Jueves, 21 de abril del corriente a las 19,30 de la tarde:
Mi padre y yo llevamos a Niña al hospital veterinario cercano a mi casa de urgencias por el brote y el estreñimiento. Llegamos, nos sentamos y la nena sigue dentro de su transportín ya que habían dos personas delante una de ellas con un perrazo de esos regordetes y la otra con un lindo gatito porque se había tragado un tornillito el muy travieso.
Pasan los minutos...
Seguimos esperando y ya ha salido la señora con su gatito travieso tras la administración de no sé qué medicamento para que pueda expulsar toda la mugre junto con el tornillito por el trasero.
De nuevo, la espera porque entra el señor con su perrote inglés... Un Bulldog de no te menees. El lindo can tenía unas diarreas que no gustan nada ni a dueño ni a veterinario.
¡Por fin! Después de haber explorado al peludo gordinflón, pesado y antiparasitado... ¿Dije "pesado"? ¡Si imaginárais cómo quedó el pobre veterinario al coger al chuchazo en brazos para subirse a la váscula con él bicho en brazos! ¡Casi cae al suelo con aquella mole!
Seva el dueño y su perrazo... ¡Uf!
¡Las nueve menos cuarto y yo ya medio muerta de sueño!
Entramos a la consulta no sin antes saludar a una señora que llevó a su caniche de urgencias y que entraba en ese momento a la clínica...
En la consulta...
(siglas a usar en este diálogo. Fac.: facultativo veterinario de urgencia; Pad.: mi padre; Niñ.: la presidenta de UPG y todo geniazo y Val.: yo).
Fac: -Buenaaas...
Pad: -Buenas.
Val: -Buenas nocheees.
Niñ: -¡Zas, me lo imaginaba! Hala tío, si cree usted que le voy a dar las buenas noches, se equivoca pero de lo lindo.
Fac: -Y... ¿Qué le pasa a esta cosita peludita tan guapa?
Niñ: -¡Eso, encima pitorreo!
Pad: -Pues verá usted, esta gatita, hace tres semanas, tuvimos que llevarla a una clínica veterinaria que hay en el pueblo porque según el veterinario que nos atendió, tiene insuficiencia renal y tenía una infección fuerte que le afectó la boquita.
Niñ: -¡Andaaaa! ¿De dónde habrá sacado este borrego gafudo tanta excusa? ¿De dónde?
Fac: -¿Algún tratamiento en especial?
Val: -Sí: Claviseptin, dos pastillas al día pero partidas en cuartos porque son muy grandes para su garganta y Royal Canin Renal o, en su defecto, Advance Renal.
Niña: -¡Pero buenoooo! ¿Y a ti qué te pasa? ¿es que ahora te ha dado por estudiar como esta gente majaderaaaa? (Niña maulla desconfiada).
Val: -¡Calladita, nena!
Pad: -También le estamos dando malta para el estreñimiento.
Niñ: -¡Enga ya tío que tú no sabes ni lo que es la malta! (Niña vuelve a maullar en señal de protesta).
Fac: -Bien, bien. Vamos a realizarle unas pruebas para ver cómo está. Colóquela sobre la mesa, por favor.
Niñ: -¿Eh? ¿qué cuernos me va a hacer ahoraaa? (sigue la protesta).
Val: -¡Calla!
Fac: -A ver... Vamos a echarle un vistazo a esos dientes...
Niñ: -¡Ni se le ocurra, oiga! ¡Mire que le arreo un mordizco que le va a quedar pa los restoooooo! (Niña pone resistencia pero el veterinario consigue abrir la voca para ver el estado de los dientes y encías).
Fac: -Tiene todos los dientes aunque una pequeña gingivitis que seguramente es debido a la insuficiencia... Ahora vamos a ver cómo está de reflejo visual.
Niñ: -¡Oiga, váyase al cuernooo! (Niña intenta bufar al veterinario).
Fac: -parece que tiene buen reflejo visual... Ahora los oídos.
Niña: -¡Cagon su madreeeee! ¡Haga el favor de dejarme mis lindas orejitas o le arreoooo! (Niña ya empieza a calentarse).
Fac: -Orejas y oídos limpios. ¡Sí señor!
Niñ: -Bueno. ¿Y usted qué demones creía encontrarme en mis oídos, peazo idiota?
Fac: -¡Tiene alergia a algún medicamento o a algo en especial.
Val: -Sí, alergia al polen.
Fac: -Alguna enfermedad cardiaca?
Val: -Sí, una pequeña insuficiencia causada por el asma alérgico. También tiene asma y le da mucha tos sobre todo, cuando está mucho tiempo expuesta al Sol.
Niñ: -¡Si estoy mucho tiempo al Sol, es porque me da la puñetera gana! ¿Tá claro, tía cafre? (Niña ya comienza a mosquearse).
Fac: -Bien, vamos a realizarle un electrocardiograma para comprobar que todo va bien.
Niña: -¡Electro ¿Quéééé? ¡Oiga, váyase usted con esos trastos a tomar el fresco!
Fac: -Tranquiiila, que ya falta unooo.
Niña: -¡Je, pues ese que falta se lo puede colocar usted en la rabadilla, tío pesao! (Niña ya muestra señal de desaprobación y lanza su primer mordizco acompañado de un sonoro bufido).
Fac: -Bien, todo perfecto... Ahora vamos a ver qué tal los riñones.
Niñ: -¡Oiga, como se le ocurra tocarme una vez más, me lo zampooooo! (Niña sigue con su concierto de bufidos y algún que otro intento de mordizco).
Fac: -Pues sí señor, tiene los riñones fastidiados pero un gato anciano como esta gatita puede vivir todo el tiempo que sus fuerzas le permita. Es una insuficiencia renal crónica que puede provocar recaídas que suelen durar entre uno y tres días pero con una buena alimentación a base de alimentos para gatos ancianos y un buen tratamiento, esta gata puede llegar a vivir uno o dos años más siempre y cuando no le den muchos brotes seguidos.
Niña: -¡Vaya hombre, uno que se cree dios del Olimpo! ¡Oiga! ¿Acaso es usted amigo de esos dos hermanos gemelos que además de ser dioses del Olimpo, son unos pelmazos defendiendo a quienes les dan la real gana? (Niña ya comienza a cabrearse más).
Fac: -Bien, le voy a poner una inyección para evitar que el brote vaya a más y le permita coger más apetito.
Niñ: ¡-Anda leche, y ahora una aguja en mi pobre traserito! ¡Oiga, vaya usted con eso clavado en toda la rabadilla que yo no lo necesitoooo! (Niña lanzando bufidos y un buen mordizco).
Fac: -¡Perfecto! Se nota que es una gatita con mucho genio. ¿Qué edad tiene?
Niñ: -¡Que a nadie se le ocurra decirle la edad a este tipoooo!
Val: -16, en mayo, día 4, cumplirá 17.
Niñ: -¡Anda corcho, ya lo ha dicho la soplona cegata ésta! ¡Y a ver si te mantienes la boca cerradita, nena!
Fac: -¡Huy! Parece joven aunque ya tiene algunas canitas pero no se le nota jejeje.
Niñ: -Psé, si usted lo dice...
Pad: -Y dígame doctor. ¿tiene que seguir tomando el tratamiento que tiene o hay que darle otro? ¿y el estreñimiento?
Niñ: -¡Zas, ahora el mono que no es mono!
Fac: -Yo no se lo cambiaría de momento pero, si en caso de que no le siente o algo, la puede volver a traer aquí y le prescribiremos el tratamiento adecuado.
Niñ: -¿Venir otra vez, ha dicho usteeeed? ¡Oiga, si me vuelven a traer, de mí se va a acordar usted y toda su parentela! ¡No faltaría más! (Niña lanzando un bufido).
Pad: -Ah, entonces vale... ¿Qué le debemos por la consulta?
Fac: -Solo será el tratamiento pero, como ésta es una paciente especial, el coste del mismo será reducido.
Val: -Muchas gracias, doctor y buenas noches.
Pad: -Buenas noches y gracias.
Niñ: -¡¡¡Pelotaaaas!!! (Niña maulla en señal de mosqueo total).
Bueno amigos y amigas, aquí finaliza el períplo del paso de Niña por el hospital veterinario más grande de la capital tinerfeña que ya no se parece en nada a la que fuera clínica veterinaria en donde sólo se llevaban a nuestras mascotas para las consultas y ahora tiene hasta farmacia, tienda especializadas (también tiene una red de tiendas especializadas en dos sitios de la capital más una que forma parte del Club de Leones. Las otras, a la red de Royal Canin y Royal Canin Junior).
Al llegar a casa, las 22,30 horas y con un sueñazo de padre y señor mío, me voy medio sonámbula a la cocina para cenar, mi padre a darse una ducha y Niña, maullando con un cabreo de no te aguanta ni tu tatarabuela.
Mil besotes.
Valle, desde la trinchera.