Con los años, de tanto sobarlo , se le cayó un ojito; y entonces mi mamá le quitó el otro y le bordó con lana verde y negra unos ojos nuevos, con forma "real", mucho más bonitos y auténticos que los anteriores de cristal, que eren redondos. Y así siguió conmigo, hasta que la maldita polilla (estos insectos... ) se metieron en su cuerpecito, relleno de serrín, y acabó deshaciéndose . Para entonces, yo ya tendría unos 11 ó 12 años, pero lamenté mucho quedarme sin él .

Menos mal que unos meses después de cumplir los 15  años, llegó a nuestras vidas Pelusín, y ya mi tía-abuela (en cuya casa vivíamos) por fin aceptó a un gatito DE VERDAD .

Esta foto lleva fecha por detrás: 9 de Abril de 1950 (el Jurásico, más o menos... ). Yo tenía entonces 1 añito y 9 meses.

Besos, 

-Mari Jose.