Pues sí... ¡Ni que mi mano fuera un peazo de filete!
Sí chicas, cómo lo estáis leyendo...
Hoy, cuando terminé de cenar, asearme hasta los dientes y demás, me dispuse a jugar con la chocolate peluda y... ¡Menuda no es ella jugando conmigo! Con mi padre, ni caso porque le abre una bocaza para pegarle un bocao de esos que ya ya pero a mí, se dedicó a olerme una mano y tras la olfateada que le ha dado a la mano y de sopetón y sin que yo pudiera escapar... ¡Ñacs! ¡Intentó morderme la muy condená!
lo bueno de todo es que no lo ha conseguido jajajaja.
¡Ni que mi mano fuera un uen y sabroso filete!
Uf...
Valle.