El genoma del ancestro evolutivo común del hombre y de los simios modernos experimentó una inusual ráfaga de duplicación de segmentos de ADN, según desvela un nuevo estudio.
Los resultados de dicho estudio muestran grandes diferencias entre el genoma de los seres humanos y el de los simios, específicamente dentro de las secuencias duplicadas que albergan genes en rápida evolución. La mayoría de estas diferencias surgió durante una época inmediatamente anterior a la especiación (diferenciación en especies) de los chimpancés, gorilas y humanos.Los investigadores Tomás Marqués-Bonet y Jeffrey M. Kidd, de la Universidad de Washington, encabezaron el estudio.
No está claro el por qué, pero el ancestro común de humanos, chimpancés y gorilas experimentó una actividad inusual de duplicación. Además, los científicos ni siquiera saben todavía qué funciones tienen la mayoría de los genes que fueron afectados por estas duplicaciones.
Tales ancestros, de los cuales descendemos humanos, gorilas y chimpancés, vivieron en África hace entre 8 y 12 millones de años. La mayoría de los científicos piensa que el linaje que finalmente condujo hasta los humanos y los chimpancés se separó de la línea evolutiva de los ancestros de los simios africanos hace entre 5 y 7 millones de años, poco más o menos.
Más sorprendente es que la aceleración en la duplicación de secuencias se produjo en una época durante la cual otros tipos de mutación se habían refrenado entre los linajes de los homínidos.
Hubo un incremento significativo en la actividad del genoma tanto en el número de eventos de duplicación como en el número de pares de bases de ADN que fueron afectadas.El equipo encontró ejemplos sorprendentes de duplicaciones recurrentes de fragmentos de ADN que se produjeron de modo independiente en diferentes linajes.
La mayoría de las duplicaciones compartidas ya estaban presentes en el ancestro común de los chimpancés y los humanos, pero éstas son muy variables en el número de copias entre y dentro de las especies de monos antropomorfos y los humanos.
Los científicos han tenido grandes dificultades para poder determinar por qué los humanos y los chimpancés difieren tanto en su físico como en su comportamiento, siendo tan similares genéticamente. Los chimpancés y los humanos compartimos casi el 99 por ciento de las secuencias no duplicadas de nuestros respectivos genomas, las proteínas de unos y otros son virtualmente idénticas, y hay muy pocas diferencias estructurales que permitan diferenciar a los cromosomas humanos de los del chimpancé. En cambio, las secuencias duplicadas muestran una variación mucho más amplia que las otras porciones del código genético.
No existe aún una respuesta definitiva sobre por qué los humanos y los chimpancés somos tan diferentes. Quizás las duplicaciones de los segmentos que son específicas para los humanos sean otro factor a explorar, o quizás lo que a los humanos nos hace distintos de los chimpancés no se encuentre en estas diferencias genéticas.
Quizas Zacharias Sitchin no estaba tan equivocado con un pasado Annunaki.