Mi querido Rodolfo, compañero, amigo y hermano estamos en el Circulo de la Vida Eterna, una enseñanza continua. Aprendemos a cerrar ciclos porque la vida siempre nos ofrece nuevas puertas que se abren a nuestro paso.
Cerramos las puertas viejas para poder vivir el presente con satisfacción, sin olvidarnos en ningún momento que hay una fuerza superior, una fuerza divina, que nos lleva siempre hacia adelante, que nos sostiene con amor.
Siempre estamos mas seguros del amor que damos porque es el que llevamos dentro.
Te mando un fuerte y cariñoso abrazo lleno de Luz. Namasté.