Estos son dos ancianos que se encuentran y le pregunta el uno al otro:
-¿Tú qué haces cuando tienes frío en la noche para dormir?
Y el otro le contesta:
-¡Es muy fácil!... Cuando tengo frío, tomo una botella de hierro, la lleno de agua caliente y la meto debajo de las cobijas al acostarme. Es una tradición de la familia. Y tú. ¿Qué haces?
Entonces, el otro le responde:
-Pues mira, yo tengo un gato, Cuando tengo frío, lo meto debajo de las cobijas. Si quieres llévatelo esta noche para que veas lo bien que calienta.
El anciano se llevó el gato, y al otro día se encuentran y el primer anciano le pregunta:
-Pero ¿Qué te ha pasado? ¿por qué estás tan rasguñado?
Entonces el otro anciano le contesta:
-Pues imagínate que anoche, como estaba haciendo tanto frío, pues decidí recurrir a tu técnica con el gato, pero no entiendo qué sucedió cuando le quise llenar de agua caliente ¡El estúpido gato me empezó a arañar!