Me acaba de llamar Mili y me ha pedido que os lo diga yo, pues ella está en tal estado que no ha podido ir a trabajar.

Anteanoche encontró a Enza muy decaída. Ayer estaba peor y no quiso comer nada, así que la llevó a una clínica veterinaria que hay no lejos de su casa, donde le dijeron que lo primero era hacerle análisis de sangre. Con muchos esfuerzos, lograron picharle la vena, pero entonces ella se zafó, la poca sangre que había entrado en la jeringa saltó por los aires, y ya no hubo manera de sacarle más.

Le pusieron un suero, porque la encontraron muy deshidratada, pero Mili dice que con las sacudidas que daba Enza poco o nada le entró... El veterinario, que dice Mili resultó ser un tipo muy áspero y nada cariñoso ni comprensivo con los animales ni con sus amos (un perro que había allí recibió igual trato que Enza), dijo que no podía recetar nada sin el análisis de sangre, y que obviamente no le podía sacar (demostró tener miedo a Enza), así que simplemente le pinchó un antibiótico (de los de larga duración), por si tenía alguna infección, y a esperar...

Enza volvió a casa muy estresada; no quiere comer, aunque sí bebe algo de agua; sólo quiere estar tranquila, echadita en su búnker nuevo... Mili la ha sacado y la ha subido a la cama para poder observarla mejor.

Me ha dicho que pensaba dejarla descansar hoy (aunque intentaría darle alimento "Recovery" de R. Canin, que es igual que el a/d, con la jeringuilla un poco diluído con agua; va a intentar envolverla con alguna bata, como yo hacía con Curro, y llevarla mañana a Rodolfo, que aunque no tiene laboratorio, sí podría pinchar a Enza y sacarle sangre, que Mili llevaría a analizar a donde él le dijera...

Así quedamos; dijo que me tendría informada y que por favor os lo contara yo, ya que, como sabéis, ella no tiene P.C.

Pues nada... Ha vuelto a llamarme al poco, para decirme que Enza ya no caminaba bien; se tambaleaba; que la vé aún peor... Así que no va a esperar, y la llevará hoy mismo a Rodolfo. Creo sinceramente que hace bien en llevarla; puede que Enza aún se estrese más, pero Rodolfo la entiende, y además Mili debe hacer todo aquello que sirva para su tranquilidad y para tener conciencia de que ha hecho por Enza todo cuanto ha podido.

Qué duro es esto, Dios mío... Cierto que Enza ha sido una privilegiada: Una gata MUY querida, que ha sobrevivido a enfermedades y accidentes terribles, y ha llegado a una edad muy longeva con una muy buena calidad de vida. Pero así es este mundo... llega un momento en que se acaba aquella misión para la que nacimos, y nos toca partir, aunque destrocemos el corazón de todos cuantos nos aman.

Ojalá, amigas, pueda pronto deciros que nuestra adorada Diva superó este bache. ¡¡ASÍ LO DISPONGA DIOS!!.        

Un gran abrazo a todas, y gracias de antemano por rezar por Enzita o por mandarle buenas vibras (sé que todas lo vamos a hacer).

Besos,

Mari Jose.