Morri, ese gatito morrinoso tan chiquito que encontramos en mayo, ya está grandecito y gordito.  El día 10 a mediodía fué visto comiendo por última vez.  Como le gusta pasear al lado de Sofy, no me preocupé hasta la tarde, como a las 6, pues no regresó a comer carne y eso si es extraño.  Tomé un peluche que es igual a él y pregunté en las casas que le gustan, mi madre, mis vecinos inmediatos, pero nada.  El vecino de enfrente no estaba, llegó ya de noche y tiene cercado su patio, con una perrota doberman, que nunca sale, en la parte trasera de su patio.  Los gatos solo le pasean en la delantera y cuando la perra no está de ese lado aunque nunca los ha atacado.

 

Morri no gusta de los perros grandes, siempre que ve a alguno se trepa en el árbol más cercano.  Tal vez eso fué lo que pasó, pues me llamó el vecino a mi trabajo, a eso de las 9 am del día 11: " gato blanco con negro en el árbol de guarumo, en la parte de atrás pegado a la cerca, muy alto y no quiere bajar, debe ser el suyo".  Por suerte no habían pacientes y subí en el auto.  Desde que me escuchó empezó a maullarme, se inclinaba un poco y retrocedía.  Aunque era evidente que este árbol era fácilmente escalable por un gato, creo que le daba miedo por lo alto y sin ramas que es.  Mi vecino buscó la escalera de aluminio más alta que yo haya visto para que Morri bajara por ella, pero no lo alcanzaba, así que decidí subir ( espero que nadie haya mirado hacia arriba, porque andaba en falda acampanada, pero total, se ve lo mismo en la playa).  Allá arriba, Morri se aferró al tanto que si lo halaba, de seguro perdía el balance y nos caíamos, así que empezé a acariciarlo y hablarle para calmarlo y esperaba que se agarrara con las uñas, como sus hermanos, pero no, Morri no sacó las uñas  y yo tuve que bajar con un solo brazo pùes el otro lo sostenía a él. 

 

A mitad de camino, Morri miró hacia abajo y pegó un grito de terror quedando erizado, pero sin sacar las uñas, se movió un poco y yo tuve que maniobrar para que ninguno se cayera.  Allí recordé esa regla del cuarto de urgencias, una caída de  una altura mayor de 2 veces la estatura, se considera politraumatismo y el paciente debe hospitalizarse aunque no parezca muy lesionado, para estudios y observación.  Pues quedaríamos hospitalizados si nos caíamos, pero no pasó, y cuando morri reconoció que estaba fuera del patio del vecino, saltó y corrió hasta estar dentro de la casa.

 

Ya pasó todo el susto, creo que perdió algo de panza y que está dispuesto a comer hasta recuperarla.  El pobre no debe haber dormido ni comido nada, por suerte no llovió esa noche.

 

Tilcia