¡Jajajaaaa   !. Bueno... aunque, la verdad, no me extraña mucho tanto desastre. Esas piedras tan gordas, además de ser super incómodas para las delicadas almohadillas de mi Ahijado, parece que están diciendo: "¡Sácanos fuera"!  . Y papel de periódico alrededor del arenero... ¡Toda una tentación irresistible   !.
En serio, Mili, me sorprende el tamaño de esas piedras. Después de probar un montón de marcas de arena, ahora gasto una que compro por internet, en Zooplus; es muy fina, pero no queda pegada a las patas ni a los pelos, y encima huele como a talco de bebé.
Besos,
-Mari Jose.
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