Podemos entender por sanación espiritual, cualquier proceso de sanación, sea físico, mental o emocional que haya sido efectuado por medios espirituales.
La sanación es la forma de curar comenzando por el espíritu, transmitiéndolo a la mente, y manifestándose en nuestro físico.
Un médico ya sea de la medicina tradicional o de la medicina alternativa, (acupuntura, reflexología, reiki, aromaterapia, etc.) puede estar conectado a la energía curativa de los ángeles aún sin pedírselo. Un médico que nos tranquiliza desde que pisamos su consultorio y nos inspira confianza y fe, puede estar trabajando con los ángeles aún sin saberlo conscientemente; recordemos que la paz interior tiene que ver con el alma. Cuando se logra esta conjunción, el médico es un instrumento de los ángeles.
También conscientemente se puede efectuar esta relación, basta con pedirlo, a los ángeles; ellos disfrutan haciendo este tipo de conexiones y también de enseñarnos en nuestros inicios integrando su energía con la nuestra a modo de guía.
Para ser sanador, hay que estudiar y leer mucho, pero para empezar, los ángeles te servirán de guía, ellos guiarán tus manos para centrarse en el sitio adecuado a la hora de dar un masaje o centrarse en una zona de dolor, también podrán guiarte para escoger cursos o libros que te sean útiles para este fin. También puedes pedírselo.
No solamente al que cura enfermedades lo podemos considerar sanador, también el que se centra en el alma, quien da ayuda, quien da un consejo, quien brinda su apoyo, es sanador, ya que su presencia, sus acciones o sus palabras, ayudan a encontrar la paz del alma en momentos difíciles; estos sanadores actúan como promotores de la fe y brindan consuelo.
Por naturaleza, todos podemos ser sanadores, es parte de la evolución humana. Es un don que permanece dormido en nosotros, esperando ser despertado, es también parte de nuestro libre albedrío. Pídele a tus ángeles su protección y guía, ellos sabrán dirigirte.
Atrayendo la Sanación Angélica
Ahora estoy disponible para la sanación Angélica.
Dejo que los ángeles sanen mi espíritu.
Soy un imán de los guías y de los ángeles de sanación.
La Luz de sanación brilla desde mi interior.
Siempre estoy saludable, íntegro y pleno.