RELATO QUE TOMÉ DE LA REVISTA "EN VIAJE", PUBLICACIÓN MENSUAL CHILENA, N° 307, MAYO DE 1959. AUTOR: MOISES MORENO. (EXTRACTO).
En un pueblo del sur (de Chile), cuyo nombre silenciaremos para no traer malos recuerdos, sucedió un hecho extraordinario. El personaje de esta historia le tenía un fastidio "mandado hacer de medida" a los gatos. Y estaba viviendo de paso, mientras arreglaba unos asuntos en la casa de un pariente.
Era muy comedor de carne. Y en varias ocasiones se quedaron sin carne para el almuerzo porque un gato ladrón de la vecindad se la robaba. Y estos felinos son tan agudos que roban la carne cuando las carnicerias ya están cerradas.
Y nuestro personaje se propuso matar al gato. Compró carne un poco fuerte para inhibir el olor del veneno y se la colocó a la puerta de calle. Y se puso a observar. Llegó el felino, mirando hacia todos lados, y en seguida se acercó al tiesto con carne. Pero el gato -ya lo hemos dicho- es un animal de inteligencia. Debió haber pensado por qué razón había en esta oportunidad tanta facilidad para el acto que sabía era non sancto. Y se le ocurrió mirar al personaje, que como un Borgia observaba sonriente y ceñudo el final del drama. Del drama que no ocurrió. Porque el gato olió la carne, miró hacia la ventana y vió a nuestro buen hombre. Y, seguramente, en la mirada leyó el trágico designio, como habría escrito Ponson du Terrail. Y huyó. El hombre no se dió por vencido y póco psicologo en gatos decidió prepararle un gran plato, exquisito y tentador, e hizo un excelente estofado, con bastante carne y con arsénico, no diremos para matar una docena de gatos, sino una docena de rinocerontes. Se lo colocó en el mismo sitio y esta vez, prudentemente, despareció. Dejó pasar las horas. Y vió que el gato estaba tranquilamente relamiéndose al sol en el tejado vecino.
Pero ocurrió algo terrible: no quedó un perro vivo en la calle. Todos ellos comieron del manjar que les había preparado tan siniestro ecónomo y dietista, el que tuvo que huir del pueblo y volver a él veinte años después. Igual que la continuación de los "Tres mosqueteros".
Karin