1. Libres de hambre, sed y desnutrición. Incluye una dieta apropiada para mantener la salud y el vigor.


2. Libres de incomodidad o molestias. Proporcionar un ambiente apropiado incluyendo albergue y un área de descanso confortable.


3. Libres de dolor, heridas y enfermedad. Con un rápido diagnóstico o la prevención y tratamiento.


4. Libres para expresar su comportamiento normal. Proporcionando suficiente espacio, una instalación apropiada y compañia de la propia especie animal.


5. Libertad para vivir sin temor ni angustia. Asegurando condiciones y el trato que evite el sufrimiento mental.

Estas libertades se originaron a partir de animales de ganadería, pero la pregunta es si se están cumpliendo estas reglas tan basicas en nuestros animales de compañía, aquellos a quienes decimos amar tanto. Todavía hay falta de cuidado para perros y gatos, crías abandonadas en las calles, perros a la deriva aún teniendo dueño, insensibilidad por parte de conductores de vehículos, y maltrato animal directo, provocando serias consecuencias de salud e incluso la muerte.

Deseamos con fervor que muy pronto la Humanidad tome conciencia que lo que hacemos con las mascotas nos lo hacemos a nosotros mismos.