DIVINO DISCURSO
de
BHAGAVAN SRI SATHYA SAI BABA
con ocasion del
MAHA SHIVARATHRI
el 23 de febrero 2009 en el Sai Kulwant Hall
"DESARROLLEN LA CONFIANZA EN SÍ MISMOS PARA
ALCANZAR EL ÉXITO EN LA VIDA"
¡La belleza de esta sacra tierra de Bharath reside en su Paciencia!
De todos los rituales, la adhesión a la verdad es la mayor penitencia.
El ambrosíaco sentimiento de este país es el amor por la madre de uno.
El carácter es más valorado que la vida misma.
Las gentes han olvidado los principios básicos de esta gran cultura
y están imitando la cultura occidental.
¡Qué lástima! Los Bharathiyas no se dan cuenta de la grandeza de su herencia cultural
igual que el poderoso elefante no es consciente de su propia fuerza.
(Poema en telegu)
El elefante, incapaz de darse cuenta de su fuerza innata, se somete mansamente a las órdenes del mahout, el cual trabaja por una ínfima suma de dinero. Se levanta y se sienta según el mahout se lo indique, porque ha sido entrenado por él. . . De manera similar, los Bharathiyas siguen hoy ciegamente la cultura occidental, olvidándose de la rica y sagrada herencia y cultura que le son propias. La cultura de Bharath es muy sagrada, fuerte y antigua. Es eterna y representa un faro de luz que ha guiado y continúa haciéndolo, a todos los países del mundo. Entonces, ¿cómo es que los Bharathiyas pueden olvidar esta grandiosa cultura que les es propia?
La cultura de Bharath es tal que instila la filosofía que la madre y el padre han de ser respetados como Dios. . . . Exhorta a cada niño a seguir el axioma de 'Mathrudevo bhava' y 'Pithrudevo bhava' (la madre es Dios; el padre es Dios). No se detiene sólo a este nivel sino también le impulsa a uno a seguir la máxima de 'Acharyadevo bhava' y 'Athithidevo bhava' (el maestro es Dios y el huésped es Dios). Si tendieran a ignorar las palabras de su propia madre, ¿a quién más podrían reverenciar y respetar?
¡Encarnaciones del Amor!
Mientras continuamos conversando por horas, tendemos a olvidar lo que intentamos comunicar en realidad. Son tantas las desviaciones y distorsiones que se infiltran en nuestro lenguaje. Hoy, el mundo entero está lleno de sentimientos negativos. Con quienquiera que se crucen y sea lo que sea que vean, la negatividad está ampliamente difundida. Todos son reflejos de sus pensamientos y sentimientos íntimos.
Más allá de todo esto, existe una entidad llamada el Atma, que es la Personificación del Sí Mismo Divino. No existe sino un Atma que mora en cada individuo, o en cada ser viviente, debiera decir. El Bhagavad Gita declaró, "Mamaivamso Jeevaloke Jeevabhuthah Sanathanah" (el Atma Eterna presente en todos los seres es una parte de Mi Ser). No hay cabida alguna para lo que sean dudas o dualidad en este aspecto. Es "Ekameva adwitheeyam Brahma" (el Atma o Brahma es uno sin un segundo). Es por eso que se dice "Un hombre con una mente dual es medio ciego."
La Divinidad se ha descrito en los Vedas como "Sahasra seersha purushaha sahasrakshah sahasra paad" (El Ser Cósmico tiene miles de cabezas, ojos y pies.) La importancia de esta declaración es que una Divinidad se expresa a sí misma a través de millones de individuos y, por ende, todos son Divinos. Tendemos a olvidar esta gran verdad y consideramos a cada individuo como separado de los demás. Las rivalidades y conflictos entre los seres humanos comenzaron en el momento en que la humanidad se olvidó de su unidad fundamental. Es tiempo que esta inclinación se revierta y que la unidad elemental entre los seres humanos se restablezca.
Junto con la unidad debiera haber pureza. Cuando la unidad y la pureza van juntas, allí hay Divinidad. La combinación de unidad, pureza y Divinidad resultará en la realización del Atma Tathwa (el Principio Atmico). Los Upanishads, en especial el Taithreeyopanishad, trata en detalle este Atma Tathwa. Aquel que desarrolle fe únicamente en este Principio Atmico tendrá éxito en todas sus esfuerzos.
El Atma Tathwa o Conciencia Divina, satura todo el Universo. Ni siquiera una brizna de pasto se puede mover sin esta Conciencia Divina. Todo en el Universo es un reflejo Suyo. Es el mismo Atma Tathwa que mora en todos los seres humanos, sin que importe religión, casta, credo ni nacionalidad.
Esto es verdad hasta en el caso de los Avatares. Los Avatares de Rama y de Krishna, pueden haber sido diferentes entre sí en cuanto nombres y formas; mas el Atma Tathwa que reside dentro de ellos es solamente uno. Todos ellos vivieron en sus indumentos humanos hasta completar sus misiones Avatáricas, y una vez completada su tarea, desaparecieron. Es así que sus cuerpos físicos no son permanentes. De hecho, nada en este mundo efímero es permanente, ni siquiera los grandes Avatares.
El Atma es la única entidad que es eterna. Está allende nacimiento y muerte. Es inalterable. Para todo lo
demás en este universo hay un principio y un fin, excepto para el Atma. De modo que uno habrá de desarrollar un fe firme en este Atma Tathwa.
Lamentablemente, hoy en día, tendemos a olvidar a este genuino y eterno Atma Tathwa y desarrollamos fe en el mundo efímero. Tejemos una red imaginaria en torno a los placeres que este mundo transitorio puede ofrecer. Por último, vamos a parar en pesares y dificultades.
El Atma Tathwa es la única entidad que es verdadera, eterna e inalterable. Todo lo demás sufre cambios de tiempo en tiempo. Incluso el cuerpo humano pasa por diferentes etapas como la niñez, la adolescencia, la juventud y la vejez, mas el individuo sigue siendo el mismo a través de todos estos cambios.
En la actualidad, las gentes se adaptan a contínuos cambios en el tiempo, situaciones y el medio ambiente. Las gentes que se transforman a sí mismas de este modo no son seres humanos en el sentido real. ¡Quién entonces es un real ser humano? Alguien que no sufre un cambio; uno cuya fe en el Atma Tathwa (Sí Mismo) es firme y estable. Eso es confianza en sí mismo. Aquel que la desarrolle puede encontrar permanentemente un lugar para él en la historia del mundo.
Todos ustedes han oído de Abraham Lincoln, un pasado presidente de los Estados Unidos. Él fue un perfecto ejemplo de esa confianza en sí mismo. Provenía de una familia muy pobre y no podía financiarse la compra de libros y ni siquiera una vestimenta decente. Era tan pobre que había de estudiar bajo las luces de la calle. Su madre lograba mantenerlo con las magras sumas que recibía por arreglar ropas viejas y gastadas.
Un día, sus compañeros de curso, quienes eran ricos y vestían finos trajes, botas y sombreros, le insultaron diciendo que no merecía caminar junto a ellos vestido tan pobremente, por lo que debía caminar por la calzada. Llegó a casa llorando y le confió sus penas a su madre, confiándole la forma en que había sido insultado y humillado.
La madre le consoló, diciendo, "¡Querido hijo! No te dejes afectar ni por las alabanzas ni los insultos. Entiende la situación en casa. Tu padre no puede gastar dinero en tu educación. Confía en tí mismo. Eso es tu propiedad."
Estas palabras dejaron una profunda huella en el tierno corazón de Lincoln. Fue cultivando la confianza en sí mismo y el respeto por sí mismo con al apoyo y el aliento constantes de su madre. Incluso trabajó temporalmente para ganar algo de dinero y mantenerse. El buen nombre que se ganó en la sociedad, le hizo merecedor del respeto y amor de sus semejantes.
Con el paso del tiempo, sus amigos y quienes le apreciaban, le aconsejaron presentar su candidatura a la presidencia, prometiéndole su apoyo y sus votos. Siguiendo este consejo, Lincoln presentó su candidatura y ganó la elección. Llegó a ser Presidente de los Estados Unidos. Fue así que Abraham Lincoln, hijo de un pobre artesano que no tenía dinero ni para pasar la educación primaria, llegó a la Presidencia de los Estados Unidos, gracias a un árduo trabajo y a la confianza en sí mismo que su madre le había impulsado a desarrollar a lo largo de su vida.
La gente no puede alcanzar grandes alturas sin confianza en sí misma. Ni siquiera las nueve formas de devoción – sravanam (escuchar), kirtanam (cantar), Vishnusmaranam (contemplar en Vishnu), Padasevanam (amistad) y Atmanivedanam (entrega de uno mismo) – pueden ayudar.
Cualquier cantidad de sadhana (práctica espiritual) sin confianza en uno mismo tendrá poca utilidad. Por lo tanto, quiero que todos ustedes desarrollen la confianza en sí mismos. Enfrenten sus exámenes con esta confianza. Si ella, ni siquiera sus amigos les podrán ayudar. No se olviden de seguir los consejos de su madre, porque ella es Dios. Ella siempre les protegerá, en dondequiera que estén. Aquel que respete las órdenes de su madre y las siga sinceramente, surgirá en la vida, como fuera el caso de Abraham Lincoln.
Lamentablemente, las gentes de hoy no le muestran el debido respeto y reconocimiento a sus madres. Hay personas en elevadas posiciones que no vacilan siquiera en rebajar a sus madres frente a otros. Se han producido instancias en que no vacilan en llamar sirvientas a sus madres, cuando invitados o colegas visitan sus casas y preguntan por la madre. Esta conducta contraviene totalmente los mandatos Védicos, que exigen a todos el tratar a sus madres como a Dios.
De hecho, la madre es divinidad viviente. Ella es el primer guru del ser humano. Ella es la única persona que trabaja desinteresadamente y anhela el bienestar de sus hijos.
Aquellos que hacen caso omiso del consejo de su madre nunca serán exitosos en la vida. Incluso en países extranjeros, gentes como Abraham Lincoln alcanzaron elevadas posiciones acatando el mandato de sus madres y desarrollando la confianza en sí mismos.
Consideramos como grandes a los extranjeros. Mas no todos ellos merecen que se les considere grandes. Sólo aquellos que respetan a sus madres y sigan sus consejos son grandes. Si ignoran el consejo de su madre, es seguro que habrán de enfrentar dificultades en al vida. Sigan sinceramente su consejo. Sin pensarlo dos veces, desarrollen la cualidad de la obediencia implícita a los deseos de su madre. Sólo entonces será apacible su vida.
Las mujeres de Bharath se han ganado un gran nombre y fama por la prístina cualidad de la castidad. No han de ser tratadas livianamente. Siempre son dignas de ser recordadas tan nobles mujeres y necesitan ser emuladas. Savithri pudo traer de vuelta a la vida a su marido fallecido, gracias al poder de su castidad. La gran mujer que fuera Sita, entró al fuego para probar su castidad y salió de él incólume. Hubo una cantidad de ejemplos así en este país de Bharath, de mujeres que han brillado como luces señeras para el mundo entero.
Bharath es una tierra santa y sagrada. ¡Son en verdad afortunados al haber nacido en esta gran tierra! Por lo tanto deben santificar sus vidas siguiendo la rica y sacra cultura de este país. La magnanimidad y el sacrificio florecieron en esat santa tierra de Bharath. El punto de vista espiritual de Bharath no tiene paralelo. De hecho, es esta visión espiritual la que ha sostenido a este país a través del tiempo y le ha llevado a grandes alturas.
La gente aquí goza de paz y de bienaventuranza, incluso hoy en día, mientras todo el mundo está pasando por momentos difíciles. Es por esta razón que las gentes de todos los demás países visitan éste y encuentran solaz aquí. Debemos mantener este rico legado de espiritualidad.
Cada vez que alguien le pregunta a un estudiante qué está haciendo, replica que se está concentrando en sus estudios. Mas el real significado de la concentración es fijar la mente de uno en un objeto en particular. La contemplación es el paso siguiente. El paso final es la meditación. De modo que concentración, contemplación y meditación son los tres pasos en el sadhana. La meditación no es simplemente sentarse en silencio y cerrar los ojos. El mantener una mente firme y sin fluctuaciones es meditación.
La gente piensa que la concentración es un gran ejercicio, mas no es sino el primer paso en el sadhana, siendo los otros la contemplación y la meditación. La concentración es como la educación en la escuela primaria. La contemplación es como la educación en la secundaria y la meditación es educación de nivel universitario. Sólo después de haber alcanzado el nivel universitario, se volverá uno elegible para obtener un diploma. Todos nuestros antiguos rishis alcanzaron este nivel y meditaron en la Divinidad.
Cuando uno alcanza el nivel de la meditación, no queda espacio alguno para vacilaciones de ninguna especie, y la fe de uno en la Divinidad se vuelve estable. Deben alcanzar ese nivel. Pueden estudiar una cantidad de libros y pasar sus exámenes en la escuela o la universidad. Mas será únicamente aquel que haya alcanzado el nivel de la meditación, el que pase la prueba que Dios prescribe.
¡Querido estudiantes!
No se enorgullezcan por su logro de conseguir un primer puesto o clase. No son las notas lo que cuenta. Velen por no recibir anotaciones, que son el resultado de que hayan perdido confianza en sí mismos. Por lo tanto, desarrollen esta confianza en sí mismos para convertirse en verdaderos éxitos en la vida. O desarrollen esta confianza y vuélvanse realmente exitosos en la vida.
[Bhagavan cantó el bhajan, "Bhajana bina..." y continuó Su discurso.]
¡Encarnaciones del Amor!
Mediten constantemente en el nombre y la forma de Dios que sea de su agrado. No tiene importancia qué nombre o forma elijan para su namasmarana. Todos los nombres y formas Le pertenecen al Dios único. El es el Atmaswarupa (Encarnación del Atma Divino). Dios asume diferentes formas y es adorado por varios nombres. Sólo Dios puede satisfacer los deseos de los devotos. Es Él quien les otorga poderes y posiciones. Sin Él, no pueden alcanzar posición alguna. ¡Todos no son sino 'ceros'! ¡Con la gracia de Dios uno puede convertirse en 'héroe'!