
Ha llegado el tiempo del festival de Sankranti. Sankranti es un festival grandioso. Es el día en el cual los campesinos traen a sus casas las cosechas de toda la variedad de granos y leguminosas que necesitan los hogares. Los campesinos, habiendo terminado un agitado horario de cosecha de los cultivos, están ahora libres de tareas agrícolas, para disfrutar de la buena comida y del descanso en sus hogares. Pasan el tiempo de ocio con sus familiares y amigos regocijándose de la abundancia de la cosecha con alegría y diversiones. Invitan a los yernos recién casados a sus hogares y les regalan ropas nuevas. Reina gran alegría por todas partes.
Hay una canción tradicional en telugú que capta esta festividad en la aldea de manera muy apropiada:
“Ya que Sankranti es el festival de los festivales.
¡Oh! Tú, recién casado novio, visita el hogar de tus suegros.
Ven, pasa tu tiempo en alegría y diversión con tus cuñados y cuñadas.
Todo el hogar y el vecindario te honrarán con amor y afecto.”
En días de antaño, el transporte no se había desarrollado como lo está ahora. Los yernos tenían que hacer todo el trayecto para visitar a sus suegros a pie o venirse en carretas de bueyes. La aldea entera esperaba su llegada y les obsequiaban con lo mejor que tenían. La comida era un verdadero festín exhibiendo los mejores platos para que se sirvieran estos distinguidos huéspedes, todos preparados con gran amor y afecto.
El festival de Sankranti es también una ocasión en la que los bueyes son decorados con elaborados adornos y llevados a varias casas en la aldea. Los bueyes son adorados y alimentados suntuosamente como expresión de gratitud por el duro trabajo que han desempeñado en los campos. Hasta los miembros bovinos de la casa son festejados.
Un matrimonio simbólico se lleva a cabo entre un toro y una vaca, apropiadamente llamados Rama y Sita. Son paseados por las calles y se les hace bailar para deleite de todos. A la vaca, llamada Sita se le pregunta: “Rama es negro, ¿te gusta?” Sita sacude su cabeza negándolo. Entonces, se le aconseja: “Por favor no digas que no. Rama es grande. ¡Es hermoso y respetable!” Entonces Sita inclina su cabeza aceptándolo.
Y es así como un hermano mayor, observando esta hermosa escenificación, invita a su hermano menor a presenciar este matrimonio simbólico y a ofrecerle regalos a la “pareja”:
“Querido hermano, aquí viene el Gangireddudasu. Ven y vamos a verlo. Él lleva un medallón y un cinturón de plata. Lleva un bastón decorado y marcas especiales en su frente. Trae consigo a los ricamente enjaezados vaca y toro sagrados y celebra su matrimonio. Veamos la ceremonia de matrimonio y ofrezcamos nuestros regalos.”
(Canción folclórica telugú)
Y así es como el festival de Sankranti es celebrado en las aldeas con gran fervor religioso y diversión.
Los festivales como Sankranti y Shivaratri están destinados a la contemplación y la realización de la Divinidad innata de uno.
La gente dice: “Idi naa dehamu” (este es mi cuerpo), de manera muy impensada; pero la gente versada en el idioma sánscrito interpretaría la expresión “naa dehamu” (mi cuerpo) de manera diferente. Explicaría que ‘na’ significa ‘no’ basándose en el significado literal y concluiría que ‘naa dehamu’ significa “Yo no soy el cuerpo”. Similarmente, la expresión telugú “naa manasu” (mi mente) puede ser interpretada como “Yo no soy la mente”. Lo mismo es el caso con el intelecto o buddhi.
La esencia de todas estas expresiones es: “yo no soy el cuerpo, yo no soy la mente, yo no soy el intelecto”. Con la misma lógica, uno debe mantener un estado de perfecta ecuanimidad, no afectado por el dolor ni el placer, mientras se asevera para sí mismo: “estas aflicciones y dificultades, así como la felicidad y el placer no son míos. Yo estoy más allá de estas dualidades.”
“Es mi cuerpo” significa, “Soy diferente del cuerpo”. Si se consideraran separados de su cuerpo, ¿por qué habrían de sentir el dolor que surge de él? La situación, sin embargo, es que son incapaces de soportar el dolor infligido al cuerpo. Por lo tanto, permanecen al nivel de un ser humano solamente. Son incapaces de salir del engaño del apego corporal. Mientras estén apegados al cuerpo, estas aflicciones y dificultades así como los dolores los van a acosar. Son todos de su propia hechura. Cuando se enojan, ¿de dónde ha venido este enojo? Viene de ustedes mismos únicamente. Lo mismo es el caso con los celos, ya que se manifiestan tan sólo en su propia mente. De modo que, cada una de estas malas cualidades es el resultado de sus propios pensamientos. Entonces, si pudieran controlar de manera adecuada sus pensamientos, serían capaces de lograr cualquier cosa en la vida.
La mente, el intelecto y el chittha (mente subconsciente) son los reflejos del Atma. La mente no tiene estabilidad. Es el depósito de pensamientos y deseos. Se dice: “La mente es la causa básica tanto de la esclavitud o como de la liberación” (Manayeva manushyanam karanam bandha mokshyah). Por lo tanto, hay que mantener la mente bajo un adecuado control imponiéndole algún límite a los deseos.
Tanto el cuerpo como la mente sufren constantes cambios. Sin embargo, hay una entidad dentro que es inmutable, esa es el Atma. No tiene forma aunque sí un nombre: Atma. El Sí Mismo y Atma significan ambos lo mismo. El Atma es también llamado Aham. Pero uno no debiera confundirse en este contexto pensando que Aham es el ahamkara (el ego), que es identificado con el cuerpo. Dios no tiene nombre ni forma, y siempre se hace referencia a Él como Brahman. Si Dios fuera a revelar Su verdadera naturaleza, Él diría: “Yo soy Brahman” (Aham Brahmasmi). El mismo principio de Brahma (Dios) satura a todos los seres como el principio del Atma.
Decimos fulana es mi mujer, fulano es mi hijo, zutana es mi nuera, etc. Estas son todas relaciones ilusorias y corporales. Son adquiridas por nosotros y no son dadas por Dios. Similarmente, Dios no les otorga ni placer ni dolor. Son todos de su propia hechura únicamente. Surgen debido al apego a su cuerpo. Mientras estén apegados al cuerpo físico, experimentarán sólo dolor. Una vez que este cuerpo físico es entregado a las llamas, nada se va con ustedes.
Atma, Sí Mismo, Yo: éstos son los diferentes nombres dados al mismo principio Átmico.
La identificación de ser uno con el cuerpo la hace el individuo, resultando así en el ego o ahamkara. Esa es la razón por la cual Jesús le dijo al mundo que tachara al pequeño yo (el ego) como una cruz, para poder volverse Dios.
Su propio Sí Mismo (Atma) dirige todas sus actividades desde adentro. Este Sí Mismo no tiene nacimiento ni muerte, como tampoco Brahman (Dios) tiene nacimiento ni muerte: es eterno, verdadero e invariable. Debemos apegarnos a un principio así de eterno, no a los objetos constantemente cambiantes y efímeros.
Cuando se casan con una muchacha la llaman su mujer. Antes del matrimonio, ¿quién era ella? ¿Quiénes eran ustedes? No había ninguna relación entre ustedes. Sólo por su matrimonio él se convierte en su marido y ella en su mujer y adquirieren una relación matrimonial. La relación es adquirida por ustedes. Dios no tiene nada que ver en estas relaciones mundanas. No obstante, Él es el eterno testigo de todo lo que sucede en este mundo.
La meditación, la constante repetición del Nombre de Dios o el yoga no son de ninguna ayuda cuando se trata de la realización del Principio del Atma. Ni lo son tampoco las nueve formas de devoción como el escuchar, el cantar, la contemplación en Vishnu, el servir a Sus Pies de Loto, la reverencia, la adoración, el servicio, la amistad y la rendición de Sí Mismo. Son diferentes formas de práctica espiritual (sadhana) que nosotros mismos hemos emprendido. No son dadas por Dios.
¿Cuántos ascetas en este mundo practican rigurosas austeridades? ¿Cuántas personas hacen japa (repetición del Nombre) constantemente? Aún cuando duermen, el japamala (rosario) gira en su mano. ¿Nos confieren todos estos ejercicios espirituales la liberación (moksha)? ¡Nunca! Por lo tanto, uno ha de contemplar constantemente en el Principio del Atma.
Si alguien les pregunta quiénes son, deben ser capaces de responder: “Yo soy Dios” con toda la fe y confianza de que dispongan. La forma misma del Atma en todos los seres humanos es una sola. Es eterna y no cambia.
Ya les he relatado varias veces la historia de Alejandro. Aunque conquistó vastas partes del mundo, no pudo llevarse consigo ni un ápice de los bienes que había acumulado. Tuvo que dejar este mundo con las manos vacías. Con el propósito de demostrar esta verdad al mundo, instruyó a sus ministros de llevar su cadáver en procesión por las calles de su capital manteniendo sus dos manos en una posición levantada, apuntando al cielo. Cuando los ministros, curiosos, quisieron saber la razón para esta extraña petición, Alejandro respondió: “He conquistado varios países y acumulado grandes riquezas. Hay un vasto ejército bajo mi mando. Pero, nadie ni nada de todo ello me acompañará en el momento de dejar mi cuerpo mortal. Me voy con las manos vacías. Esta verdad ha de serle mostrada a toda la gente.”
Podemos adquirir mucha riqueza y depositarla en los bancos o darla en préstamo a otros a interés. Pero no podemos llevarnos siquiera un puñado de tierra con nosotros en el momento de dejar nuestro cuerpo. Nada de este mundo viene con nosotros. Luchamos y planificamos innecesariamente varios proyectos, pensando constantemente en ellos día y noche. A pesar de todas estas luchas, lo que tiene que salir de nuestras manos se irá. “El cuerpo es como una burbuja de agua. La mente es como un mono loco.” Si siguen a este mono loco, se meterán en problemas. Por otro lado, si creen en el cuerpo, no saben cuando este cuerpo, que es como una burbuja de agua, estallará. Nada es permanente. Sólo el Atma (el Sí Mismo) es eterno e inmortal. Vale decir, es Dios.
“Yo”, “el Sí Mismo”, “Dios” son todos diferentes nombres con los cuales uno se refiere a la Divinidad. El Atman al que se hace referencia como ‘Yo’ está asumiendo diferentes nombres y formas.
Dios ha encarnado como Rama, Krishna, etc. Rama pasó por varias dificultades y demostró grandes ideales. Krishna demostró varios lîlas (juegos Divinos) y atrajo a varias personas. Finalmente, dejó Su cuerpo mortal. Los cuerpos físicos de los Avatares sufren cambios, pero el Atma Divino en sus cuerpos permanece igual. El Atma es omnipresente.
No obstante, para alcanzar la sabiduría átmica, su resolución habrá de ser pura. Habrán de contemplar constantemente en el Atma Divino.
Sus pensamientos y acciones pueden cambiar; los métodos de su práctica de la repetición (japa), austeridades (tapas) y yoga pueden cambiar, pero la Divinidad no sufrirá ningún cambio. Es por ello que la Divinidad ha sido descrita como sin atributos (nirgunam), pura (niranjanam), morada final (sanatana niketanam), eterna (nitya), inmaculada (shudda), iluminada (buddha), libre (mukta), y encarnación de lo sagrado (nirmala svarupinam).
La gente ora: “¡Oh Dios! Otórgame Tu Divino darshan (visión de lo Divino)”. Aún si Él les otorgara Su Divina visión, sería sólo momentánea. Viene y se va como un destello. De hecho, Dios está muy inmanente en sus propios corazones. Él está escuchando todas sus plegarias. Él está respondiendo a sus plegarias.
Aún cuando su cuerpo físico cese de existir, el Atma permanece. Ese Atma (Sí Mismo) es eterno. Asume diferentes formas. Percibimos varios objetos en este Universo, como las estrellas, el sol, la luna etc. Aunque parecen estar estáticos, hasta ellos sufren cambios. Sólo la Divinidad, que es la base de todo esto, permanece inmutable y sempiterna.
Uno debiera mantener siempre la pureza. De hecho, esta tierra de Bharath se ha ganado renombre y fama por su pureza y su carácter.
“Esta tierra de Bharat ha dado a luz a muchas nobles mujeres como Savitri,
que trajera de vuelta a la vida a su marido muerto; Chandramati,
que extinguiera un feroz incendio con el poder de la verdad;
Sita quien probó su castidad saliendo ilesa de entre las llamas, y Damayanti,
quien redujo un malintencionado cazador a cenizas con el poder de su castidad.
Esta tierra de piedad y nobleza alcanzó la plenitud y la prosperidad y se volvió maestra de todas las naciones del mundo debido a tales mujeres de castidad.”
(Poema telugú)
¡Un buen carácter no sólo es esencial para las mujeres sino también para los hombres! Sólo si uno tiene carácter, se le podrá llamar un hombre casto o una mujer casta. Hoy en día, encontramos a los muchachos y muchachas volviéndose muy íntimos y comportándose como si fueran marido y mujer. ¿Por cuánto tiempo? Sólo por un corto período. Después, la situación cambia. Una vez que están casados, el muchacho toma una dirección y la muchacha, otra. Sin embargo, no habrá cambio en absoluto en la naturaleza Divina.
Se acostumbra intercambiar anillos de diamante entre un muchacho y una muchacha cuando se casan. El anillo de diamantes, que es un objeto no permanente, es símbolo de la Divinidad, que es invariable y está disponible para la gente en todo momento.
Debiéramos salvaguardar nuestro carácter como un diamante. También en ultramar se intercambian anillos de diamantes durante el matrimonio ya que es costumbre aún allí. Resulta que hay significado en cada costumbre y tradición, no sólo en India sino también por todo el mundo.
Como ya les he mencionado antes, ustedes dicen que esto es ‘mi cuerpo’ (naa dehamu). Aquí ‘naa’ se refiere al sí mismo en telugú. Pero en sánscrito, ‘naa’ significa ‘no’. Por lo tanto, significa: “Yo no soy el cuerpo”. De modo que hay una cantidad de significados en cada expresión.
Dios es descrito como: “El Ser Cósmico con miles de cabezas, ojos y pies” (Sahasra seersha Purushah sahasraksha sahasra paad). Ustedes tienen sólo una cabeza, mientras que Dios tiene miles de cabezas. ¿Qué significa esto? ¡Que todas las ‘cabezas’ en la creación entera son Suyas!
Similarmente, no es correcto decir que “Swami ha visto mil plenilunios” (Sahasra Chandra darshan). Yo no he visto sólo mil plenilunios sino crores (1 crore=10 millones), decenas y decenas de millones de lunas llenas. Como declaran los Vedas: “La luna es la deidad que preside nuestra mente” (Chandrama manaso jatah). Cada uno de ustedes tiene una mente. Yo he estado viendo todas sus mentes. He estado viendo las mentes de decenas de millones de personas por todo el mundo. Así, que esto es igual a ver no sólo mil plenilunios sino a crores y crores de lunas.
Hace unos poco minutos, los muchachos cantaron: “Neeku maaku unradi oke bandhamu, Ade Prema Bandhamu”. Es el lazo del amor que nos une con ustedes. Deben asegurarse de que este lazo de amor dure por siempre.
Externamente, podemos exhibir varias cualidades, pero los pensamientos y valores internos son sólo cinco: la verdad (satya), la rectitud (dharma), la paz (shanti), el amor (prema) y la no violencia (ahimsa). Estas son las cualidades innatas, no han sido superpuestas desde afuera. Ni pueden comprarse en ninguna tienda. Están arraigadas en el fondo de nuestras personalidades. Nuestro deber es hacerlas visibles y reflejarlas en nuestras vidas diarias. Eso es “Educare”. Por otro lado, la educación se refiere a adquirir el conocimiento relativo al mundo físico y secular.
La verdad es eterna. Tiene que manifestarse desde adentro. Lo mismo es el caso de la rectitud o dharma. Se dice: “dharmamulam idam jagat”. De hecho, es: “Satyamulam idam jagat” (La verdad es rectitud). Todos los demás valores están contenidos en la verdad y se originan de ella.
El amor es otra cualidad que es innata en los seres humanos. Debe hacerse patente y compartirse con todos. Donde hay amor, no puede haber odio. El amor se transforma en no violencia. Una persona llena de amor no puede cometer ninguna clase de violencia. Donde no hay amor, la gente se causa daño las unas a las otras.
De la verdad emerge la rectitud. Cuando estas dos cualidades van juntas, el resultado es la paz. La paz se despliega como un comportamiento calmo y sereno. Una persona en ese estado dice: “Me siento en paz”. Cuando se le pregunta a varias personas acerca del propósito de su sadhana (práctica espiritual), responden: “para alcanzar paz mental”, pero ¿dónde está la paz? En el mundo externo hay sólo pedazos.
Una madre ama a su hijo. No abandonaría a su hijo bajo ninguna circunstancia, aunque la irritara. El amor apartaría esta irritación. Si la no violencia ha de reinar suprema en el mundo, la cualidad del amor habrá de ser cultivada por todos.
No es suficiente que se amen a sí mismos. Debieran amar a sus vecinos también. Deben desarrollar el sentimiento de que todos les pertenecen y que el mismo Atma reside como el morador interno en todas las personas.
Por ejemplo, hay una sola luna en el cielo. La misma luna es reflejada en un millar de potes. Verán la luna reflejada en cada uno de ellos por separado. ¿Podría esto hacerles decir que hay miles de lunas? ¡No! De manera similar, no hay soles separados en diferentes países como India, Estados Unidos y Japón. Un solo sol ilumina al mundo entero.
Sin embargo, difiere la hora a la que el sol sale en diferentes partes del mundo. Ahora son las 6 de la tarde para nosotros, en tanto que son las 6 de la mañana en América. En el Japón, son las 12 del mediodía. Pero en base a esta diferencia de horas, no pueden decir que hay más de un sol en el cielo. Solo un sol ilumina al mundo entero.
Así también, un solo Dios reside como Morador interno en diferentes personas. Cada uno Lo adora a su propia manera, atribuyéndole un nombre y una forma particulares a la Divinidad.
Hay personas que tratan de averiguar de Mí el lugar de nacimiento del Señor Rama. Durante los últimos años, una serie de personas se Me han acercado y Me han rogado: “¡Swami! Por favor, dinos donde exactamente nació Rama” Les dije: “Rama nació de la matriz de la Madre Kausalya.”
De hecho, ¿se buscan a sí mismos en el mundo externo? ¡No! Su verdadera naturaleza ha de encontrarse sólo en ustedes. ¡Ustedes son ustedes! Similarmente, es fútil buscar a Dios preguntando: “¿Dónde puedo encontrar a Dios?” Dios es omnipresente.
“Con manos, pies, ojos, cabeza, boca y oídos trasminándolo todo, Él infiltra al universo entero.” (Sarvatah Panipadam Tat Sarvatokshi Shiromukham, Sarvatah Srutimal loke Sarvamavritya Tishthati). Por lo tanto, de nada sirve preguntar: “¿Dónde está Dios?”. Primero traten de saber acerca de sí mismos. Entonces lo sabrán todo. Por desgracia, la gente de hoy en día está ansiosa de saber acerca de todo en el mundo externo sin conocerse a sí misma primero. Este ejercicio no servirá para nada. “¡Conócete a tí mismo! ¡Entonces lo conocerás todo!” Acuérdense: “Yo soy la Encarnación del Divino Atma; el Atma es inmanente en mí.”
La gente dice a menudo, “esto es mi…; esto es mi…; pero, ¿quién es ese ‘mi’? ¿A quién se refiere? El sentimiento de ‘mi’ es una ilusión (maya). Sin embargo, la gente no hace esfuerzo alguno por comprenderlo.
Puesto de que son un individuo, dicen, “mi…”, pero Dios no está confinado a un nombre y forma particulares. Es el principio del “Yo”, que lo satura todo. Se Le atribuyen distintos nombres y formas, pero ¡Él es Uno y sólo Uno! “La verdad es una pero los sabios la llaman de diferente maneras” (Ekam Sat vipraha bahudha vadanti). Las diferentes expresiones como “Yo”, “Yo soy Dios”, “Yo soy Brahma”, “Yo soy Vishnu”, etc., se refieren a un solo Dios. Lamentablemente, la gente de hoy está "dividiendo" lo “Divino”. Debieran tratar a la Divinidad como una sola.
No hagan diferencias entre la gente diciendo: este hombre es mi hermano; esta persona es mi yerno, etc. Todos son hermanos y hermanas. Si consideraran a todas las personas como sus hermanos y hermanas, ¿en dónde queda la sensación de diferencia entre individuos? Es este sentir de unicidad entre los seres humanos el que es enseñado por la espiritualidad.
La gente dice que puede realizar a Dios haciendo repetición del Nombre, meditación y otras prácticas espirituales como esas, pero ¿cuándo y dónde? ¿Y cómo? No son capaces de ver siquiera a la persona parada frente ellas cuando cierran sus ojos. ¿Cómo entonces podrían ver a Dios en su meditación?
Todas estas prácticas tienen por finalidad el controlar la mente. La mente es muy inestable. Está siempre afectada por saltos y brincos. Entonces ¿cómo pueden controlar una mente así? No es posible. La mente no puede ser controlada sino de una sola manera: por la constante contemplación en Dios.
A menudo vemos a la gente cambiar los nombres y formas de Dios para la contemplación. Un día contemplan en Rama, al siguiente en Krishna y otro día en Venkateswara, etc. El control de la mente no es posible mediante tal contemplación. Si consideran a Rama como el Dios de su preferencia, entonces quédense con ese nombre y forma hasta su último aliento. Entonces, seguramente tendrán la visión (sakshatkara) de Rama.
Pintores como Ravi Varma retrataron a Rama en una forma particular, pero Rama y Krishna no están confinados a tales formas solamente. De hecho, Dios no tiene ninguna forma en especial. Él asume una forma en particular en un momento particular, por el bien de los devotos. Después, hasta esa forma desaparece.
En el mercado se venden distintas imágenes y pinturas de formas particulares de Dios. Son hechas por pintores como Ravi Varma. ¿Vio Ravi Varma en realidad a Rama o a Krishna? No. Sólo oyó historias acerca de Rama y de Krishna y pintó sus formas basado en su imaginación. Estas imágenes y pinturas sólo les hacen recordar a la Divinidad. Ni Ravi Varma ni ninguna otra persona ha visto a Dios en realidad.
¡Ustedes mismos son Dios! No piensen que Dios está en algún lugar distante. Ustedes mismos son Dios. Desarrollen esa confianza. No obstante, si se consideran a sí mismos como Dios, deben desarrollar cualidades Divinas. Sólo entonces tendrán derecho a considerarse como Dios.
Puesto que nadie ha explicado jamás la naturaleza de la Divinidad de esta manera, la gente ha caído en teorías dogmáticas. Dios es inmanente en cada ser humano; aún más, en todos los seres vivientes. No hay lugar en donde Dios no esté presente. A dondequiera que miren, allí está presente Dios. De hecho, no necesitan venir aquí para ver a Dios. Él está muy presente en el lugar donde residen. Al no realizar esta verdad, la gente gasta mucho dinero y va de peregrinación. Esto no es lo que se espera que hagan.
Desarrollen la cualidad de amor en ustedes y compártanla con todos. Entonces, toda la gente del mundo se puede hacer una. Todos son uno, sean iguales a todos. Ningún ser viviente puede vivir sin amor. El vivir es posible únicamente con amor. Por ende, desarrollen una naturaleza amante. Cuando regresen a casa, cierren sus ojos y contemplen en Dios. De seguro Le encontrarán en su propio corazón. Cuando abren los ojos al mundo externo, los verán a todos individual y colectivamente.
¿Para qué piensan que han sido dotados de ojos? Sólo para ver a Dios. Cuando van donde un médico por algún problema en su cuerpo, les tomará rayos-x del corazón, hígado, riñones, etc. y decidirá acerca de la dolencia particular que los aqueja. La espiritualidad es como los rayos-x, ya que revelará su verdadera naturaleza.
Instalen la forma de Dios en su Corazón y contemplen en Él incesantemente. Nunca cambien esa forma por la razón que sea. Es seguro que realizarán a Dios. No necesitan buscar por Él en otra parte. Si desean ver a Swami, instalen la forma de Swami en el altar de su corazón. Con seguridad podrán visualizar a Swami allí. Si desarrollan un sentimiento de unicidad con Él, todo resultará ser bueno para ustedes. Esto es lo que deben realizar hoy.
Los festivales vienen y van. Domingo, lunes, martes: los días pasan así. El sábado se desliza hacia el domingo, pero Dios no cambiará nunca. Él es eterno. ¡Dénse cuenta de esta verdad!
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Traducción: Arlette Meyer
Revisión Final: Herta Pfeifer
Compaginación y edición: Área de Difusión-Argentina