Bueno... yo hice la encuesta así que creo que me han enseñado todo eso y más... 

Pero destaco lo del humor, porque uno se toma la vida a veces tan seriamente, y anda preocupado, y tate, los pequeñuelos me han roto la bolsa de basura y hay un chiquero...   Uno obsesionado con ser "adulto", y el felino juega con una simple bolsita plástica...    Haciendo cuentas y cuentas, pero el pequeño sólo quiere que le rasques la cabeza...    Cuidando las cosas de papá, y la patota bota la cómoda entera al suelo...   Pequeños detalles que me hacen reír y sonreír, creo que lo hacen para que me ría y me tome la vida "con Andina"...   

 

Karin

Voté pensando en Enza claro y por el amor incondicional..como yo le cantaba la cancion de Luismi y lo grabé un dia....

Otro..votaria por "luchar y jamas Claudicar" Enza fue un ejemplo de nunca bajar los brazos..es cierto lo del humor y las otras opciones y muchas cosas mas que nos enseñan pero destaco la opcion 2

Mili

Yo lo tengo claro, me enseñaron a ser tolerante. Es bien dificil convivir con un gato, con los primeros desaguisados de Laro, aprendí que debía resignarme y que si quiero conservar un poco de "orgullo" debía ser más lista que él anticipándome a sus pillerías. Con Toffe aprendí el curso especializado sobre la materia, y una vez laureada, llegó Lince y tuve que volver a empezar de nuevo porque Lince era de una cultura distinta con artes desconocidas en lo que pensé basta experiencia adquirida con los dos anteriores.

 

Veremos si todo este bagaje me sirve en el futuro.

 

Lines.

Bueno... No solo a mí sino también al resto de toda la parentela de mi casa, Niña nos ha enseñado que a pesar de que la vida es simple, hay que tenerla
con buen humor entre otras cosas pero también ha enseñado (y sigue enseñando la muy granuja), que somos unos obsesos con el orden y mucho más pero bueno.
¿Cómo cree la tía que debemos tener las cosas si el único habitante de mi casa que vive con un desorden total es mi padre?
 
En fin...
 
Besotes.
 
Valle.

Con Pelusín aprendí, por ejemplo, a compartir algo muy querido con toda la familia.

Con Rubi, aprendí que lo que creemos es mejor a veces no resulta bien, porque se nos olvida pensar en los posibles inconvenientes (me refiero a lo de sacarlo a pasear con correa, "porque era un gato que había vivido año y medio en la calle"; mi mamá y yo no nos imaginábamos que en aquella zona Rubi era un "intruso" para los gatos que por allí había -y que nosotras alimentábamos- y claro, el macho dominante lo atacó, le rompió la correa, y lo tuvimos perdido 5 días).  

Con Linda, aprendí que hasta los gatos "caseros" tienen su territorio, y no se puede intentar meterle un compañero así, sin más... También aprendí (demasiado tarde) que una hembra debe también castrarse; y también -más tarde todavía - que un gato GORDO no es un gato SANO.

Con Curro, aprendí un sinfín de cosas... De entre las opciones citadas, me quedo con la 2ª, la 3ª, la 5ª y la 8ª.  Aprendí a respetar y entender su carácter tan difícil al principio, y me hizo comprender que el AMOR acaba derribando muchas barreras .

Y Emy y Benito me sorprenden cada día convenciéndome cada vez más de que los gatos "caseros" son mucho más felices cuando, además de nuestro cariño, tienen el de un "coleguilla" con quien jugar, sin tener que depender de si nosotras estamos en casa, o de suficiente humor para dejar nuestras tareas y ponernos a jugar con ellos.

Y seguro que aún me quedan muchísimas más cosas por aprender... 

-Mari Jose. 

 HERMOSA ENCUESTA...

LORE

votado...

Besos, 

-Mari Jose.