Estimada amiga Sol:
¡Sinceramente, tu correo me ha emocionado! y desde luego que me has dado una sorpresa, y después de leer tu escrito, por supuesto que acá tienes a un amigo sincero que no es de hielo , y que los quiere tanto a Kike como a ti. Lamento mucho lo que en un pasado ha ocurrido .
Siempre te he tenido admiración y cariño. Hoy siento alivio de que esto haya sucedido, pues siento que Dios me está indicando el verdadero camino que debo seguir en mi vida.
Recuerda siempre, amiga, la parábola de Señor sobre el sembrador, y los varios tipos de tierra donde cae la semilla. Doy gracias a Dios de que en ti la semilla de la Palabra de Dios cayó en buena tierra y está fructificando para la vida eterna.
Sé que tuvimos algunas que otras discusiones en el pasado. ¡Intentemos llevarnos bien a partir de ahora!, yo por mi parte, olvidaré las cosas que hayan ocurrido, ya que éstas pueden haber sido la razón por la cual no terminamos nunca de reconciliarnos como amigos, y deseo que tú, también quieras que a partir de aquí en más, comencemos a llevarnos tan bien como nos llevábamos antes.
Bueno Sol, pues muchas gracias por haberme escrito, ha sido una sorpresa muy grata para mí.
Te envío un abrazo fraternal y que la gracia de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo sea siempre contigo.
Respetuosamente.
Sergio.