La depresión en los gatos

En grandes rasgos, se puede decir que la depresión es  mucho más que una tristeza, y no tener ganas de nada.
Una de las más frecuentes causas por la que sufren de depresión los felinos es por el cambio de rutina, por el alejamiento de un amigo, la soledad, el cambio del entorno, que lo dejen de atender, o que pase todo el día solo.
Muchas veces se sienten tristes por más tiempo del que se podría catalogar como normal, cuando su compañero se muere, o se aleja la persona que lo cuida y lo mima.
Siempre hay que observar la conducta de las mascotas para saber como están de salud, pero la observación debe ser más minuciosa cuando han experimentado alguna cosa que les ha alterado la rutina.
Hay que observar si el gato ha dejado de maullar como estaba acostumbrado, o si no lo recibe con la alegría de siempre cuando llega a la casa, o no se interesa por la comida, si eso pasa es que algo no anda bien y puede estar sufriendo de depresión.
Otros síntomas pueden ser falta de aseo, tener ganas sólo de dormir, esconderse donde nadie los encuentre, u otras cosas parecidas, lo primero es llevarlos al veterinario.
Pero sólo con  pastillas no alcanza, hay que dedicarles más tiempo, el acto de cepillarlo puede servir para estar más rato juntos, jugar y darle juguetes que les gusten, que les llame la atención.
Cuando no se está en todo el día, es bueno dejarles una ventana abierta para que pueda mirar para el exterior, o dejarles la radio prendida para que sienta la voz de alguien.
Así pronto cambiará su aptitud y volverá a ser el de siempre.