Son las 06:00 a.m. y no puedo dormir.
Estaba recostado pero no he logrado conciliar el sueño, pues no puedo dormir pensando en que se te ha ido tu papá.
No tengo ganas de hacer nada y en verdad me siento triste, estoy viviendo en carne propia la tristeza que sientes, porque sé lo que en realidad se siente, ya que yo también perdí a mi papá hace algunos años.
Amar a un padre y perderlo eso duele, pero es parte de la vida, creo que es algo que le ha pasado a todo el mundo, es parte del ser humano.
Pero haberlo amado en vida, haberle dado todo lo que se le ha podido dar, haberlo querido con el amor con el que se quiere a un padre, también es parte de vivir, y que él sabe de mi amor que le tuve en vida y eso me fortalece.
El dolor de una pérdida así, no se supera pronto, sino que cada uno tiene su tiempo para eso, y no importa cuánto sea el tiempo que se necesite, debe ser respetado y comprendido por todos y nadie tiene derecho a decir absolutamente nada.
Yo perdí mi padre hace trece años y aún lo recuerdo y cuando suceden cosas como estas, amiga mía, el recuerdo se me hace presente como aquella vez, en que me tocó vivir esa enorme tristeza que me angustió terriblemente mi corazón.
Sé que con el tiempo, el dolor eventualmente se va desvaneciendo, pero aún así, es algo que no se puede evitar y lleva tiempo superarlo. Yo he llorado a mi padre durante mucho tiempo, pues lo amaba como todo buen hijo ama a su padre, sobre todo si la relación entre padre e hijo fue buena.
Siempre pienso en el calor, el amor que nos profesábamos, un amor que todavía sigue vivo en mí. Aprendí a no llevar el peso ni la carga de ese dolor sobre mis hombros, porque comprendí que él no querría eso de mí, así que tan sólo traté de quedarme con los mejores recuerdos de las cosas que compartimos, de nuestros gratos momentos que se han grabado en mi mente, en mi corazón. El dolor se fue desvaneciendo y ese recuerdo, ese amor, se quedó conmigo para siempre y aunque todavía lo lloro, creo que es algo natural del ser humano, es natural de todo hijo, por el sólo hecho de haber amado a su padre.
Lo siento Mili, siento que esto haya pasado.
Sergio